El filme se pudo ver en el pasado festival de Cannes. Mezcla imágenes del papa con las entrevistas que le hizo Wenders, para componer un retrato que muchos críticos han tachado de hagiográfico. A lo largo del filme, el cineasta también compara a Jorge Bergoglio con san Francisco de Asís, otro hombre entregado a la defensa de los más pobres y a un estilo de vida humilde, a quien escogió el mismo pontífice cuando tuvo que escoger su nombre como papa.