Jorge Bustos, jefe de Opinión de Ciudadanos -perdón, de «El Mundo»- fue uno de los que corrieron a insultar a la vicepresidenta del Gobierno cuando interpuso su providencial recurso contra la a todas luces fraudulenta investidura de Puigdemont. En un tweet -porque la nueva intelectualidad de la derechita cool es muy de tweet y rasga- dijo: «Dónde está ese ejército de infalibles abogados del Estado. Otro paso en falso del Gobierno y Puigdemont reforzado para intentar el martes la fiesta telemática que el Gobierno decía que no se iba a celebrar».
Ayer Puigdemont le contestaba vía sms, esa otra gran herramienta de los más hondos estadistas. «El plan Moncloa triunfa. Supongo que tienes claro que esto se ha acabado». La novedad es que hemos tenido acceso a la confesión por escrito, pero cualquier persona medianamente informada en Cataluña sabía perfectamente, desde la misma tarde en que se aplicó el artículo 155, que el independentismo se había acabado y que tanto Esquerra como Convergència tenían y tienen la absoluta prioridad de destrozarse entre ellos y, los dos juntos, acabar con Puigdemont: sí, Carles, tienes en esto toda la razón: los tuyos te han traicionado. También los tuyos de Junts per Cataluña, ansiosos por instalarse en el poder y hablar de ti en pasado.
El presidente Rajoy ha ganado sin usar ni un gramo más de la fuerza estrictamente necesaria. Ha ganado a los independentistas y ha ganado a la España histérica, mezquina y federica que con su resentimiento tira del país hacia lo funesto. Los de las tantísimas lecciones al Gobierno también han sido derrotados en su siniestra oscuridad. Las dos fuerzas que con más obstinación han querido destruir nuestra convivencia razonable y razonadora han hecho el «ridículo histórico» al que Puigdemont alude en sus publicados mensajes, y tanto la vida pública catalana como la Generalitat intervenida funcionan con apacible normalidad.
FUENTE: ABC