Leyendo los medios de comunicación escritos, los digitales en alza y los de imagen y sonido, he sacado conclusiones muy interesantes, que seguramente no habrán escapado a la atención de mis compañeros del CNI y de los agregados militares destinados en el extranjero de habla árabe y religiones sectarias musulmanas. Envío este comentario porque hace semanas leí en este medio unos títulos que daban en la diana cuando afirmaba que «LO DE CATALUÑA NO ES SOLO UN PROBLEMA DE ESPAÑA». Verde y con asas, pensé. Ustedes sabían perfectamente, por experiencia quizás o por mucha información que les llegaba, que el golpe civil catalán no había estallado por nada y que simplemente era un «choque de trenes o de carros blindados» en el Parlament de Cataluña. Tal como se han venido desarrollando los acontecimientos, este estallido popular, la preparación del mismo, viene de lejos, casi un año. Me dicen que desde febrero, y que se sabía en las altas estancias del Estado, que no daban crédito de que el polvorín no era una broma.
El estudio hecho por los periodistas de MURCIA TRANSPARENTE, de quien soy un fiel seguidor, han estado dando en el clavo hasta el jueves pasado, cuando destapaban ustedes la ayuda exterior, incluyendo a la antigua Unión Soviética hoy Rusia, fiel aliada de China desde donde han llegado miles de urnas seguramente en contenedores vía marítima, cuando explosionó la huelga de los estibadores.
Ahora esta técnica inhumana y sin escrúpulos la emplean los separatistas, incluyendo algunos de sus jefes de religión católica que luego van a presidir funerales o a misa de la Merced. He visto esta mañana del sábado a cientos de criaturas en el interior de los colegios invitados por los agitadores de la extrema izquierda antisistema, populistas, republicanos entregados y los combatientes de primera línea de la CUP reforzados por gentuza llegada de otros países europeos. También el partido de la derecha nacionalista-católica de los señores Pujol y Puigdemont. El objetivo, la foto de los guardias civiles y de la policía nacional desalojando a los okupas escolares y a sus familiares bajo la atenta mirada de los Mossos d´Esquadra que han recibido órdenes políticas y del Mayor Trapero, ignorando las órdenes emanadas del poder judicial. Si por desgracia hubieran muertos o heridos los malos sean los agentes de la autoridad del Estado y del Poder Judicial. Una trampa tan sencilla como escandalosa ante la pasividad de un Gobierno cogido entre varios fuegos. Falta de previsión, pésimo plan estratégico y logístico y poca energía, energía proporcionada, evidente, salvo cuando se vulneran las bases constitucionales y a una democracia a la que se le ha asestado no solo una puñada trapera sino declarado una guerra urbana escalonada de consecuencias imprevisibles diseñada en despachos catalanes y otros lejanos. Si lo de este domingo terminara mal para el Estado español y el pueblo español, lo pagaría caro nuestro país, pero seguro que también el resto de Europa. Me comentaban ayer algunos compañeros de armas europeos, también jubilados, que nunca entenderán lo que está sucediendo en España, que cómo se le ha permitido a Cataluña tener un ejército de diecisiete mil policías armados, más los urbanos y guerrillas políticas que dominan la calle, y sobre todo como se le ha escapado de las manos a la justicia, la actuación completamente demencial del arbitro de la situación de seguridad ciudadana, el mayor trepa,Trapero. Giancarlo, italiano, me golpea fuerte cuando me espeta (como la Mafia). Y van proyectando al exterior la imagen, de que España es un país de salvajes represores. Pues eso parece.