ULTRAS ATACAN A LA SOCIEDAD ESPAÑOLA EN PELIGRO DE RUPTURA

 

REFLEXIONES DE JOSÉ JUAN CANO VERA

 

Lo más repugnante es que todo el caos que se organizó fue por los bulos que corrieron vertiginosamente por las redes sociales instrumentalizadas como armas de destrucción masiva e invitación a la violencia. El senegalés cayó al suelo fulminado por un infarto y lógicamente los forenses dirán la última palabra y los abogados alargarán las denuncias acogiéndose a un garantísmo legal interminable, pero el mal está hecho porque la permisividad en los pueblos y ciudades españolas se ha constituido en una forma de vida que viene arruinando a millones de españoles que hacen cola estricta como mandatan las leyes pisoteadas por los broncos antisistemas que nos empujan a peleas callejeras o a movimientos ácratas que están al margen del Estado de Derecho junto con sus aliados del comunismo que invita a las broncas y al fracaso social del Estado del Bienestar que es el caldo de cultivo de las revoluciones sangrientas. El infundio voló cuando los pensionistas reclamaban justicia razonablemente, y sin pegar palos a la policía, que según los datos que tenemos siempre salen perdedores, heridos y humillados, porque los mandos políticos les han ordenado que pongan las dos mejillas, como si los maderos no tuvieran madre y familias, en un clima de violencia que llega del exterior para que la guerrilla urbana cree el clima perfecto para reírse del Estado de Derecho o nos atemorice y dejemos que las mafias de los manteros se rompan la cara, se enfrenten a la policía y sean explotados como esclavos bajo el indignante eslogan cabrón del ¡¡barato, barato, barato!! que les da derecho a comer una sola vez después de recorrer miles de kilómetros buscando una rayo de sol, dando el salto a Europa, espoleados por las mafias del Mediterráneo. La mayoría llegados de dictaduras criminales o de los centros de entrenamiento del terrorismo yihadista para infiltrarlos en el nefasto sistema capitalista que merece ser quemado. Todo ello bajo la cobertura de millones de euros y dólares y petrodólares que mantienen una crisis de enfrentamiento de dos civilizaciones muy distintas, la tiranía medieval y el mundo libre con unas democracias que van dejando un rastro de sangre porque los liberticidas han sido instruidos por el nuevo nacional-comunismo que gobierna Putin y sus colaboradores ideológicos.

 

 

El elevado grado de permisividad que se tolera en España agrede a una sociedad cada vez más arrinconada por minorías que han ido subiendo de forma gradual desde que la nueva política, la de «las canas fuera» en «este viejo país» ha descolocado a un Estado en decadencia que permite ser gravemente insultado, provocado y erosionado sin que el Estado de Derecho, altamente politizado en corrientes progresistas y conservadoras,se dedique a hacer cumplir las leyes y mantener la tolerancia cero frente a una gentuza delincuente que se esconde tras las siglas de un partido o partidos, cuyos objetivos los tenemos claros los que formamos la mayoría silenciosa. Se permite todo, aquí y los tiros que nos pegan desde más allá de nuestras fronteras, como ese juez de Bruselas que afirma sin ningún pudor jurídico que quemar unas fotografías de la familia real española no es un delito, ni siquiera una falta, se quema la bandera y se pita el Himno de España el más mudo del globo, cuando los energúmenos asaltan estadios, chocan con los antidisturbios y han convertido las calles del país en una guerrilla urbana para obtener ventajas y beneficios inconstitucionales.

 

Ya vivimos rozando la anarquía social hasta el punto de que el español es considerado como una lengua extranjera, nuestras tradiciones que han forjado nuestra personalidad las desean cambiar por auténticas barbaridades de costumbres atávicas y sectas religiosas que predican la humillación femenina, la enseñanza analfabeta, la estocada al debido respeto al adversario y a las mismas personas, esposas, maridos, hijos, padres, abuelos, hermanos, como vía para corromper a las familias, que según los salvajes de las selvas ideológicas, es el instrumento más caro para un Estado leninísta que donde ha gobernado han convertido la vida en un martirio y hasta en un manicomio donde internan a la oposición. Sean de extrema izquierda o derecha. Han asesinado millones de seres humanos los nazis y ha batido récords el stalinísmo que hasta han levantado muros, como pretenden otros locos de hoy, que dirigen naciones como Estados Unidos. Son las barreras ideológicas extremistas y las del dinero desalmado que terminan en guerras exterminadoras como esa tragedia sin nombre de Oriente Medio, pagada por la Rusia, la de los zares, la del comunismo y este fascismo de ahora que vota con mayorías aplastantes, bases populistas por donde anda la Venezuela de Maduro o la Bolivia de Evo Morales o esa Siria, matadero de civilices bombardeados sin sentimiento humano alguno.   
 
 

 
 
Aquí nos quieren llevar, la primera piedra se ha levantado en Cataluña, con ladrillos de odio, rencor, xenofobia, venganza, cinismo y abriendo trincheras abiertas para enterrar la Democracia y a los que creemos en ella. En fin, hace unos días leía en un diario local unos titulos escalofriantes, estos, amigos lectores: «LOS CASOS DE VIOLENCIA CONTRA LA INFANCIA SE HAN DUPLICADO EN SEIS AÑOS. EL MALTRATO FÍSICO ES EL MAS EXTENDIDO, CON LA FAMILIA COMO PRINCIPAL AGRESOR».

 

Horror. Hace años, pocas décadas o lustros, los abuelos y los niños eran los seres humanos más respetados e incluso adorados en las familias. Pregunto angustiado ¿es esta la DEMOCRACIA con la que soñábamos cuando la dictadura desapareció o es esta otra que nos fustigan con el látigo unos partidos que manejan unos indecentes con rasgos de perfidia crónica capaces de llegar a cualquier lugar indeseable a cualquier precio y violencia intelectual o armada?.

 
 

Seguro que no, al menos la mayoría absoluta del pueblo español no la quiere. Conozco otras que si son ejemplares, dignas, justas y alfabetas, solidarias y respetables. La nuestra está siendo arrastrada por los suelos por los mercenarios de la violencia política que pagan las mafias del dinero y montan espectáculos denigrantes, maniqueos, sectarios. Pero no nos rindamos, los españoles hemos sabido salir de otras emboscadas, aunque esta cuenta con la mortífera arma cruel de voluntades capaces de arrojarnos al odio que brota de una libertad de expresión nuclear utilizada para ahogar la paz, no la de los cementerios, sino las que generan las democracias que saben vivir mirando a la luna y no al dedo índice de los autócratas, los que han sido y serán los jinetes del apocalipsis de todas las épocas que nos persiguen, hasta a nuestras sombras. Tengan en cuenta, y no es una anécdota, que lo de Lavapiés es el futuro si no se impone la Ley y la verdad en Europa y sus fronteras del Este y el sur mediterráneo. Perfecta frase de Jon Juaristi: «EL FRACASO DEL IMPERIO DE LA LEY CONVIERTE A LAS VíCTIMAS EN LINCHADORES». Estamos inermes y desprotegidos ante la violencia criminal que aplaude la permisividad absoluta y el garantísmo empleado como escudo en una sociedad desestructurada por el miedo. Los buitres han olfateado la carroña electoral y ese es el negocio.       
 
 

 
 

J. J . CANO VERA