La semana pasada el Salvados de Jordi Évole generó una gran polémica. Titulado ¿Qué hay detrás de la industria cárnica en España?, La Sexta anunciaba que su objetivo era denunciar las prácticas de las granjas de animales cuyos productos van a parar a los lineales de los supermercados, aunque finalmente se convirtió en un ataque directo a la empresa El Pozo.

Évole insinuaba que El Pozo estaba utilizando a animales enfermos para fabricar sus productos destinados al consumo humano, lo que hizo estallar a la empresa murciana, que calificó el programa de una auténtica manipulación.

«Nuestra empresa se desvincula absolutamente del contenido emitido por el programa, para cuya elaboración se han utilizado imágenes capciosas que distorsionan totalmente la realidad sobre la actividad empresarial de la compañía», aseguró El Pozo en su cuenta de Twitter. «Los animales que aparecen en las imágenes del reportaje jamás entrarían en la cadena de producción de El Pozo Alimentación. Los controles estipulados por la legislación española y por la propia empresa hacen inviable esta posibilidad», dijo también en un comunicado.

 

Otras empresas en su punto de mira

No es la primera vez que Évole arremete contra una gran empresa española en Salvados. De hecho, ha dedicado algunos programas completos a cargar contras las compañías más exitosas de nuestro país.

Uno de los más comentados fue el que emitió a finales de 2016 sobre Mercadona. El periodista intentó por todos los medios tirar por tierra a la cadena de supermercados que más clientes tiene en España y a una de las que mejor paga a sus empleados, pero no lo consiguió.

En sus tiendas, sólo se encontraba a clientes encantados, y de los 76.000 trabajadores que la empresa valenciana tiene en nuestro país solo consiguió entrevistar a un par de ellos descontentos. De hecho, el propio Évole reconoció que buscó y rebuscó trabajadores o extrabajadores críticos con la compañía y tan sólo logró localizar a 80. Es decir, al 0,1% del total de la plantilla.

Lo intentó con los proveedores de Mercadona, y también le salió mal. El periodista de La Sexta sólo recabó la opinión de un proveedor descontento con Mercadona, que además, seguía trabajando la compañía. El otro, estaba encantado de haber multiplicado su negocio gracias a la empresa de Juan Roig.

H&M, Cortefiel, Mango, El Corte Inglés y, sobre todo, Inditex también han estado en el punto de mira de Évole. El periodista viajó a Camboya para mostrarle al mundo los supuestos atropellos que comenten las grandes firmas del sector textil con los empleados de los países subdesarrollados.

Lo cierto es que fue buscando a empleados en semiesclavitud y se encontró unos trabajadores retando a sus jefes con una huelga. En ese programa Évole se llevó un gran chasco cuando instó a una empleada camboyana a mandar un mensaje a los clientes del primer mundo que compran en Inditex. «Le diría que compren mucho porque así tendremos trabajo y mejor sueldo», respondió para su decepción. Además, Évole quedó retratado, cuando Libre Mercado publicó que el origen de las marcas que viste el periodista es el mismo que el de los países donde fabrica Inditex.

Iberdrola, Gas Natural Fenosa o Endesa también han hecho las delicias de Évole en sus programas. El denominador común es el mismo: la malvada empresa.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: LIBERTADDIGITAL