El pasado mes de febrero, en un momento más que delicado para el Gobierno Sánchez, la llamada “foto de Colón” con Casado, Rivera y Abascal puso en marcha un adelanto electoral que se confirmó cuatro días después de esa instantánea. Entonces, Moncloa encontró hasta siete argumentos para ir a las urnas. Ahora, también.

La situación, con respecto a hace siete meses, ha cambiado mucho, peroexisten también muchas similitudes. Ya entonces, algunos miembros de la ejecutiva del PSOE veían un suicidio ir a elecciones, y esos son los mismos que ahora preferían formar un gobierno, incluso con Podemos, antes de volver a ir a las urnas.

Pese a ello, el gabinete de Pedro Sánchez, con Iván Redondo a la cabeza, ve muchas más “oportunidades” que “amenazas” en el particular “análisis DAFO” realizado en Moncloa acerca de una repetición electoral.

El presidente, con la postura mantenida estos meses, se ha cargado de argumentos para ir a estas elecciones con más fuerza. Y estas son lassiete ideas nucleares, de sus asesores de confianza, que le han llevado a pensar que lo mejor era volver a las urnas:

1. Un gobierno con Iglesias es un gobierno sin futuro

Desde la noche electoral del pasado 28 de abril, Pedro Sánchez y su equipo tuvieron serias duras sobre la capacidad de Podemos, y del propio Pablo Iglesias, para formar parte de un gobierno de coalición. Tras las municipales y autonómicas de mayo, la conclusión era clara: “No se puede formar un Consejo de Ministros con un partido sin futuro”.

La debacle electoral de la formación morada, y los problemas internos a los que lleva años haciendo frente Iglesias, desaconsejaban esa vía: “Una persona que no sabe gobernar su propio partido no puede gobernar España”.

Además, las grandes diferencias entre el PSOE y Podemos, sobre asuntos tan importantes como la sentencia del 1-O y la aplicación de las nuevasexigencias de Bruselas suponían una seria amenaza para el Gobierno, que podía “romperse nada más echar a andar”.

De hecho, las exigencias de Podemos, y su veto a un gobierno de coalición en julio son, según Moncloa, la “prueba fehaciente” de que ese Ejecutivo no hubiera funcionado nunca y que, por tanto, era mejor ir a elecciones.

En este sentido, desde el PSOE se insistirá mucho en el discurso realizado por Sánchez en la investidura fallida de julio, cuando aseguró, ante Iglesias, que “si para ser presidente debo renunciar a mis principios, no seré presidente”.

2. No se podía depender de ERC

Esa afirmación, de hecho, se usará también para recordar que, de haberse formado gobierno ahora o en julio, y ante la negativa de PP y Ciudadanos a abstenerse, ese ejecutivo hubiese dependido, sí o sí, de losindependentistas de Esquerra Republicana.

Ferraz y Moncloa reivindicarán, de esta forma, que Sánchez ha querido evitar cualquier pacto con los independentistas, y culpará a Casado y Rivera de querer obligarle a tener ese tipo de socios para tratar de sacar rédito electoral. Recordará que ya en febrero, los separatistas se unieron a la derecha para tumbar los Presupuestos y forzaron elecciones.

Este “veto” a ERC, además, servirá para demostrar que “Sánchez no quiere ser presidente a cualquier precio y que, lejos de agarrarse al asiento, ha preferido ir de nuevo a las urnas para no tener a los independentistas como socios”.

3. La meta de los 150 escaños

Las encuestas electorales que apuntaban a un crecimiento del PSOE de haber repetición electoral, obviamente, también han influido en la decisión del presidente.

Tal y como se informó en estas páginas, Iván Redondo y José Félix Tezanos transmitieron a Pedro Sánchez, el pasado mes de agosto, que el partido estaba en disposición de alcanzar los 150 escaños si se repetían las elecciones. Y el presidente también lo vio posible.

