UN OT PARA LA REGIÓN

 

SI QUE NECESITAMOS UN OPERACIÓN TRIUNFO para la región murciana. Una selección, un honrado concurso de los mejores, hombres y féminas, que unidos, formando un coro, entonemos un HIMNO a esta Comunidad Autónoma que hasta esta hora de la madrugada, brillando las estrellas, no hemos sabido elegir a los mejores tenores y sopranos, cuyas voces resuenen en esa enorme plaza histórica que es nuestro País arrinconado por los que no afinan ni sus instrumentos políticos ni sus cuerdas vocales sin música coral, sino un desafortunado concurso electoral con ruidos selváticos que terminan haciendo daño a los atentos oídos del pueblo murciano castigados porque nos aporrean y así mismo al RESTO de España.

Una selva que da miedo, temor y genera asombro a la vieja Europa, que de nuevo tratan de raptar los jinetes del populismo mezclados con los refuerzos de otras etnias entre corrompidas o golpistas de los dos extremos llegados de otros mundos infectados por el odio.

La Región de Murcia debe elegir a los mejores desde las plateas y los móviles de llamadas cabales para despertar de la prolongada pesadilla de las cuatro décadas ominosas, y refundar una Democracia de buen oído, música y voces. Una Democracia filarmónica y no bandas  de mucho ruido, escasa armonía y pocos aplausos que se llaman nueces. Como compositor de letras de renglones firmes, y director de batuta sabia que sepa entender, comprender y conocer las partituras que suenen como himno a la alegría popular.

 

 

Que se vayan con la música a otras partes los protagonistas de las escandaleras que han destruido parte de nuestra Historia, ofreciendo lecciones desde los chiringuitos de organizaciones musicales de carnavales tribales y partidos desafinando que no han sabido estar a la altura, con sus gallos estridentes, en un concurso para gente decente que pide, pero ya, esa  música relajante que eleve nuestros resecos espíritus dañados por  campañas orquestadas, sin hueco en un Estado de Bienestar, digno, solidario y especialmente humano.

Sí, vamos a levantar nuestras voces y que la Operación O.T. murciana de concursantes que suenen bien con música que regale los sentimientos de una región apabullada por el tam-tam  de las tribus. Murcia no va bien, y por la información que ofrecemos, nuestra y de otros colegas, con problemas y predicción de ir a peor. Música, maestros.                                               

El deseo de los buenos ciudadanos de Murcia, es que nuestras orquestas y nuestras voces, suenen tan estupendamente como los finalistas de O.T. de TVE. Lo contrario es no estar en Europa. No es frivolidad, ni una pizca. Es que somos felices cuando en nuestra gran Nación o Comunidad Autónoma se hacen las cosas bien, lógicamente sentimos una alegría emotiva, somos unos románticos aunque no se lleve. 

 

 

UN DESEQUILIBRIO QUE AMENAZA EL FUTURO

 
Las sirenas han dejado de ulular. La economía global parece haber puesto tierra por medio con ese abismo hacia el que fue arrastrada por el colapso financiero y los años de excesos y desequilibrios. Las grandes potencias han recuperado el pulso en mayor o menor medida y el FMI, abonándose al optimismo generalizado, revisaba esta semana la previsión del crecimiento mundial hasta el 3,9% este año y el próximo. 

                                                                 
 

 
Las señales de reactivación parecen sólidas, pero las estadísticas, que no son más que una fotografía movida de un mundo en permanente mudanza, no son capaces de reflejar un nuevo germen de inestabilidad que se agiganta en el presente y amenaza el futuro: la desigualdad en el reparto de la riqueza, un germen de frustración y convulsiones que puede acabar alentando nuevos y reforzados populismos.

Curiosamente ha sido el Foro Económico de Davos, el quién es quién anual de las élites empresariales y políticas globales, el que ha puesto cifras y voz a esa sensación generalizada de que la recuperación apenas se ha notado en muchos bolsillos. Ya el lema del evento, << Crear un futuro compartido en un mundo fracturado >>, es bastante explícito sobre los riesgos de perpetuar sociedades en las que se avanza a distintas velocidades. O en las que muchos siguen en punto muerto. Este Foro, nada sospechoso de albergar vocaciones antisistema, elabora cada año un Índice de Desarrollo Inclusivo (IDI) que, además del recurrente PIB, reúne otros indicadores para tratar de medir el estado de la salud económica de un país: esperanza de vida, ingresos medios de los hogares, desequilibrios generacionales, ahorro…

Distintas variables para intentar conseguir una imagen algo más nítida del momento. Y la instantánea no es bonita: mientras que las economías más avanzadas experimentaron un crecimiento del PIB del 5,3% entre 2012 y 2016, el índice de inclusión apenas mejoró un 0,01%. << Décadas de priorizar el crecimiento económico sobre la igualdad social han llevado a niveles históricos de desigualdad de riqueza e ingresos >>, recalcan los autores del informe, en el que España no sale bien parada: entre las 29 economías más avanzadas ocupa el puesto 26. El informe no ofrece muchas soluciones, pero al menos activa las alarmas. Y las sirenas deben hacerse oír entre el estruendo de la autocomplacencia. Como subrayaba FelipeVI en su primera intervención en Davos, << el crecimiento económico no solo debe llevar a luchar efectivamente contra el desempleo, sino también a reducir las diferencias económicas >>.   
 

