Blindadas corruptelas, cutres latrocinios e indescriptibles fechorías que la “trama invulnerable” pretende llevar más lejos, salen por fin a la superficie para convertirse en miserables espectáculos, bajo la tutela y dirección magistral de “un monstruo llamado bipartidismo”. Para qué vamos a andarnos con rodeos: lo único realmente claro como aberración pública en sí misma, es “la tapadera”, una lucrativa obra sin trabas en la localidad, sellada por el legendario “Sanedrín Fáctico”, la “logia caciquil” y los “despachos influyentes”. (El bipartidismo consiste básicamente, en no hacer lo que se tiene que hacer cuando se gobierna y exigir que se haga cuando se está en la oposición).

Este colectivo de opinión pública, investigación transparente y denuncia política, comete algunos errores pero sigue mereciendo la pena. De verdad. Y estas revelaciones lo demuestran. Si antes de empezar a leer estas líneas, habéis escuchado falsas justificaciones para lelos sobre ellas, probablemente os importe un carajo lo que voy a decir sobre cierta información confidencial, y o bien queréis que hable sobre la escurridiza “red clientelar”, o bien os habéis ido corriendo a comprar el periódico local para decorar vuestra colección.                                                                                                                                                            

Observando esta fatalidad, sin haber considerado los hechos, quizá se imagine el ciudadano una situación inaudita donde las cosas no son lo que parecen. Qué va, nada de eso. Hay muchos ejemplos en la historia de Mazarrón de actuaciones pistonudas para logros mediocres. El deporte y la cultura, la sanidad o la educación, en su mayor parte, son muy poca cosa en comparación con el urbanismo, infraestructuras y contratas “a la carta”. Y sólo caben dos opciones: “aceptar las reglas del juego o quedar fuera de él…para siempre”.                                        

Han logrado tejer una siniestra “red mafiosa” para encubrir el nocivo “choriceo” de los protagonistas, que pronto deben olvidar las implicaciones morales de su irónica labor: los que ordenan y ejecutan las tropelías y los que, sin mancharse las manos, blanquean y almacenan el “hotmoney”. Es la punta de lanza de un reparto primoroso, una productividad con mucha fachenda y un rosario de talentosos apaños o enjuagues sin aclarado, que dejan el pueblo y sus gentes en “pelota picada”.

En pocas palabras: obra maestra que luce bajo el sol de un pueblo arruinado por la avaricia de las élites económicas y sus Jerifaltes, los especuladores, los ávaros, los corruptos oficiales y privados, todos a una y sin que los mandamasillos de turno en el pueblo y la Región, tomen medidas drásticas para su solución. Muchos hechos denunciados públicamente ante las autoridades y los Tribunales de Justicia, siguen ocultos y sin ser investigados a fondo. Casos graves de corrupción judicializados en el tiempo, pero sin resultados satisfactorios. Roban y no se castiga. Hoy ofrecemos algunos estremecedores casos con objeto de refrescar la memoria de los que debieron actuar y no lo hicieron, las fuerzas del orden, jueces y fiscales que dicen estar abrumados por el excesivo trabajo y falta de medios. Chocante y sospechoso.                                                            

Me refiero a temas sangrantes de gran calado social, muy perjudiciales para el municipio y sus habitantes, que si hubieran visto la luz nadie habría podido cuestionar. Pero centrémonos un poco en la materia, a base de preguntas: ¿Cómo sigue sin castigo la venta fraudulenta de las parcelas sobre la rambla de los Aznares (Camposol)? ¿Cómo la comisión de investigación de la Asamblea Regional tan solvente e informada pasa de puntillas por el escandaloso asunto de la construcción ilegal de 500 viviendas? ¿Cómo se van de rositas y sin responsabilidades penales ni políticas los causantes y encubridores de la aberrante estafa, que habían interpretado ya unos cuantos golpes mafiosos de antología? ¿Por qué se sigue ocultando la ubicación y permuta del Pabellón de Deportes con las Escuelas de la República, su encaje urbano en los planeamientos adjuntos y los permisos e informes de CHS respecto a las ramblas taponadas del lugar? ¿Por qué las parcelas del Peñasco se las quedó la CARM y no el AYTO. en un juicio convenido por designio “MALAYO” e indigna injerencia municipal, típica de una película del hampa? ¿Seguimos todavía con las desventuras de una oscura firma de abogados, que transforma los casos en aburrimiento o dejadez, y seguimos siendo testigos de que los guionistas (entre ellos, amañan sentencias que el pueblo paga) nos toman por idiotas, y que donde debería haber claridad, sólo hay oscuridad, chanchullos e incertidumbre?. ¿Cuántos avales para el reparto se han dejado prescribir, sin reclamar o se han amañado en intercambios encubiertos por técnicos y políticos sin escrúpulos? ¿Cuántas enajenaciones y asaltos al patrimonio municipal mediante testaferros van desde los ochenta? ¿Se siguen recepcionando servicios en precario y aceptando cesiones de parcelas (viciadas y pésimas) en urbanizaciones al viejo estilo Bahía, Cuatro Plumas, Torplasol, Castellar,Alamillo, Camposol, Playasol… ? CONTINUARÁ…..

Al final, de otra absurda conclusión, uno se pregunta dónde está el gran cambio prometido, y es fácil imaginarse alguien de la Corporación interpretando un papel facilón y meritorio que le diera algo de margen para su recta final como servidor público. Desgraciadamente, el increíble (en doble sentido) éxito de esta legislatura, no se traduce en grandes obras por llegar, y el Gran Jefe cerrará su mandato de una manera bastante convencional y gris, haciendo recordar su talento y riesgo por la causa. Por suerte, nos queda su rutilante obra, y no me importa dar bien la brasa con ella. Ha tenido el gran mérito de mostrar todo un repertorio de emociones (soledad, vitalidad, desesperación, tensión, egocentrismo…) valiéndose únicamente de sus manos y de su tesón, y elevando la mochila escogida para este ingrato viaje muy por encima de donde se merecen realmente los que apostaron por él interesadamente.

Curiosamente, vengo de ver por novena vez, esta vez en familia “La Tapadera”, una película que me inspira y encaja al pelo con los sucesos expuestos, se identifica bastante bien con la terrible tragedia que vivimos y es imposible no buscar similitud con ellos. Es más, todo queda bastante creíble, y predecible. Adaptación homónima de la novela del escritor John Grisham (fabricante de “best-sellers”) y dirigida por Sidney Pollack, el director de ‘Los tres días del cóndor’ (‘Three Days of the Condor’, 1975). Personalmente lo que hago, y casi aconsejo hacerlo, es ver la película y dejar volar la imaginación, porque la realidad, el efecto que suscita y las sensaciones que transmite la música de Dave Grusin lo permiten. Basta escuchar ‘Mud Island Chase’ y uno ya está en una nube…pero vamos…que os la pongáis y deis al ok, no sé a qué esperáis.                             

                                                                                                                                                                

POST SCRIPTUM: ”Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.

COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTE”