A Pablo Casado le regalaron un máster y ahora le quieren regalar una exculpación. Por ser político tiene la vida regalada y la vida resuelta para pegarse la vida padre. La fiscalía del Supremo dice que no hay caso y le dice a los jueces que lo cierren. Carpetazo y a otra cosa, señorías. Hay prensa que lo celebra: también hay gente coprófaga. Y ustedes, el populacho, la chusma, los pringaos que estudian, el vulgo que trabaja, disuélvanse. Circulen. Aquí no hay nada que ver que no hayan visto ya antes. Un político que recibe una prebenda con dinero público, la prensa lo descubre y la justicia le encubre.

Da igual que la investigación periodística haya probado que le dieron el título sin ir a clase, sin hacer exámenes, sin hablar con los profesores, con sólo cuatro presuntos trabajos que no ha dejado ver a nadie. Da lo mismo que sólo a él y a otras tres alumnas les convalidaran 18 de las 22 asignaturas y que las tres estén imputadas por los mismos hechos que se le achacan a Casado. No importa que una de ellas haya confesado. Al fiscal todo eso, probado, demostrado, publicado, evidente, sólo le parecen «meras sospechas y conjeturas». Sospechoso es lo suyo.

La jueza que instruye la causa en un tribunal de Madrid, sin embargo, ve indicios claros de prevaricación y cohecho, de participación en el arreglo, porque es obvio que nadie recibe un regalo sin saberlo y porque hay pruebas contundentes de una trama organizada para favorecer a los amigos. Por eso ha imputado a las otras tres beneficiadas y sugiere al Supremo que haga lo mismo con el presidente del PP ya que ella no puede porque él es aforado.

Y qué pasa en la máxima instancia judicial: pues que el teniente fiscal que quiere exculpar a Casado fue nombrado por el fiscal general del gobierno del partido de Casado y que cuatro de los cinco jueces que tienen que juzgar a Casado han sido designados por los miembros del Consejo General del Poder Judicial puestos por el partido de Casado. Todo casado y bien casado. Los políticos nombran a los jueces que nombran a los que juzgan a los políticos. La separación de poderes y la democracia en España son más falsas que el máster del prenda.

La jueza ha sido hábil y le ha pedido al ministerio fiscal que se pronuncie sobre las compañeras de Casado imputadas, porque si le da la razón, quedará en evidencia el teniente fiscal del Supremo. También los magistrados del tribunal, si cierran el caso sin investigarlo. Nos estarán diciendo que el aforamiento es impunidad, que hay jueces que amparan la corrupción, que unos cuecen y otros se enriquecen, que tu esfuerzo no vale nada frente a su privilegio, que hay ciudadanos de segunda y una oligarquía que va en primera, que ellos tienen la vida regalada a tu costa y que la justicia española no es justicia ni es igual para todos. Eso lo saben hasta en Bruselas.

 

 

FUENTE: ELDIARIO