 

“MENOS IMPUESTOS, MÁS SALARIOS”   

 

 

La reforma fiscal impulsada por TRUMP, es sin duda lo mejor de una gestión sometida a demasiadas controversias y a su indeclinable manía por seguir en el ojo del huracán. Esa rebaja impositiva no solo se está traduciendo en una subida generalizada de sueldos para millones de trabajadores, sino que contribuye a reforzar el crecimiento de la primera potencia mundial, demostrando así que, una vez cubiertas las necesidades básicas del Estado, el dinero siempre está mejor en el bolsillo de familia y empresas. La rebaja del Impuesto de Sociedades del 35 al 21% ha originado un reguero de aumentos salariales en más de 260 grandes compañías, vía nómina o reparto de bonus, beneficiando con ello a tres millones de empleados de forma directa. Además , dicha reforma, cuya redacción de impuestos se estima en un total de 1,5 billones de dólares, está propiciando la repatriación de los ingentes beneficios acumulados en el extranjero por parte de multinacionales estadounidenses. Tan solo el traslado a suelo americano de los más de 250.000 millones de dólares que posee el gigante Apple supondrá unos ingresos extra de38.000 millones a las arcas públicas, así como importantes inversiones productivas.                                                                                                                                                             

En general, los efectos de las rebajas fiscales son siempre muy positivos, ya que, por un lado, las empresas disponen de un mayor margen para mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, lo cual, a su vez, eleva la capacidad de ahorro y consumo de las familias, al tiempo que, por otro, impulsan nuevos proyectos generadores de riqueza y empleo. La configuración de un sistema fiscal sencillo, transparente y con tipos reducidos es la mejor receta para alentar el dinamismo empresarial y el bienestar de la población.                                                                   

 

 

EL MODELO ECONÓMICO QUE PROPONE EL LENDAKARI VASCO HUNDE A MURCIA

 

 

INFORME DEL DIRECTOR DE FEDEA, ÁNGEL DE LA FUENTE

En pleno debate sobre los privilegios forales del País Vasco, el pasado mes de diciembre, tras la aprobación de la ley del Cupo en el Congreso de los Diputados, el lendakari Íñigo Urkullu proponía al resto de las comunidades utilizar el concierto vasco como modelo de referencia para la futura reforma de la financiación común ante la quiebra del café para todos. Sin embargo, la mayor amenaza para la viabilidad del Estado de Bienestar sería que todas las comunidades autónomas tuvieran su propio sistema de cupo o aportación, a imitación del País Vasco y Navarra. Así lo confirma un informe elaborado por el director de Fedea y autor de las balanzas territoriales del Ministerio de Hacienda, Ángel de la Fuente, en el que calcula qué ocurriría si se generalizara el sistema de concierto en un minucioso informe.

La solidaridad regional desaparecería, las distancias entre las regiones ricas y pobres se exacerbarían para perjuicio de sus ciudadanos y el Estado tendría serias dificultades para ejercer con efectividad funciones como la Defensa y las relaciones exteriores, la coordinación de las políticas educativas y sanitarias y la promoción de la cohesión social y territorial.

Todo ello empeoraría la imagen de España ante los inversores internacionales, que pedirían más por financiar la deuda pública. Esta situación aumentaría significativamente la percepción de riesgo del Tesoro Público por parte de los mercados financieros, con el consiguiente aumento de la prima de riesgo de España, desgrana.

Solo cuatro comunidades de régimen común tendrían más recursos públicos que en la actualidad: Madrid, que aumentaría su financiación en un 54,8%, 8.038 millones más hasta los 22.408, siendo la que más recibiría en términos absolutos; Baleares, con un 31,4% más de financiación y  808 millones al año más, hasta los 3.601 millones; después Cataluña, con un 21,4% de incremento, 3.735 millones hasta los 20.985 millones; y Valencia, con 455 millones, un repunte del 4%, hasta los 10.965 millones. País Vasco y Navarra quedarían como ahora.

El resto de comunidades perderían financiación, agrandando la brecha regional. Canarias con un régimen actual especialmente beneficioso por su insularidad y menor renta per cápita, sería la que más perdería: recibiría un 83,7% menos de financiación, 4.200 millones de recorte, al pasar a 961. Como indicador, cada canario pasaría de tener una financiación de 2.422 euros por habitante a 451. Es decir, casi ocho veces menos de los 3.599 que recibiría un madrileño.

