Las cifras regionales contrastan con los datos positivos de las administraciones hasta octubre, expuestos ayer por Montoro

 

El Gobierno espera que España abandone «muy pronto» el programa de déficit excesivo de la UE. Es decir, lograr salir de la vigilancia estrecha de la Comisión Europea en la que lleva inmersa desde el inicio de la crisis. Así lo dijo ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al presumir de unos datos de ejecución presupuestaria del tercer trimestre bastante favorables, gracias a la mejora de la recaudación tributaria y al superávit registrado por las comunidades autónomas y corporaciones locales. La nota discordante viene de nuevo de la Región de Murcia, que junto a la Comunidad de Madrid, ambas con una déficit de 294 millones, lideran el resto de territorios autonómicos que no están en superávit: Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, y la Comunidad Valenciana. La Región de Murcia, junto a la valenciana, son dos de las comunidades más castigadas por el modelo de financiación autonómica, pero la región vecina ha logrado hasta octubre contener mucho mejor su déficit. De todas las comunidades con déficit, solo Murcia y Madrid están gobernadas por el PP.

Si se analiza el comportamiento individual de las comunidades hasta octubre, todas cumplen el objetivo del 0,6% con la excepción de Murcia (0,97%). De hecho, hasta nueve autonomías tienen un saldo positivo. En cualquier caso, la previsión de organismos como la Autoridad Fiscal (Airef) es que el subsector cierre el año con déficit, aunque cumpla el objetivo marcado.

La valoración del ministro Montoro, que hizo ayer un análisis global de todas las administraciones públicas, fue sin embargo optimista. Y es que el déficit hasta octubre se redujo un 43%, según datos publicados ayer por el Ministerio de Hacienda. En concreto, el desfase entre ingresos y gastos se situó en los 17.062 millones (con la ayuda a la banca habría que sumar 403 millones más), frente a los 29.993 millones del mismo periodo del año pasado. Es decir, el déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en el 1,46% del PIB en los nueve primeros meses de 2017. Una reducción significativa respecto al 2,68% registrado en 2016. Una evolución positiva que, como el propio Montoro reconoció, acerca el cumplimiento del objetivo del 3,1% pactado con Bruselas este ejercicio. Un escenario que abriría las puertas a situarse por debajo de la barrera del 3% en 2018 y lograr un mayor margen fiscal ante las autoridades comunitarias.

El buen comportamiento del déficit tiene como uno de sus protagonistas el superávit de un buen número de comunidades autónomas. Toda una novedad para unas administraciones que, en años anteriores, han sido señaladas como responsables -junto a la Seguridad Social- de la desviación en el déficit. Sin embargo, hasta el tercer trimestre, los gobiernos regionales en su globalidad tenían un superávit de 992 millones (0,09% del PIB), lo que supone un giro de 180 grados respecto al déficit de 2.044 millones detectado en el mismo periodo del año pasado. Una mejora que se amplía con los datos de octubre, también publicados ayer, y que elevan el superávit autonómico hasta los 1.267 millones. Unas cifras positivas provocadas por la liquidación del sistema de financiación de 2015, que supuso una inyección de 993 millones más a favor de las comunidades. También de las mayores transferencias del Estado este año (5,4% más) por la mejora de los ingresos.

Los ayuntamientos son la otra administración que contribuye a cuadrar las cuentas públicas. De hecho, llevan encadenando superávits desde 2012 y los datos hasta septiembre apuntan a una mejora de esos números. Y es que las corporaciones locales lograron un saldo positivo de 5.919 millones, lo que supone un 11,2% más que el año pasado. La previsión de la Autoridad Fiscal es que logren un superávit del 0,6%, que ayudará a compensar los desfases que se produzcan en otras administraciones.

Desviación del Estado

Hacienda también publicó ayer los datos de ejecución presupuestaria del Estado hasta noviembre. Un desfase que se situó en los 18.217 millones, lo que supone una reducción del 35,1% respecto a 2016. Esta mejora no impide que la administración central vaya a incumplir su objetivo del 1,1%, ya que, en noviembre, el desfase ya se situó en el 1,56% del PIB. En cualquier caso, el descenso del déficit estatal corresponde a la mejora de los ingresos tributarios en contabilidad nacional, un 4,7%, pasando de los 138.044 millones en 2016 a 144.521 millones en 2017. El IVA lideró el avance de la recaudación con un incremento del 5,7% hasta los 61.590 millones. El IRPF también ascendió un 3,5% hasta los 31.344 millones.

 

 

 

 

 

 

 

FUENTE: LAVERDAD