Los chalés para reunirse

Cinco provincias

La Policía a través de las vigilancias, seguimientos, escuchas ambientales y dispositivos de geolocalización logró identificar a los integrantes del grupo criminal liderado por José Ramón Prado Bugallo (Sito Miñanco), así como las reuniones que organizaba. «Este elenco de bienes inmuebles formado por domicilios particulares, naves industriales, galpones, etc… son utilizados para mantener reuniones con total seguridad», señalan los informes policiales. Destacan tres chalés: uno en Montalvo (Pontevedra), domicilio de Sito; y dos en Vilagarcía de Arousa y en Bayona, domicilios de dos de sus colaboradores. Además, los narcos se citaban en una nave de Alpedrete (Madrid) -uno de los centros operativos,-, en Málaga, Cádiz y Barcelona.

«Guarderías» de coches

Del Galpón al taller

Los hombres de Sito utilizaban al menos tres lugares en Galicia para «guardar» los coches de la organización, tanto turismos como todoterrenos: un galpón en Aldea de Cobos; un garaje en Cambados y un taller en Vigo. Además contaba con dos concesionarios: uno en Algeciras, gestionado por su novia, la colombiana Claudia Viviana Delgado; y otro en Marbella, gestionado por Bruno Casado, al frente de Mercedes Costa Sol S. L.

A nombre de terceros

En Galicia

Los investigadores detectaron a los miembros de la organización asentados en Galicia al volante de una gran variedad de vehículos, curiosamente todos ellos a nombre de otras personas tanto físicas como jurídicas: «Sería una medida de seguridad habitual desarrollada por los que se dedican a esta especialidad delictiva, quienes también intentan mantener el anonimato».

Naves para las lanchas

El astillero

Otro elemento esencial era el astillero O Facho, también en Cambados, en él, junto a una nave situada en Armenteira Meis (Pontevedra), se llevaba a cabo la fabricación, preparación y acondicionamiento de las embarcaciones semirrígidas. En una escucha, Sito se queja de que el helicóptero de la Policía sale todas las noches a las once y a la una está en casa: «Pues ayer (el día que había salido una lancha del astillero), a las tres de la mañana, y nosotros en la ría a las dos y media. Tú mira las coincidencias, todos los días normal, pues ayer salió a las tres pero ya no podemos dar marcha atrás». Entre las posesiones de la red destacan el pesquero O Capricho, con base en Portosín (Ribeira) y el velero Cadenote Uno, con base en Sada.

Del fútbol al restaurante

Lugares refugio

Para Sito y su gente parece no haber mejor manera de ocultarse y pasar desapercibidos que citarse en lugares públicos y muy concurridos, tal y como como se aprecia en numerosas vigilancias recogidas en el sumario. Los agentes registraron reuniones de seguridad en el campo de fútbol de András (donde colocaron un micro); en restaurantes conocidos, como «Puerta 57», en el estadio Santiago Bernabéu; en el Vips de la calle Orense de Madrid; en la cafetería Sabora de Málaga, cerca de la estación del AVE; en el restaurante Miramar en Sada (La Coruña); en aparcamientos públicos de grandes centros comerciales, por ejemplo en Puerto Banús o en gasolineras, como una situada en Benalmádena.

Apodos o alias

De Alan a Niño

Los alias son el pan de cada día en las organizaciones de narcos. El jefe es para todo el mundo Sito Miñanco, si bien en el grupo se le llama -las poquísimas veces en las que se refieren a él- Mario. Cuando lo hacen es solo para mostrar admiración. «Cuando le vi los ojos vi el poderío que tenía ese hombre. Ese tiene un poderío…», afirma uno de sus hombres, refiriéndose a él. «Es el hombre más poderosos que hay ahora mismo en toda Europa». «Él está dirigiendo las operaciones desde su casa, va dirigiendo el barco, descarga aquí, vente para acá», sigue. Y su interlocutor responde: «Y no tiene miedo de que nadie interfiera». En otro informe policial se aporta una relación de algunos de los apodos del grupo: Alan (Luis Enrique García Arango), mano derecha de Sito; Niño (David Pérez Lago); Nuria, Chus o Prima Carola; Porche, Cheroki, Marco, Pocholo, Liber o Popeye.

Última tecnología

Software prencon

La tecnología ha sido una gran baza para Miñanco. No suelen hablar por teléfono, pero cuando lo hacen es a través de dispositvos encriptados a través de un software llamado Prencon, que blinda también los SMS, una manera habitual de concertar citas. Según la investigación, llegó a gastar 700.000 euros para traer desde Holanda a dos técnicos que instalaron en los barcos sistema de telecomunicaciones vía satélite que cifraba los mensajes.

 

 

FUENTE: ABC