 

 

LA LLAVE DE LA CAJA                                                       

Si dejamos al margen el caso canario por su peculiar sistema, Extremadura sería la siguiente comunidad en reducir con mayor fuerza sus recursos: un 42,7% menos, 1.153 millones de recorte hasta los 1.937. Le siguen La Rioja (una caída del 22,5%), Castilla La Mancha (21,8%), Galicia (20,1%) y Andalucía (17%)3,268 millones menos, hasta los 15.310. Castilla y León (15,2%), Murcia (14,3%), Cantabria (12,5%), Aragón (4%) y Asturias (0,3%) también verían menguados sus recursos públicos, que se materializaría en un empeoramiento de la Sanidad, Educación y servicios sociales que prestan estas comunidades.

De la Fuente tilda de poco convincentes los argumentos de los partidarios de generalizar el concierto y ofrece numerosos datos. El sistema de concierto genera una distribución mucho más desigual de recursos entre comunidades que el actual sistema de financiación. El indicador de dispersión más que se triplicaría, pasando de 8,7 a 30, sentencia De la Fuente, lo que equivale a un incremento de la desigualdad similar.

Si en la actualidad todas las comunidades cuentan con más de 2.178 euros de financiación por habitante (la que menos es la Comunidad Valenciana), con un concierto general, siete regiones se quedarían por debajo de este nivel (Canarias, Extremadura, Castilla La Mancha, Galicia, Andalucía y Murcia, que ni siquiera llegarían a los 2.000 euros por habitante). Madrid y Baleares tendrían una financiación por encima de los 3.000 euros, casi el doble que Extremadura.

Al trazar el escenario de qué ocurriría si todas las comunidades tuvieran un concierto fiscal, De la Fuente, una referencia en la financiación autonómica de la que es experto independiente en el grupo de sabios para su reforma, parte de la hipótesis de que los ingresos totales son los mismos y solo cambia el reparto.

En su defensa del concierto, Urkullu aplaudía la responsabilidad fiscal que este generaba. Al generalizarlo, cada región dependería de sus propios ingresos y se haría responsable de los aumentos de impuestos o recortes de gasto, ya que no dependería del Estado. Sin embargo, el informe alerta de que esto podría no ser así ya que las comunidades tendrían la atractiva posibilidad de gastar más sin subir impuestos a base de reducir sus aportaciones al Estado. Un concierto general alteraría dramáticamente el equilibrio de poder de las administraciones en detrimento del Estado.

La Administración central dejaría de disponer de recursos tributarios propios y perdería cualquier control sobre la recaudación del grueso de los impuestos, quedando por tanto a expensas de la generosidad de unas comunidades que tendrían la llave de la caja y operarían con la tentación permanente de reducir sus aportaciones al Estado, advierte el informe.

Con este modelo confedera, las ganancias resultantes de bienestar serían seguramente mucho menores que las pérdidas derivadas de la reducida operatividad de la Administración Central, además de que plantearía serios problemas de equidad. La solidaridad fiscal, que trata de repartir la riqueza a los ciudadanos de menor renta, saltaría por los aires.

Las cosas serían aún peores si los cupos reflejasen en parte la población además del PIB, anuncia el documento. Al aplicar la variable de población junto al PIB de cada comunidad para calcular la aportación de las regiones, Madrid aumentaría su financiación un 72%, Baleares un 35%, Cataluña un 30% y Aragón un 0,7%. El resto perderían más aún, con Canarias recibiendo un 89,9 % menos, Extremadura un 54,7% y Andalucía un 27,4%.

Los ciudadanos de las regiones pobres tendrían peores servicios públicos y menores oportunidades que los de las comunidades ricas. En definitiva, el proyecto de país desde un punto de vista económico y de convergencia social quedaría en entredicho.             

 

 

Los murcianos son los terceros en España que menos cobran por la pensión

 

 
La pensión media en la Región de Murcia que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares) es de 817,27 euros al mes, la tercera más baja del país, lo que supone 113 euros por debajo de la pensión media del Sistema de la Seguridad Social en España, que alcanzó en enero la cuantía de 930,27 euros, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

No obstante, en Murcia se experimentó un crecimiento en la pensión media de 1,7 por ciento en relación con el mes de enero del año anterior, menor a la registrada en el conjunto del país (1,8 por ciento).

En cuanto al número de pensiones ascendió a 244.397 en el mes de enero, lo que representa un incremento de ocho décimas en comparación con el mismo periodo de tiempo del año anterior, frente al aumento del 1,1 por ciento de la media nacional.

Por tipo de pensiones, en Murcia se registró un total de 138.838 de jubilación; 61.379 de viudedad; 31.840 de incapacidad permanente; 11.193 de orfandad y 1.147 a favor de familias.
 


 
 

«COLECTIVO OPINIÓN PÚBLICA»