El concejal se enroca y la oposición insiste en un cambio de ejecutivo que no convence a Cs
La dirección regional del PP quiere, y espera, que Roque Ortiz dimita como concejal por la actitud que mantuvo en una reunión con pedáneos, a los que hizo saber, con la consiguiente polvareda política, que quien olvida que hay mucha gente a la que el PP ha colocado en empresas contratistas del Ayuntamiento es «un marrano».
El presidente del partido y de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, aseguró ayer ante el Comité de Dirección del PP que Roque Ortiz «ya habría dimitido si fuera consejero o director general de mi Gobierno». Las palabras de López Miras no pueden interpretarse sino como un mensaje a Roque Ortiz y al alcalde Ballesta, que sostiene a su edil y antiguo colaborador por entender que aquellas palabras respondían a su habitual verborrea dialéctica, pero sin mayor trascendencia. Cinco días después, López Miras no lo ve así. «Puede ser injusto -dijo ayer ante el Comité de Dirección-, pero en este partido no caben actitudes como la suya. Puede que fuera solo un error, pero debe pagarlo». El presidente del partido comentó también que el ‘caso Ortiz’ «nos está perjudicando a todos. El PP no puede dar esa imagen».
Asistentes al Comité de Dirección, al que pertenecen varios alcaldes y Maruja Pelegrín, teniente de alcalde en el equipo de Ballesta, aseguraron a ‘La Verdad’ que a la admonición de López Miras siguieron varias intervenciones, todas en la misma dirección, y que al Comité le quedó claro que López Miras lanzaba así un mensaje a Roque Ortiz, pero también al propio alcalde Ballesta, con quien López Miras solo habló del asunto el jueves pasado, cuando se conocieron las manifestaciones del concejal y ambos coincidieron en Fitur. El mensaje de ayer, según comentaron fuentes del Comité de Dirección, es que Ortiz debe salir del Ayuntamiento, y que corresponde a Ballesta pactar con él el cómo y el cuándo, pero sin demorar la decisión. Anoche, Ballesta no había trasladado aún a la dirección del partido su reacción a la advertencia del presidente.
El delegado de Fomento presidió la Comisión de Pleno de Infraestructuras, «una provocación», según la socialista Hernández
La oposición está convencida de que tarde o temprano Ortiz tendrá que arrojar la toalla y, si no lo hace por voluntad propia, ser apartado de sus funciones. PSOE, Ciudadanos, Ahora Murcia y Cambiemos Murcia abandonaron ayer a primera hora la Comisión de Pleno de Infraestructuras, Hacienda y Asuntos Generales porque se constituyó bajo la presidencia de Roque Ortiz, un acto que fue interpretado por la oposición como «una provocación», máxime cuando todos han pedido que abandone el ejercicio de la política.
Pero pasan los días y el PP local sigue aparentando normalidad, como si el edil de Fomento hubiera actuado movido solo por su vehemencia y su apasionada verborrea («personalidad volcánica», lo definió el regidor) y como si hubiera caído en un «error político menor» cuando habló abiertamente de pedir el voto a trabajadores de contratas públicas y empresarios a los que da trabajo.
El secretario de Organización de Cs, Fran Hervías, dijo ayer que Murcia no se merece «representantes bajo sospecha». El resto de partidos apuntan en esa dirección: no quieren hablar más con quien ha destapado los métodos de trabajo y el ‘modus operandi’ del PP en los últimos 23 años e insisten en que las palabras de Ortiz confirman la existencia de «una red clientelar» de empresas a las que se da trabajo por votos.
Plante a Ballesta
Para el PP, en cambio, el gesto de la oposición fue totalmente indiciario de que hay ediles que solo se mueven por dinero, pues esperaron a que se constituyera la comisión para percibir la dieta -solo los no liberados cobran por la asistencia a Pleno y comisiones (400 euros), y es preceptivo componer la comisión para intervenir-. La portavoz popular, Rebeca Pérez, destacó que las instituciones no deben utilizarse como «teatrillo político» y lamentó que la oposición se ausentara también de la Junta de Portavoces, en la que iban a debatirse temas importantes. Solo Ciudadanos respondió a la convocatoria, en la que se iba a tratar el borrador de los Presupuestos de 2018, la ordenanza de atención domiciliaria o la solución al conflicto laboral en el Museo Ramón Gaya. «Nosotros queremos seguir como siempre, con una normalización de la institución, y llevando de forma rigurosa nuestros compromisos». Pérez dijo que el PP no teme un bloqueo del Ayuntamiento si la oposición decide paralizar cualquier iniciativa hasta que Ortiz abandone su cargo. «Por encima de todo está el buen funcionamiento de las instituciones, y una situación de bloqueo solo perjudica a los murcianos», dijo.
Propiciar un cambio de gobierno a la vista de que Ballesta no mueve ficha es la opción que más convence al PSOE, Ahora Murcia y Cambiemos Murcia. Pero estos tres partidos, que suman 12 concejales, no pueden presentar una moción de censura sin el apoyo de Ciudadanos, ya que se necesitan 15 firmas, lo equivalente a mayoría absoluta. El PSOE insiste en forzar ese cambio, e incluso la socialista Susana Hernández se ve capaz de ofrecer una alternativa de gobierno estable para el año y medio que resta de mandato, sin querer ver en el espejo los problemas que enfrenta Ana Belén Castejón en Cartagena gobernando con 6 concejales. El quid de la cuestión es que Ciudadanos en Murcia no está dispuesto a dar su apoyo para un cambio de partido en el sillón principal de La Glorieta. Mario Gómez, portavoz naranja en el Consistorio, reiteró ayer que su partido respeta el compromiso adquirido con los murcianos de dejar que gobernara la lista más votada -el PP, que tiene 12 concejales frente a los 6 de PSOE, 4 de Ciudadanos, 3 de Ahora Murcia, 3 de Cambiemos Murcia y el concejal no adscrito Trigueros.
En la Junta de Portavoces, Gómez reiteró que si Roque Ortiz se mantiene en su sitio, Ciudadanos no tiene nada de qué hablar con el PP y esperará a que caiga por su propio peso, como ya consiguió con Pedro Antonio Sánchez. «Ballesta debe asumir su responsabilidad como alcalde, nosotros estamos valorando todas las posibilidades y espero que el PP tome la mejor decisión cesándole. Lo que no podemos permitir es que sigan estas prácticas y que se siga amenazando a trabajadores y empresas a través de fines ilícitos».
Urralburu habla de «mafia»
El PSOE, no obstante, asegura que ya ha iniciado los trámites para presentar la moción de censura, para la que Ahora Murcia y Podemos fijaron un plazo de un mes, según Alicia Morales y Óscar Urralburu, para que no se frustren las expectativas de cambio. Susana Hernández declaró que es imprescindible «abrir cajones y convertir el Ayuntamiento en una institución transparente». Urralburu, que se reunió con los ediles de Ahora Murcia en La Glorieta, apoyó las palabras de Morales en el sentido de urgir a PSOE y Cs a que dejen de hacer «teatro político» para «echar al PP de las instituciones por su utilización perversa».
El portavoz de Cambiemos Murcia, Nacho Tornel, dijo que no piden la cabeza de nadie a cambio de que todo siga igual, «sino un cambio radical en las prácticas de trabajo del equipo municipal, y eso se consigue trasladando al PP a la oposición». «Hay posibilidad de hacerlo y proyecto común, decenas de mociones conjuntas aprobadas, y no hacerlo -afirmó- es una gravísima irresponsabilidad».