Te habrás fijado, supongo. En estos días de plagas, pandemias, peplas y demás alifafes, tú te pegas a la tele como un naúfrago a la tabla. En este momento de crusoes aislados y alarmados, la tele de cercanía cumple una función vital. Y ya hasta los más zelotes se han caído del burro como Pablo de Tarso del caballo y comienzan a considerar la televisión autonómica como un servicio de primera necesidad. Bienvenidos. Ese servicio fundamental lo estamos comprobando ahora con esta pandemia del bicho, como antes lo vimos, y vivimos, con la dana, las inundaciones o los terremotos. Ahí están decenas de profesionales, mañana, tarde y noche, micrófono y cámara en ristre para informarte de cuanto pasa a tu alrededor. Una ventana a tu entorno. Una puerta a la vida, ahora que el maldito coronavirus te mantiene confinado y circunscrito. Una llama a la esperanza. Una herramienta imprescindible en una crisis sanitaria como esta.
CATORCE AÑOS
La7, la tele autonómica, lleva en funcionamiento catorce años. Con sus pros y con sus contras, con sus aciertos y con sus errores; ha sido, es, una gran herramienta de vertebración territorial. Hay mucho que contarte de todo ello. Y lo voy a hacer. Vaya que si lo voy a hacer. Con todo tipo de detalles , a fuer de que se me quede algún compiyogui en la cuneta. Abro hilo, usando la terminología de tuiter, porque , por si no lo sabes, éste que suscribe fue uno de los impulsores del invento. Andaba yo por aquel entonces al frente de la Secretaría General de la Presidencia, que era la consejería que, por rango y estructura, había recibido el encargo del presidente Valcárcel de poner en marcha un proyecto con una premisa básica inicial: que fuese de largo la de menor costo al erario público. Ruiz Vivo sería el encargado de encontrar la formula televisiva adecuada, Fernando De la Cierva, mi brotheren Presidencia, buscaría el mejor y más fiable soporte jurídico y Patricio Valverde, Economía y Empresa por aquellos entonces, hoy flamante delegado institucional de Iberdrola, el que debería presentar las bases de un sistema de financiación público privada adecuado para que el invento no le supusiese al bolsillo de los murcianos los tropecientos y muchos millones que costaban, cuestan, las televisiones catalana, andaluza, valenciana, madrileña, canaria, gallega o vasca ( aunque, ojo al dato, en realidad esas teles autonómicas las pagamos todos porque se acaban sufragando desde el fondo interterritorial del Estado). Y si al final las pagamos nosotros también, por qué, me dije, los murcianos no podemos disponer de un servicio que sí tienen madrileños, gallegos, valencianos, vascos, canarios, andaluces o catalanes.
TVE, PRIMERA PARADA.
Lo primero que hice fue irme a Madrid. Llevábamos casi una década colaborando con RTVE con fórmulas muy rentables para ambas partes. Cuando no tienes presupuesto, multiplica tu imaginación. Había conseguido comprarle a Eduardo Olano, director comercial hoy en el grupo Antena 3, los espacios de desconexión territorial de modo y manera que durante años en todas las desconexiones de toda España lo único que salían eran imágenes de la Región de Murcia. 365 días a tutiplén, mañana , tarde y noche, recordarás, por poco más de cuatrocientos mil euros. Pronto se apuntaron al ingenio casi todas las comunidades autónomas empezando por la andaluza y la gallega. Y en el convenio habíamos logrado introducir , gracias al maestro Miguel María Delgado, murciano de pro, aquellas galas “Murcia, qué hermosa eres” todo lo vintage que tu quieras , pero que llegaron a superar en audiencia al Roland Garrós ( ver hemeroteca de la época) . Hablar hoy de un share del 42 por ciento es impensable, casi utópico. A principios de siglo esas galas que aún hoy siguen produciendo millones de impactos en youtube o en programas televisivos de reposición, lo alcanzaban. Por no hablarte de intangibles complementarios como la difusión internacional de la Vera Cruz de Caravaca que hizo personalmente Ricky Martin y otros artistas de relieve mundial como Shakira, Marc Anthony, Bryan Ferry o Thalía. Aquel convenio anual se enriqueció más tarde, con la colaboración del alcalde de Murcia, Miguel Angel Cámara. Y el resultado es el flamante edificio del barrio de La Flota donde hoy se residencian TVE y RNE junto a otros servicios públicos informativos de carácter estatal. Profesionales trabajando en condiciones y no apiñados como en épocas pasadas. Mereció la pena.
LA2 AUTONÓMICA
Amparado en esa experiencia y en el conocimiento del medio que había acumulado, me planté en el despacho del director de RTVE para plantear lo que en rigor me parecía más adecuado. Una territorializaciónde La2. Hagamos de la segunda cadena, la cadena de las autonomías incrementando servicios y ahorrando gastos me atreví a decirle. Pero yo iba representando a un gobierno del pepé y en RTVE gobernaba un comisario político del pesoe. No descalifico.Si hubiese sido al revés , probablemente habría pasado igual. Miopes hay en todas partes. Y aquello que yo planteaba tenía buena música, como me dijeron, pero les pareció políticamente incorrecto. A seguir regando TV3 y Euskal Telebista que así nos ha ido. La de problemas que podríamos habernos ahorrado los españoles si en vez de tanto cajón de sastre se hubiese apostado, como propuse, por una única cadena de las autonomías.
Así que no había otro camino que optar por La7. No era el primer intento. Ya en época socialista anterior se había intentado con Teletrés a la que algún borde bautizó como TelePanocha porque se gastaron en una semana lo que estaba previsto invertir en el primer año. Y nos dispusimos a poner los cimientos de la que hoy es esa 7TV que ahora te suministra información de cercanía fundamental en este día a día de puertas para adentro.
Fuente: Muy Confidencial