Los autónomos de la Región de Murcia se enfrentan a una complicada situación y a un futuro incierto. La mayoría ha podido retomar su actividad pero la demanda de servicios y las oportunidades de negocio son limitadas y les afecta a todos en mayor o menor medida. La incertidumbre actual y los brotes han paralizado la toma de decisiones y les hace temer por el futuro de su trabajo. Además, las ayudas que se han puesto en marcha son insuficientes, lamentan.

De hecho, el 70% reconoce que tendría problemas para mantener su actividad o negocio en caso de nuevo confinamiento y más de la mitad ha visto reducido sus ingresos más de un 60% como refleja el barómetro de Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA. En él, además, suspenden las medidas puestas en marcha por todas las administraciones públicas para intentar paliar la coyuntura actual que padecen.

La exoneración de cuotas, el pago delas administraciones en 30 días, facilitar el crédito a coste cero y alargar las prestaciones de cese de actividad, son algunas de las reivindicaciones que solicitan. Cuatro autónomos de la Región nos cuentan su realidad y las dificultades que encuentran en esta ‘nueva normalidad’.

Marta Abellán, autónoma y Ceo de la agencia de eventos y comunicación Lalumier.

– ¿Cómo ha vivido los meses del estado de alarma?

– Durante el confinamiento no hemos podido realizar nuestra actividad habitual ya que, sobre todo, organizamos eventos. El sector está altamente perjudicado. Pero mi socia y yo no hemos estado paradas del todo. Hemos aprovechado para hacer trabajo interno y reflexionar sobre posibles actividades para esta nueva normalidad. El problema ahora es que estamos en un limbo. Nos dejan trabajar pero de facto es muy complicado.

– ¿Ha recibido alguna ayuda del Estado o la Comunidad?

– Nos hemos acogido a la ayuda para autónomos del Estado. Te bonifican la cuota y, depende de tu cotización, te dan un salario mínimo. Eso lo tengo hasta septiembre, aunque ahora han endurecido las condiciones. La situación es complicada. Te dejan trabajar pero no mucho o pierdes la ayuda. Es contradictorio.

– ¿Ha podido retomar la actividad?

– Hemos podido organizar una cita de nuestro evento gastronómico Fash Food Follow, en Jumilla. Lo tuvimos que hacer con todas las medidas de prevención, al aire libre, separar a la gente en grupos pequeños, con mascarillas, y los cocktails con servicio a mesa. Hay que controlar mucho más a las personas. Antes podían moverse libremente y ahora es imposible. El siguiente lo estamos preparando para septiembre, si las circunstancias lo permiten.

– ¿Cómo ve el futuro?

– Lo queremos ver con ilusión y optimismo. Si no, es imposible trabajar. Estamos reforzando servicios que ya tenía la empresa de marketing y redes sociales que sí se pueden realizar sin problemas, y Murcia Pasarela Mediterránea sigue en pie para noviembre. Lo ajustaremos a las medidas aforo y distancia que haya en esos momentos.

– ¿Qué le pide a las administraciones públicas?

– Desde las administraciones públicas deben hacer un esfuerzo para que continúe la actividad en todos los sectores. Lo más complicado es organizar a todo el mundo, pero es fundamental o será una hecatombe. Debemos de adaptarnos a esta nueva normalidad sin parar sectores, desde la educación al ocio.

Juana Nicolás, diseñadora y sombrerera.

– ¿Esta es la época más complicada que ha vivido como autónoma? 

– Soy autónoma desde hace siete años y sin duda es la temporada más dura que he vivido, ni siquiera se parece a la crisis anterior, que fue cuando yo empecé por cuenta ajena. No se sabe qué va a pasar y la incertidumbre lo tiene todo parado. Mi trabajo está orientado a las celebraciones y no se sabe ni cuando ni como ni de que manera se van a retomar. Las ventas son mínimas. No se cubren ni los gastos. Yo continuo por amor a mi oficio. No quiero cerrar pero es muy difícil mantenerse si no tienes cierto colchón y las facturas se acumulan. Alquiler, luz, agua, seguro, IVA, autónomos… Es demasiado.

– ¿Ha tenido alguna ayuda del Estado o la Comunidad?

– Durante tres meses no me cobraron la cuota de autónomos y me ingresaron una ayuda mínima. Lo demás que tenemos disponible son préstamos que debes devolver, no son a fondo perdido, y yo aún estoy devolviendo el de arranque de mi negocio. No es viable para muchos de nosotros. No quiero tener que cerrar mi negocio y quedarme con una deuda. Las ayudas son completamente insuficientes. Yo ya estoy pagando mi cuota y no tengo ningún tipo de ayuda. Las alternativas son difíciles.

– ¿Ha podido reabrir su negocio?

– De forma mínima. Volví a abrir el 10 de junio con cita previa, pero hay muy pocas celebraciones. He tenido algunas bodas y alguna comunicación para septiembre. Pero estos meses, que normalmente no puedo coger ni vacaciones porque son de muchas celebraciones, lo han retrasado todo para 2021. Y no tengo claro que el año próximo estemos mejor.

