Melisa Rodríguez (Londres, 1986) es la política más joven de la gestora de Ciudadanos y también su portavoz. Tuvo la confianza de Albert Rivera y ahora dispone de la de Inés Arrimadas. Dedicó cuatro veranos a salvar tortugas en Cabo Verde. Una experiencia que, según explica, entrañaba más facilidades que la política. Arquitecta de profesión, nació en Reino Unido porque sus padres emigraron allí desde el archipiélago canario.
Será la encargada de articular el mensaje de Ciudadanos hasta que Arrimadas se imponga en las elecciones primarias que se celebrarán dentro de cuatro meses. Acaba de perder su escaño por Tenerife, pero ha decidido seguir vinculada a la formación liberal «porque confía en el proyecto». Tuitera, instagramera, facebookera… Habla la pescadora naranja más experimentada en las redes sociales.
Acaba de ser nombrada portavoz de la gestora de Ciudadanos, ¿le doy el pésame o la enhorabuena?
Soy positiva por naturaleza, así que… la enhorabuena. Es un gran reto. Cuatro meses para conducir el partido y organizar la próxima asamblea nacional que decidirá el nuevo proyecto. Aunque la palabra «gestora» no siempre es muy positiva…
¿Cómo se articula un mensaje para resucitar a un partido que acaba de perder 47 escaños?
Con responsabilidad, poniendo transparencia en todos nuestros procedimientos, escuchando y viendo qué candidaturas se presentan. Ahora es tiempo de organizar la asamblea. Durante estos cuatro meses, seguiremos con nuestro trabajo en las instituciones y trataremos de comunicarlo bien. Veremos qué ocurre, los afiliados decidirán.
¿Usted, personalmente, apuesta por Inés Arrimadas como presidenta del partido?
Soy portavoz de la gestora, no puedo decir quién es mi candidata o candidato. Debo ser aséptica y neutral.
Me han contado que una vez se fue a Cabo Verde a salvar tortugas… ¿Qué misión es más difícil? ¿La de aquel viaje o rescatar a Ciudadanos?
La política es muy difícil… Da igual el lugar, siempre es complicada. Es verdad, estuve cuatro años trabajando con una ONG de protección de tortugas marinas en Cabo Verde. Pero… es más delicada la política por todas las aristas que tiene.
Usted es arquitecta y emprendedora -creó una marca de joyas y complementos-, ¿se planteó abandonar la política tras perder su escaño?
No soy cargo electo porque los ciudadanos así lo decidieron, pero se puede hacer política de muchas maneras. El Consejo General me propuso formar parte de la gestora y he aceptado porque toca arrimar el hombro, creo mucho en este proyecto.
Por cierto, los pendientes que diseña gustan mucho en el Congreso. Ya que los partidos son incapaces de nombrar a una mujer candidata a la presidencia, ¿a quién le quedarían mejor? ¿Sánchez, Iglesias, Casado o Abascal?
Ninguno de los cuatro reúne el perfil de nuestra marca… Supongo que analizaríamos sus personalidades y fabricaríamos una pieza específica para cada uno de ellos. No tienen por qué ser pendientes. La joyería contemporánea es diversa y va un poco más allá. Quizá algo para la boca, así dejaríamos de escuchar ciertas cosas…
¿Habla de bozales?
No, no, me refiero a complementos… Quizá un piercing.
La última entrevista que dio a este periódico fue justo después de que Ciudadanos firmara el Pacto del Abrazo con el PSOE. Qué tiempos aquellos, ¿eh?
Sí, han pasado más de tres años…
Ciudadanos sigue siendo un partido de centro, como demuestra la carta de Arrimadas a Sánchez
Aquel Ciudadanos era un partido capaz de acordar con la izquierda y la derecha en función de documentos programáticos. ¿En qué momento se fue al traste ese «centrismo»?
Ciudadanos sigue siendo un partido de centro y, como muestra, la carta que ha enviado Inés Arrimadas a Sánchez. El PSOE miente cuando dice que no hay una mayoría alternativa a Podemos y el independentismo. Nuestra opción reúne 221 escaños. Entre el acuerdo que firmamos con el PP -época de Rajoy- y el del PSOE -Pacto del Abrazo- hay cien puntos en común. Eso prueba el margen para negociar.
¿Aceptarían entrar en el Gobierno si eso fuera condición para el acuerdo?
Cuando proponemos una solución, no estamos pensando en la pelea de sillones. Hacemos una oferta para que Sánchez no mire a su izquierda ni a los independentistas. Queremos un acuerdo de gobernabilidad entre PSOE, PP y Ciudadanos. Sería una mayoría fuerte, suficiente y solvente para sacar adelante a España.
