El rescate del barco fenicio de La Isla puede esperar entre seis y ocho meses, a tenor de los últimos informes realizados por los técnicos. Los resultados «no son alarmantes», según argumentó ayer el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Román Fernández-Baca, tras la reunión que mantuvieron en Madrid altos cargos de su departamento y de la Comunidad Autónoma, asesorados por la Comisión Científica de Seguimiento del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático. El Ministerio y la Consejería de Cultura adoptaron lo que parece una solución salomónica: trabajar de manera conjunta en la conservación y puesta en valor del pecio, sin descartar, eso sí, la opción de la extracción.
El director general del Instituto de las Industrias Culturales, José Antonio Lorca, explicó que la necesidad del estudio arqueológico realizado el pasado mes de agosto se produjo «al observar la rapidez con la que se erosionaba la arena de la zona, poniendo en peligro la integridad del pecio, que se sitúa en parte sobre una roca». Por ello, dijo, se pensó en una extracción desde el principio aunque, ahora, después de los informes, se ha determinado que hay más tiempo de actuación, en concreto, «entre seis y ocho meses», porque esa erosión «no es tan rápida».
Fernández-Baca, por su parte, indicó que ahora se trabajará de forma conjunta en medidas para «estabilizar» fondo, pecio y estructura. También resaltó el acuerdo de ir «todos a una» en este proyecto y, principalmente, llegar a lo mejor para esta pieza, datado en el siglo VII antes de Cristo. Aún así, Fernández-Baca no rechazó de forma contundente la extracción y se limitó a señalar que se verá «un proyecto integral» para una «conservación y puesta en valor del barco».
La técnica de la comisión que ha estudiado este caso apuntó que en el acuerdo también se ha determinado la actuación conjunta en el caso de sacar el barco del mar, que fija que las dos administraciones tendrán que responsabilizarse y garantizar todo el proceso: los estudios históricos, el rescate, la gestión y la financiación.
El peligro de los temporales
Consejería y Ministerio se podrán a trabajar ahora en un proyecto integral de conservación «que no excluye la extracción», según indicó la Consejería en un comunicado. Añade que «los expertos han constatado la cohesión estructural de la embarcación», aunque también advierten «del deterioro progresivo» que ha sufrido el ‘sarcófago’ de hierro que cubre el pecio bajo el agua, instalado en 1999, y alertan «del riesgo que podría sufrir en el futuro por la acción de los temporales».
Así, «hasta que se tome una solución definitiva, se consolidará el sistema de protección actual y se reforzará la monitorización del yacimiento para verificar que las condiciones de conservación son las idóneas en todo momento». Hasta ahora, esas labores las llevaban a cabo los expertos del museo Arqua de Cartagena. El Ministerio remarcó que «se emprenderán acciones inmediatas para evitar que los temporales puedan deteriorar el pecio».
La delegación regional desplaza a Madrid estaba formada, además de Lorca, por el nuevo director general de Bienes Culturales, Rafael Gómez; el alcalde de Mazarrón, Gaspar Miras, y el edil de Patrimonio Histórico, Ginés Campillo, además de Iván Negueruela, máximo responsable del Arqua.