LA RUINA DE 17 TRIBUS AUTONÓMICAS

LA RUINA DE 17 TRIBUS AUTONÓMICAS

13 de octubre del 2017

 

ANALISIS DE JOSE JUAN CANO VERA, PRONOSTICADO EN DICIEMBRE DE 2008

 

La propuesta de Rajoy conjunta con Pedro Sánchez y Alberto Rivera pidiendole al presidente regional catalán que se quite la careta trampa, tiene algunas dosis de infantilísmo aunque pone en una situación complicada sus relaciones con el resto de los partidos independendistas. O no responderá o volverá a torear a la Moncloa y a la mayoría constitucionalista parlamentaria para alargar el “procéss” que ya alarma al resto de países europeos, algunos de ellos con problemas separatistas, a una Europa que necesita mayor cohesión. El Parlamento europeo ha enseñado las uñas a Puigdemont, proceder que aplauden los medios de información divertidos por la españolada del toreo del seny, toreo prohibido en Cataluña en los cosos taurinos.
¿Qué cosas tiene la vida política española, cuarenta y seis millones de españoles y españolas pendientes de la decisión definitiva de Puigdemont, cuya peluca vertical le impide ver la realidad, la caída de Cataluña en manos de unos conspiradores? Una región espléndida que están destrozando unos aventureros investigados por la Justicia y numerosos servicios de inteligencia por sus conexiones extranjeras. Una Justicia desbordada y crispada por el peso de la responsabilidad que le ha delegado el Gobierno y los constitucionalistas, víctimas de un chantaje que ya utilizó ETA contra el Estado del Derecho, el PARLAMENTO Y LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS , y que ahora utiliza con calculada equidistancia la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no se ha mojado ni los tobillos.

 

El que si se ha mojado ha sido el mayor TRAPERO, jefe de una Policía política prácticamente armada y militarizada, dotada de todo tipo de armas largas de guerra de última generación, un pequeño ejército de catorce mil hombres y mujeres. Si este individuo fuera oficial o jefe del Ejército destinado en los Mossos, ya estaría crucificado. La justicia tiene graves fallos y miedos que corregir.                                                                               

 

 

La posición precisa y justa de la mayoría silenciosa y de la opinión pública, que es la que vota siglas y políticos, es que no se pueden establecer varias Españas de dos y hasta tres velocidades. Si Cataluña y el País Vasco son grandes no solo por su sus propios méritos, leo, sino porque históricamente han sido mimadas económicamente por los distintos gobiernos del Estado, que la extrema izquierda apoya ahora por objetivos electorales.También el régimen franquista se volcó con ambas comunidades autónomas privilegiadas que aclamaban al dictador en sus largas visitas y estancias veraniegas. Seguir esta línea de chantaje y presiones, pudiera arruinar no solo a las “regiones históricas”, sino seguramente a los políticos y partidos que colaboren en la implantación del sistema abusivo del agravio comparativo y posteriormente den paso al temido EFECTO DOMINO, una cola de regiones solicitando por las bravas su derecho a decidir. 
Estamos en una situación critica al borde de los acantilados a los que nos empujan las izquierdas que realmente tratan de dar un golpe para cambiar el actual régimen de monarquía parlamentaria. Solo un Pacto de Estado sólido o una coalición de salvación nacional harían factible una salida afortunada para evitar un estallido de la clase de Eslovenia en 1990, un modelo que terminó en una tragedia sangrienta.

 

Negociar SI, pero qué. La Constitución tiene sus dogmas infranqueables que no pueden ser liquidados para dar paso a una crisis pre revolucionaria que apoya la CUP, Podemos e Izquierda Republicana. Desde mi sencillez profesional yo le hubiera sugerido a Rajoy que hubiera exigido a Puigdemont una agenda de peticiones concretas como base para establecer un diálogo con resultados asumibles que no violaran la Constitución, empezando por la unidad nacional y otros doce artículos  intocables que supondrían devaluar el Estado de Derecho y el de Bienestar. Una sinopsis de lo que quieren y hasta donde nos quieren llevar con una serie de movimientos de parchís.

 

Hace nueve años en diciembre de 2008 escribí un largo artículo en el que pronosticaba a donde nos iba a llevar el Estado de las Autonomías convertidas en virreinatos arbitrarios que fue obra de una Ley Electoral injusta y conflictiva a la sombra de una Ley de Enjuiciamiento Criminal que protege de forma inmoral a la clase política y que sigue funcionando favoreciendo las actividades de corrupción como bien sabemos en nuestra región donde las filtraciones interesadas rompen el equilibrio informativo, filtraciones salidas del Palacio de Justicia, que tiene una oficina de prensa de lujo inoperativa. Bien haríamos los medios maltratados en tomar medidas contundentes con los que no respetan la igualdad de oportunidades o confunden el ejercicio de la abogacía con un negocio.
 

