La inmunidad de Francisco Camps en el laberinto de la financiación ilegal del PP autonómico fue un hecho muy comentado cuando los tribunales apretaban más fuerte. Eran muchos los que no alcanzaban a comprender cómo el máximo dirigente del PP autonómico pudo esquivar el asunto que recorrió la columna vertebral de su gestión y acabó destruyendo y desprestigiando toda una época.

Ahora, su suerte ha cambiado. Si bien todavía no hay una sentencia en su contra, sí que hay indicios que apuntan a que pudo participar en aquella amalgama de redes clientelares que han quedado al descubierto gracias a varias sentencias. El dinero en b con el que se financió el partido se ha posado en su horizonte judicial más próximo. A lo largo de estos años, Camps ha visto caer a quienes fueran los pilares fundamentales de su gobierno y entre ellos destaca Ricardo Costa, su hombre de confianza; alguien que terminó por colocarle en el disparadero.

La vuelta de ‘Gürtel’ para el expresidente y el amaño del circuito de la Fórmula 1 de Valencia lo vinculan directamente con el asunto de la financiación y pivotan sobre un mismo eje: la concesión de contratos y su presunto conocimiento decómo funcionaban las catacumbas del partido.

El primer aviso para Camps llegó en enero, en el transcurso del juicio celebrado en la Audiencia Nacional por el que Costa y los hombres de la trama corrupta ‘Gürtel’ fueron condenados. Costa tuvo un papel clave para meter a Camps en el entramado del que, hasta el momento, había salido airoso. Y lo hizo porque ya no había otra salida.

Las confesiones de los empresarios reconociendo que financiaron al PP a cambio de adjudicaciones millonarias le obligó a cambiar la estrategia de defensa. De negarlo todo en instrucción a pedir la prescripción de los delitos en las cuestiones previas de la vista oral y por último a reconocer algunos hechos y apuntar hacia arriba en la cadena de mando. Y ahí salió el nombre de Francisco Camps. Sin embargo, dirigir la responsabilidad del entramado para financiar de manera irregular al PP contra Francisco Camps no suponía, en principio, problemas penales para el expresidente ya que los delitos de falsedad y financiación ilegal estaban prescritos para el expresidente.

Por tanto, en esa causa y en esa sentencia Camps no tuvo cabida. Sin embargo, laFiscalía Anticorrupción tomó nota de lo que contaba Costa y buceó en las piezas de ‘Gürtel’ que todavía estaban abiertas. Encontró lo que buscaba en la 5, denominada Orange Market, que trata sobre adjudicaciones irregulares por parte de diversas consellerias y sociedades públicas valencianas a la trama corrupta y otras empresas de la trama dirigida por Francisco Correa y su lugarteniente en Valencia Álvaro Pérez El Bigotes.

La Audiencia Nacional ordenó reabrirla y ahora un juez investiga si Francisco Camps le dio indicaciones a la directora general de Promoción Institucional de la Generalitat Valenciana, Dora Ibars, para la adjudicación de distintos contratos a la filial valenciana del grupo Correa. Paralelamente, un juez de Valencia investiga el amaño en la construcción del circuito de la Fórmula 1 donde hay imputadas empresas que financiaron al PP ilegalmente a cambio de contratos.

Entre ellas, destacan dos por quedar acreditado que pagaron la deuda de los populares con la trama corrupta una vez habían conseguido la adjudicación del circuito. Es el caso de la constructora de los hermanos Martínez Berna -Homigones Martínez SA (CHM)-, que pagó 199.520 euros de la deuda que el Francisco Camps había contraído con la trama corrupta en la campaña electoral de 2007 y lo hizo inmediatamente antes y después de que el Gobierno autonómico le adjudicara la construcción del circuito urbano.

Estas pesquisas también han destapado que cuando se otorgaron oficialmente las concesiones, las empresas ya llevaban semanas trabajando en el proyecto.

 

 

FUENTE: ELMUNDO