La negativa de Albert Rivera a facilitar la investidura de Pedro Sánchezha llevado a los grandes empresarios a intentar acercarse a él para intentar flexibilizar su posición. Altos ejecutivos de varias compañías habían comenzado a organizar con el máximo sigilo una reunión secreta con el líder de Ciudadanos. Pero la cumbre acaba de saltar por los aires.
Algunos de los principales empresarios del país, sobre todo de Madrid y Barcelona, han realizado intensas gestiones -de forma discreta- en las últimas semanas para cerrar un encuentro con Rivera antes de la votación de investidura, que el presidente en funciones ha fijado para el martes 23 de julio.
Rivera se ha mantenido siempre a una prudente distancia de la clase empresarial. Al menos, en público. Considera que visualizar un aparente respaldo de las grandes empresas del Ibex a Ciudadanos podía “contaminarle”, porque se le podría vincular rápidamente con el poder económico y financiero.
No obstante, en la gran empresa siempre se vio con buenos ojos la andadura de un partido que surgió para plantar cara al independentismo en Cataluña y como alternativa al bipartidismo a nivel nacional.
Movimientos de tres empresas del Ibex
Pues bien. Confidencial Digital ha podido confirmar que, al menos, tres grandes empresas españolas han tratado de contactar en los últimos días de manera formal con el entorno de Albert Rivera.
En esta ocasión, las compañías decidieron impulsar, a través de conversaciones informales con miembros de Ciudadanos, la posibilidad de sacar adelante un encuentro secreto con su líder a propósito de su frontal a facilitar la investidura de Pedro Sánchez.
Por si esto fuera poco, otras empresas también movieron ficha de manera más discreta mediante intermediarios. Entre estas grandes corporaciones se encuentran representantes de distintos sectores de la economía española.
Dos grandes bancos y una energética
Fuentes conocedoras de los contactos, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, citan en concreto a “dos bancos y una energética” como los más “empeñados” en las últimas semanas en organizar una reunión discreta en Madrid para convencer a Rivera.
En ámbitos empresariales se recuerda que Albert Rivera dejó el servicio jurídico de La Caixa para dar el salto a la política. Tampoco se pasa por alto el espaldarazo público de Ignacio Sánchez Galán, presidente de la mayor eléctrica de España (Iberdrola), al Plan de Energía y Clima de Pedro Sánchez, a tan sólo tres semanas de las generales.
También se destaca que, un día después de los comicios del 28 de abril, el Santander envió un informe a sus clientes en el que se posicionaba a favor de un pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, frente al escenario que se perfilaba entonces con más opciones: la alianza con Pablo Iglesias y algún partido nacionalista.
El contenido de este dossier causó bastante revuelo en círculos políticos y económicos. Los titulares de la prensa no tardaron en afirmar ese día, en sus portadas, que el Santander apoyaba un Gobierno del PSOE y Ciudadanos. Lo cual provocó también en aquel momento una reacción airada de Albert Rivera.
Máximo interés entre los directivos invitados
Según las fuentes consultadas por ECD, el interés de algunos altos ejecutivos ha sido unánime y máximo.
Cuando fueron sondeados sobre su posible asistencia a un encuentro con Albert Rivera, dieron rápidamente el visto bueno. Había gran expectación por conocer de primera mano las razones que le llevan a cerrarse en banda al PSOE. Tampoco tienen una idea clara sobre a dónde quiere ir realmente Ciudadanos.
La reacción de Rivera ha dinamitado la reunión
Pero todas las gestiones quedaron suspendidas el pasado viernes. Albert Rivera, en un duro discurso, instó a los que le presionan para que facilite la investidura de Pedro Sánchez, retándoles a que se presenten a las elecciones con “su propio partido” si lo que buscan es que “el sanchismo campe a sus anchas”.
Fuentes de varias multinacionales aseguran a ECD que captaron de inmediato el mensaje. Lo interpretaron como un “ataque contra ellas en toda regla”, más que hacia el sector crítico interno de C’s que lideran Luis Garicano y Francisco Igea.
El Ibex ya no confía en que se produzca un giro de Rivera. Ni en primera ni en la segunda votación ven posible una abstención. Por eso, en estos sectores empresariales “dan a Rivera por perdido”. Por ese motivo decidieron desmontar la reunión, porque “no tiene sentido sentarse con una persona que no escucha a nadie, sino solo a sí mismo”, le reprochan.
Se insistió en el carácter discreto del encuentro
Las fuentes consultadas por ECD confirman también la existencia de un pacto tácito para que la celebración de este encuentro no trascendiera.
Debía ser una reunión informal y, sobre todo, muy reservada. De hecho, la estricta condición de confidencialidad que se había establecido era la clave para convencer al presidente de Ciudadanos. Por supuesto, no habría ni prensa, ni foto de familia.
De ahí que se estuviera buscando un lugar discreto. Nada de hoteles, ni sedes de empresas, ni clubes sociales. Los invitados iban a ser convocados en un discreto local de la capital.
Se comprometieron a guardar la “máxima confidencialidad y discreción” en cuanto a la cita. Y así se exigió a cada uno de los asistentes, como condición para acudir al encuentro. Una premisa que todos aceptaron.
Algunos de los ejecutivos convocados han confesado en privado que también les interesa a ellos mantener ahora este perfil bajo, y “permanecer agazapados”. Al menos hasta que el escenario político se aclare después de la investidura. Consideran que, si la situación política da un vuelco, eso influirá inevitablemente en lo económico y por tanto les afectará.