Escribía, resumiendo, lo que ahora nos está tocando en una lotería de premios gordos según si eres Comunidad Autónoma histórica o una Murcia, reino  de tercera.                                                                                            

 

 

“El Estado de las Autonomías”, tal como funciona en estas fechas, un hueco por donde cuelan todos los peores instintos de los oportunistas y arribistas y los iluminados pensando transformar España en un conglomerado balcánico bañado en guerras regionales, como las púnicas, es el fracaso histórico más significativo de los últimos siglos desde la Edad Media cuando nuestro país era un conjunto de reinos que se hacían la guerra olvidando que el enemigo sarraceno dominaba prácticamente la Península Ibérica. Los padres de la Constitución pusieron más voluntad de negociación que inteligencia y preocupantes desconocimientos serios de la historia de España desde la época de los tartesos, pero el llamado Estado de los regímenes regionales que un día no muy lejano aspirarán hasta a tener sus propias fuerzas armadas y centros de poderes económicos y financieros, terminarán y nada extraño es hasta sus embajadas como ya han insinuado los nacionalistas catalanes. También andamos en la Región con los viajes comerciales organizados por el sátrapa con sus largas comitivas empresarias para hacer turismo político acompañado siempre por un equipo de eficaces periodistas que contaran sus éxitos y la estrecha amistad murciano-mauritana. Los españoles confían en estos nuevos gestores del desarrollo que generalmente terminan en comunicado de intenciones pero no van a más allá de divertirse incluso con sus esposas, que siempre es un adorno.

 

 

El Estado de las Autonomías es ya el sembrado de un campo de minas que nos está costando millones de euros, un despilfarro que no me cabe duda terminará en sonoros déficits de números rojos, cuando ya la crisis esté comiéndonos los pies. Unas comunidades minoritarias gobernadas por un nacionalismo de proyectos ocultos que se han desarrollado en virtud de una Ley Electoral que exigieron para votar el proyecto de una Constitución que posiblemente acabará siendo reformada en el peligroso Articulo Octavo, aunque me embarga la duda si llegaremos a tiempo. Los líderes regionales, descontrolados, han convertido la vida nacional en un mercadeo en el que no se venden ideas, sino intereses personales, negocios millonarios y un montaje todavía en ciernes que trafican con una corrupción consentida que amparan los que no debieran hacerlo y por la escasa atención de una justicia que va a remolque y al amparo de sus protectores políticos, y con escasos medios para frenar sus actividades. Estamos convirtiendo España en diecisiete tribus articuladas por El Corte Inglés, la ONCE, la Liga de Fútbol y la Champions en donde se exhiben banderas e himnos. En esto estamos. En medio del vacío social, los partidos se suben sus asignaciones hasta un cinco por ciento. Y si algo les sobra, se gastan la pasta gansa en mechas rubias, pilates y cruceros. La crisis incipiente no afecta a todos como ese agua que no llega aunque llevemos siglos reivindicando soluciones. Y para que la cosa no quede en el  vacío informativo, se montan televisiones regionales con mandos legionarios que acatan sin más las órdenes de los mandos y comisarios políticos o hacen derramas de publicidad institucional entre los medios de información aborregados en los que la publicidad normal apenas llega, porque nuestros autónomos no venden ni para comer. El despilfarro de esas televisiones caciquiles es bestial, hasta en los pueblos, todas juntas producen al erario público nacional un déficit total de más de CIEN MIL MILLONES de euros.Y más miles en la compra de flotas de vehículos blindados oficiales, para que sus señorías, y a veces hasta las familias, lleven a los pequeños al colegio.       

 

 

 

O lo que asombra y tememos, las locuras secesionistas de casi la mitad de las Comunidades Autónomas combatiéndose entre ellas, ver como vapulean a Murcia con el problema del agua, que ha elegido el camino de la política en una actividad cicatera, egoísta y en peleas de casas de meretrices, con perdón de estas mujeres. Y sobre este panorama  serio, el que más nos da miedo por sus consecuencias, es la extensión de esa mancha de aceite grasienta de la corrupción, a la que hay que combatir. En fin, un cóctel de desatinos que VALCÁRCEL califica con un MURCIA VA BIEN. Lo vemos en su persona y en sus legiones de pesebreros y comisarios políticos establecidos en ciudades y pedanías. El derecho a la defensa de los intereses naturales del pueblo, se ha quedado en la cola de un tren autonómico en el que el farolillo rojo, se sitúa una Murcia batiendo, desgraciadamente récords desgraciados.

 

Nueve años después de escribir este análisis indignado nuestros pronósticos han superando las viejas sospechas. Al Gobierno y los constitucionalistas les pueden los golpistas. La debilidad, la responsabilidad y la prudencia en estos casos son inútiles cuando enfrente tienes políticos sin escrúpulos que utilizan la coartada del independentismo como vehículo para alcanzar objetivos alejados de los intereses del pueblo que cada día entiende más que sus políticos son una fauna que se comen el alma en festines parlamentarios ignorando los otros graves problemas sociales que afectan casi al setenta y dos por ciento de la población española. Queda claro que no les interesan nuestros problemas, sino los suyos propios y las instrucciones que les llegan del exterior. Termino con una frase dedicada a Rajoy: AUDACES FORTUNA JUVAT CONSUL IMPERATOR. O lo que seas en el futuro a partir del lunes. Que la Fiesta Nacional de ayer, se alargue pero para todos y no solo para las minorías. Los otros, los que se ponen pálidos de rabia tienen las puertas de las fronteras abiertas para viajar a sus paraísos fascistas o norcoreanos y otros muchos las de las cárceles, si la justicia no es un cachondeo como dijo hace décadas el alcalde de Jerez.                           

 

 

 

J.J. CANO VERA       

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