– ¿Cómo ve los próximos meses?

– Si las cosas siguen así, no sé si podré aguantar hasta fin de año. Espero que cambien o el futuro es muy incierto para muchos de nosotros. Mi proyecto pasa por lanzar una tienda online para la venta de mis productos a nivel nacional. Creo que es la única salida que ahora tenemos en muchos negocios.

Paco López, dueño de un barde copas.

– ¿Cómo ha vivido el estado de alarma?

– El último día que yo tuve actividad fue el 14 de marzo. Ya sabíamos que iba a ser gordo. La actividad se redujo a cero drásticamente. Pedí la ayuda y tuve suerte porque me llegó a tiempo, no como otras personas que tardaron en cobrar. Pero cuatro meses sin ingresos es mucho tiempo.

– ¿Cuándo pudo retomar la actividad?

– Me incorpore al trabajo en vísperas del día de la Región, es decir, el 8 de junio. Me tuve que buscar las mañas para adecuarme a la nueva normativa, con mesas altas separadas de la barra, que no tenía, un aforo determinado y haciendo una desinfección para tenerlo a punto. La limpieza ha primado por encima de todo. Al principio había una cierta euforia porque la gente tenía ganas de salir y poco a poco ha ido decayendo, como temíamos la gente del sector. Con los brotes, ha habido un bajonazo del 80% menos de facturación con respecto al año pasado.

– ¿Cómo afronta la nueva normativa de ocio?

– Los bares hemos perdido dinero. Hemos tenido que estar un poco de psicólogos, de policías, de controladores, porque la gente no hacía caso. Eso ha creado un ambiente hostil hacia nosotros y una sensación amarga. Algunos colegas me han dicho que iban a tener que cerrar por no pelearse con la gente. Y este final ha sido catastrófico. Lo teníamos todo en contra. Se le ha echado la culpa al ocio nocturno de los brotes cuando creo que que la falta de control, sobre todo en los aeropuertos, ha sido la causa. Aquí ya casi no había casos.

– ¿Le parece adecuadas las medidas?

– Si es para el bien común y hay que cerrar, se cierra. Ahora, hay muchos sitios donde también puede pasar. Al ocio nocturno no se le ayuda nada y tiene toda la pinta de que se nos quiere anular o cambiar. Ahora han visto la oportunidad. Las autoridades quieren un mes de agosto tranquilo. Pero veremos a ver si con el ocio nocturno cerrado los brotes siguen aumentando.

– ¿Reconvertirá su bar en una cafetería para poder continuar?

– No puedo. Un bar no es una cafetería y mi licencia es bar con música. No es lo mismo.

Sonia Pizcueta, psicóloga y especialista en terapias con caballos.

– ¿Cómo ha vivido el estado de alarma?

-He estado haciendo trabajo telemático, consultas online pero con muy poca facturación porque mi especialidad es la terapia con caballos y ha sido un sector bastante olvidado. Lo más difícil ha sido tener que decidir si pagaba el alquiler de mi local o de mi casa, lo cual me ha generado una deuda de tres meses de renta. Los ahorros es lo que me ha permitido poder seguir viviendo, pero ya se han ido. Las ayudas del estado han sido positivas porque además en mi caso ha habido mucha puntualidad en los pagos.

– ¿Le parecen suficientes las ayudas a los autónomos?

-La ayuda que hemos tenido muchos autónomos ha sido de 600 euros, que es mucho menos de lo que puedes facturar en un mes de trabajo normal. Desde luego, para todo lo que pagamos, las ayudas son irrisorias. Es algo que tendría que cambiar. Además, los que trabajamos con animales hemos estado abandonados, y si nosotros no cobramos, ¿de que van a comer ellos? Hasta el mes de mayo no he podido verlos. Y la organización entre el trabajo y la conciliación con niños pequeños en casa ha sido muy complicada. Y los préstamos ICO también tienen unas cláusulas y requisitos que no todo el mundo cumple. No todos los autónomos hemos podido beneficiarnos de esos préstamos, y he tenido que pedirlo al banco. Además las mujeres con niños pequeños a nuestro cargo y trabajando desde casa ha sido tremendo, un esfuerzo físico, psicológico y a todos los niveles, sin ninguna ayuda.

– ¿Ha podido retomar la actividad?

– Pude retomar las terapias con los caballos y los niños en junio, además con unas necesidades por parte de las familias enormes. Niños con una discapacidad física o problemas psicológicos que han tenido que parar durante el confinamiento y con familias que han asumido su cuidado en condiciones muy duras. Retomar la actividad con ellos ha sido muy importante aunque ha sido con ciertas limitaciones. Hemos elaborado una guía de buenas prácticas para afrontar la nueva normalidad.

 
 

FUENTE: MURCIAPLAZA