Ese anuncio, añaden las mismas fuentes, se sustentó en “estudios e informes” presentados por el Gabinete de Presidencia y también por los últimos barómetros del CIS, que indicaban un “importante crecimiento” del PSOE a costa de dos partidos: Podemos y Ciudadanos.

La tesis de Moncloa es que, tras el fracaso de la investidura, muchos votantes de izquierda que apostaron por Pablo Iglesias se inclinarán en noviembre “por el voto útil”, beneficiando al PSOE. Además, el sector más progresista del electorado de Cs abandonará a Rivera por el pacto con PP y Vox. Una tendencia, esta última, que ya recogió el barómetro delCIS de julio.

4. Alertar de la pinza de Podemos con PP y Cs

En todo caso, uno de los principales retos de la campaña será responder a los constantes ataques procedentes de Podemos, ya que en Moncloa esperan una ofensiva de los de Iglesias para culpabilizar a Pedro Sánchez de la repetición electoral y de haber vetado un gobierno de coalición con ellos.

La primera respuesta del PSOE a esa acusación será recordar que el presidente llegó a ofrecer una vicepresidencia y tres ministerios a Podemos, y que la formación morada lo rechazó inexplicablemente, absteniéndose e impidiendo que ese Ejecutivo echara a andar.

Esa decisión de Iglesias, y el posterior veto a apoyar un programa de gobierno para la legislatura, servirá para alertar del riesgo de que Podemos, una vez más, haga la pinza con la derecha de PP, Ciudadanos, e incluso Vox para impedir un gobierno socialista.

Se recordará, en ese sentido, que ya han sido cuatro las ocasiones en las que Iglesias ha evitado la formación de un gobierno del PSOE, por lo que se pedirá al electorado que, para evitar una quinta, se acuda en masa a votar, y se apueste por el “voto útil”.

5. Combatir la amenaza de la extrema derecha

Ese llamamiento al “voto útil” también se sustentará en la amenaza de la extrema derecha, representada en Vox.

El PSOE ha detectado que los de Abascal ya no dan tanto miedo. Sin embargo, se hará especial hincapié en que los gobiernos en Madrid, Murcia, Castilla y León y Andalucía, con PP y Ciudadanos al frente, están sustentados por Vox, pese a haber ganado los socialistas en esas regiones.

Se reclamará un voto masivo al PSOE para evitar que la suma de los tres partidos ponga en riesgo la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa.

6. El PP no subirá tanto y Casado tendrá problemas

La amenaza de un gobierno PP-Cs sustentado por la extrema derecha de Vox será un argumento más de campaña, pero lo cierto es que en Moncloa y en Ferraz no esperan un gran crecimiento del Partido Popular en las generales de dentro de dos meses.

En ese sentido, los datos que manejan los expertos demoscópicos del partido y del Gobierno sitúan al PP muy lejos de los cien escaños, y con una horquilla de entre 80 y 85 diputados.

En el mejor de los casos para el PP, explican las fuentes consultadas,logrará 20 escaños más con respecto a abril, pero no será suficiente para ser alternativa de gobierno. Una circunstancia, además, que le puede pasar factura a Pablo Casado.

En el PSOE recuerdan que el líder popular ya tiene una fuerte contestación interna, y una nueva derrota electoral, también contundente, puede provocar fuertes críticas dentro de su partido y que Casado se meta en problemas, con su continuidad en juego.

7. En enero será más fácil

Con todos estos mimbres, en Moncloa concluyen que la repetición electoral pondrá las cosas más fáciles a Pedro Sánchez, que tendrá enfrente a unos partidos y unos líderes aún más desgastados que ahora.

Por ese motivo, la investidura, prevista para enero, “será más fácil”, ya que “Podemos aceptará lo que sea” y Ciudadanos “también querrá negociar”. Además, tampoco se descarta, en este nuevo escenario, una abstención del PP.
 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL