EL VOLCÁN DE CATALUÑA, UN MUERTO RESUCITADO, EL LUNES.
España, en pleno siglo veintiuno, se mantiene en la dicotomía sectaria de las izquierdas y las derechas, cuando en el resto de la Europa libre y civilización occidental camina por la transversalidad y el cambio social. Seguimos con el reloj parado en las décadas de los años veinte y treinta del siglo pasado que mantiene una clase política que sigue atrincherada en viejos odios y pocas ideas. Ya en 1926 ORTEGA Y GASSET advertía en su REBELION DE LAS MASAS, este peligroso error que llamaba «hemiplejia moral «. El volcán catalán y la invasión de varios partidos radicales que se autodenominan populistas, antisistemas y neocomunistas, arrojando lava extrema sobre la sociedad española que forma parte de la Unión Europa en fase de reformas urgentes, veintisiete naciones en busca de nuevos horizontes.
Este lunes veremos si en Barcelona se impone la sensatez o siguen montando trampas de mercaderes venecianos inspiradas por Puigdemont, Junqueras, Más y Torrent. Van a decidir quién será el candidato o el dictador de las hordas soberanistas que alimentan economicamente quienes pretenden hundir Europa abriendo una brecha, un túnel o una vía de agua en los Pirineos. La suerte estará echada y cuarenta y seis millones de españoles podríamos volver a las cavernas del viejo nacionalismo genocida.Y los europeos cerrarían el candado.
Confiar, inocentemente, en un ataque de sensatez y prudencia del golpismo, es un error de generosidad intelectual cuasi romántico, susceptible de acabar como el tradicional rosario de la aurora.
¿ Alguien, algún español despistado o en la siesta, cree que desde la realidad política que nos abrasa pueden salir soluciones para los gravísimos problemas que nos machacan, al país y a los ciudadanos ? Pues las dudas nos asaltan y podemos llevarnos un desengaño histórico. Vivimos en un estanque o en una piscina vacía como lo hemos estado en otras épocas de nuestra cruda Historia, siempre a merced de unas élites políticas, aristocráticas o plebeyas, que han transformado a los partidos en instrumento de sus ambiciones personales o familiares. O alquilados por los poderes fácticos visibles u ocultos en las sombras de las intrigas, las conspiraciones o los golpes de Estado, y enfebrecidos altamente por el VIRUS DE LA CORRUPCIÓN, como afirmaba anoche el Papa Francisco en Perú, práctica común en las llamadas regiones históricas como si el resto de las comunidades autónomas no hubierámos contribuido a la integración nacional y a la forja del pueblo español, el decano.
Deprimente para una nación toreada por una minoría y unas cuadrillas cuyo maestro del estoque matador se llaman Puigdemont cuya fuga cobarde nos recuerda la de Antonio Pérez, secretario particular de Felipe II, al servicio de Inglaterra y tres regiones traidoras. En este caso por cuestiones de política de Estado y no por monetarias independentistas a la sombra del conocido eslogan relativista de «Barcelona es bona si la bolsa sona». O hedonista, como ha sido siempre en el Condado que esconde la verdad plena de la codicia por un suculento pastel preparado en la cocina de los pujoles a los que votan miles de catalanes insensatos, con los ojos abiertos como platos, y pagan para alimentar la subversión y la ruptura, y por elevación, al otro Sistema de las dictaduras extremistas, religiosas, fascistas de Flándes y chavistas de Maduro y Pablo Iglesias, su alumno aventajado…
El constitucionalismo bobo, de manual, anda en Babia. Es de una bondad sustancialmente idiota. El escritor y periodista HERMANN TERTSCH pregunta atinadamente ¿cómo es posible que en España, un país desarrollado, los medios de comunicación no se dediquen desde hace días a otra cosa que debatir si un supuesto delincuente fugado, va a ser o no el próximo presidente del Gobierno de una de sus principales comunidades autónomas? ¿Cómo es posible que el ministro del Interior explique que un cuerpo policial catalán con diecisiete mil hombres está todo el implicado en un acto generalizado de desacato, siendo un cuerpo armado hasta los dientes, de rebelión, el pasado 1 de octubre y todos los miembros sigan armados y en funciones, y que la vía de la asonada separatista no tiene salida? Todo ello es posible porque en la política del Gobierno de Rajoy hacia los separatistas no ha cambiado nada. Todo lo que realmente ha cambiado se debe a los jueces y fiscales que han cumplido sus deberes en un Estado de Derecho.
Y finalmente el choque inoportuno entre el PP y Ciudadanos. Albert Rivera menosprecia a los populares catalanes y no le cede un escaño para que puedan conseguir un grupo en el Parlament. Todo un fallo de habilidad estratégica que viene bien a los sediciosos. Ni pasa en el Ayuntamiento de Alcorcón de los Guindos. Totalmente fulastre. El único sapo que nos queda por tragar a los españolitos de a pie, es que mañana u otro día, se nos apareciera vivito y coleando el compañero Puigdemont paseando felizmente por las cercanías de la Generalitat. Si yo fuera el zagal, me mojaría en la piscina llena de agua. Noticia global, conociendo como conozco a los colegas del periodismo colaborador.