Arrimadas, con su propuesta, acaba de enmendar la estrategia de Rivera que, tras el bloqueo de abril, prefirió estar parado y esperar a que salieran adelante las negociaciones de PSOE y Podemos. Él, en aquel momento, solía decir: “No quiero inmiscuirme en las conversaciones de Sánchez e Iglesias”. Ahora, Ciudadanos se “inmiscuye” para arrastrar al PSOE al centro aunque se haya firmado incluso una coalición. La diferencia es sustancial.
Lo que hicimos fue mantener la palabra dada en campaña. Pusimos una opción sobre la mesa cuando se rompieron las negociaciones entre PSOE y Podemos. Sánchez no quiso. Ahora, a tenor de las reiteradas reuniones de los socialistas con ERC, hemos apostado por ese gran pacto. Me preocupa que el presidente sólo mire hacia un lado.
Usted misma lo dice: sólo se abrieron al acuerdo cuando se rompieron las negociaciones entre PSOE y Podemos. Ahora no han esperado. ¿Esta misma actitud tras las elecciones de abril no habría evitado la pérdida de 47 escaños?
Cumplimos con la palabra dada, el «no» a Sánchez, pero cuando todo estaba roto planteamos esa opción útil. El PSOE hizo caso omiso. En la última campaña electoral dijimos que no íbamos a formar parte del bloqueo y también lo estamos cumpliendo.
El PSOE está más pendiente de contar naciones dentro de España que del futuro del país
Usted, particularmente, ¿tuvo dudas en algún momento de la estrategia que seguía el partido?
Como la mayoría de la Ejecutiva, voté por el «no» a Sánchez. Creí que era lo conveniente. Luego acordamos el cambio de postura: lo importante es que no haya bloqueo. Sánchez no hace más que pensar en sí mismo. Hemos tomado la iniciativa con la carta de Inés. Demostramos que existe una opción.
¿Hasta qué punto cree que Sánchez puede ceder con ERC?
Hasta romper la unidad y la igualdad entre los españoles. Si el independentismo va a tomar las riendas del apoyo a los presupuestos, quedará abolido ese principio de igualdad marcado por la Constitución. Sánchez es ceder, ceder y ceder hasta romper la igualdad.
¿Canarias es una nación? Iceta dice que ha echado cuentas y le salen ocho o nueve naciones en España…
¿Solo le salieron ocho o nueve naciones a Iceta? Ya que se ponía, le podían haber nacido 17 más dos ciudades nacionales autónomas… o algo así, que son las ocurrencias habituales del Partido Socialista. Lo que están haciendo es mercadear y en este momento el PSOE es el PSC, cuyo máximo exponente es el señor Iceta. Aquel lema de «Ahora España» queda en entredicho porque si en el PSOE nadie desmiente a Iceta, poca España de futuro vamos a tener. Es lamentable que estén más preocupados de contar naciones dentro de España que del futuro de nuestro país de aquí 10 o 20 años. Quizás Iceta debería explicar a los españoles qué es lo que están negociando con sus socios nacionalistas.
ERC está celebrando su éxito por anticipado: «El PSOE ya ha admitido el conflicto político». ¿Hay tiempo para que Arrimadas lo evite en su reunión con Sánchez en Moncloa?
Es como si estuviésemos en una lonja y se hubieran abierto las pujas. Ahora, solamente hay que saber cuál va a ser la más alta, porque la vamos a pagar todos los españoles. Lo que dice el señor Iceta es que al PSOE le da igual que seamos una nación de ciudadanos libres e iguales y lo que quiere es estar sí o sí en la Moncloa. Aunque sea vendiendo España a trozos. Cada vez que el PSOE se reúne con ERC le compra nuevas consignas al nacionalismo, como la del «conflicto político». Nosotros insistimos a Sánchez en que rectifique, que cambie de aliados: este martes puede romper con ERC y cambiar la mesa con los separatistas por una mesa de constitucionalistas. Que pensemos menos en nuestras siglas y más en lo que quieren la inmensa mayoría de españoles, que no es ver a Rufián llevando la política territorial.
Pensemos menos en nuestras siglas y más en lo que quieren los españoles, que no es ver a Rufián llevando la política territorial
El PNV parece haber puesto precio a su apoyo a Sánchez. Este domingo Ortuzar decía que «es poco realista que nos pidan el voto si no quieren hablar del derecho a decidir»
Empezó ERC pujando fuerte y el PNV va a ser lo mismo, porque es su naturaleza. Quieren trocear la soberanía española y el derecho a la autodeterminación. ¿Alguien realmente pensaba que iban a pactar o a pedir cosas por el bien de todos los españoles? Está claro que no. De hecho, está claro que el único partido valiente para ser dique de contención a estas políticas sectarias es Cs, que fue el único que votó contra ese recálculo del cuponazo vasco, que lo que hacía era sobrefinanciar injustamente a un territorio que, por otra parte, es de los más ricos.
De cara al futuro, usted que los conoce bien, ¿podría apuntar las diferencias entre Rivera y Arrimadas como candidatos?
Todavía no he visto a Inés como candidata a la presidencia del Gobierno.
Ya fue candidata a la presidencia de la Generalitat…
Más que diferencias, puedo hablar de similitudes: compromiso y creencia en el centro político y en que los nacionalistas minan la igualdad entre españoles. Veo más similitudes que diferencias. Son personas entregadas y dedicadas, creen en Ciudadanos y piensan que los votantes ya echan de menos el centro.
Habrá quien lea esta respuesta y dirá… Tras la pérdida de 47 escaños, ¿no se necesitan más “diferencias” que “parecidos”?
Hablo de ellos como candidatos… Debemos realzar esas similitudes, esas ganas de seguir adelante, de progresar… Y esa creencia en la centralidad política.
¿Le gustaría que regresaran al partido algunos ex como Toni Roldán, Javier Nart o Xavier Pericay?
Soy portavoz de la gestora. Eso tendrá que decidirlo la candidatura que gane la próximas primarias.
¿Y qué me dice de Manuel Valls?
Lo he visto pocas veces… Pienso que había otras opciones en el Ayuntamiento de Barcelona antes que apoyar a Colau. Era el momento de cerrar filas entre constitucionalistas y apostar por el candidato del PSC, pero él decidió otra cosa.
Pero es que esa suma no daba.
El marco de negociación no estuvo sobre la mesa porque él tomó la decisión contraria. No lo conozco demasiado, lo respeto, pero no puedo decir nada más al respecto.
¿Cuál debe ser la relación de Ciudadanos con Vox?
La determinará el nuevo equipo que salga de las primarias… Ciudadanos debe tener claro que la centralidad es más necesaria que nunca. España no es un país de extremos. Este proyecto debe seguir adelante.
Vox va a la parte emocional sin entender qué es España, su discurso en inmigración obedece a mover las vísceras del votante, y no su racionalidad
Sus padres fueron emigrantes en Reino Unido durante casi dos décadas. ¿Le sublevan particularmente los postulados de Vox en materia de inmigración?
Bueno, yo creo que tienen un discurso populista. Van a la parte emocional sin entender qué es España. Muchos canarios emigraron en busca de un destino mejor. Eran honrados y trataban de salir adelante. El tono de su discurso en inmigración obedece a mover las vísceras del votante, y no su racionalidad.
Haga una apuesta sobre el futuro de Ciudadanos.
No puedo hacerla como portavoz de la gestora, pero personalmente le diré que el centro político ya se echa de menos. Creo que vamos a remontar. El 10-N hubo un mal resultado. Hemos hecho más autocrítica que nadie. Hemos dado ejemplo de generosidad y altura política. Rajoy no se iba ni con agua caliente. A Sánchez lo tuvieron que echar. En Podemos, el número dos se monta otro partido… Estoy convencida de que el centro va a afianzarse y saldrá fortalecido tras nuestra próxima asamblea.
Ha habido dimisiones, es verdad, pero ningún dirigente ha explicado o razonado acerca de los motivos del descalabro electoral. Es una autocrítica limitada.
Entiendo que ustedes siempre quieran más. Nunca van a estar saciados de información, pero el presidente de Ciudadanos salió, asumió y dimitió. Lo mismo hicieron el secretario general, el de comunicación y el de organización. No hay precedentes de eso en la política española. A la gestora le compete llevar al partido a la próxima asamblea. Tendrá que ser el próximo equipo quien ponga más luz y decida cómo se sigue adelante.
Eso va a ser un poco marciano… ¿Dice que la nueva dirección va a tener que explicar el batacazo causado por la Ejecutiva saliente?
Entiendo ese halo sensacionalista, ese deseo de que todo esté publicado. Lo más importante es que la nueva dirección haga los deberes, así sabrá qué se hizo mal y aprenderá de ello. Todo el mundo quiere que eso salga en Twitter, pero así no se puede hacer crecer un partido. Y repito: la autocrítica que ha hecho Ciudadanos no la han desarrollado otros. Sánchez y Casado consiguieron los peores resultados de la Historia de sus partidos y ahí siguen, súper a gusto. No se les ha pedido autocrítica. En Ciudadanos ha habido dimisiones razonables y miramos hacia delante.