“He recuperado mi vida”, asegura Isobel Murray, de 65 años, en una entrevista a la ‘BBC’. Se sometió a una dieta radical de sopas y batidos con muy pocas calorías y al cabo de cinco meses no solo había perdido 25 kilos, sino que ya no necesitaba tomar pastillas contra su diabetes tipo 2. Murray es una de las personas que han participado en el histórico ensayo clínico llevado a cabo por la Universidad de Newcastle y la de Glasgow en el que casi la mitad de los pacientes superaron la enfermedad tan solo mediante la pérdida de peso.
Durante décadas, los médicos han tratado la diabetes con pastillas diseñadas para reducir los niveles de glucosa en sangre. Era el caso de Murray, que cada vez que visitaba al médico le incrementaba la medicación. Al ver que la enfermedad no remitía, decidió participar en el estudio médico, cuyos resultados han sido publicados en un artículo de la revista ‘The Lancet’. De las 298 personas que participaron en el estudio, un 46% se muestra en remisión un año después. Entre estos, un 86% de los que adelgazaron al menos 15 kilos se han curado. Y, sin embargo, solo un 4% los que siguieron el tratamiento habitual (medicamentos, pérdida de peso gradual y ejercicio moderado) mostraron resultados favorables.
La ONG Diabetes de Reino Unido asegura que los resultados del ensayo suponen un hito que puede beneficiar a millones de pacientes
El porcentaje de curaciones de aquellos que siguieron el nuevo método es tan prometedor que ha sido descrito como un “punto de inflexión” en la lucha contra la diabetes tipo 2, que representa entre el 80% y el 90% de los casos de esta enfermedad y se estima que afecta a más de 400 millones de personas en el mundo. En España, el número asciende hasta los 5,3 millones, según datos de la Sociedad Europea de Diabetes. Es decir, un 13,8% de los españoles mayores de 18 años padecen la enfermedad. Si bien los antecedentes familiares agravan su frecuencia, también se debe considerar el auge de factores ambientales como el sedentarismo y la alimentación inadecuada.
La dieta consiste básicamente en no tomar sólidos: cuatro comidas líquidas al día que no eran más que una bolsita de alimentos en polvo que tenía que remover en agua. Cada caldo, de sabores como fresa o chocolate, contenía apenas 200 calorías (unas 800 a lo largo del día), pero también todos los nutrientes que necesita para llevar una vida sana. En definitiva, era tan radical y alejada del resto de dietas convencionales que dejó de cocinar, ir a la compra e incluso comenzó a comer apartada de su marido. Tras cinco meses comiendo muchas menos calorías de las habituales a través de alimentos en polvo pasó de pesar 94 kilos a 69 y consiguió superar la diabetes que la llevaba acompañando durante tres años.
Si el sobrepeso vuelve, también la diabetes
De esta forma, el estudio demuestra que los pacientes no tienen por qué seguir con la medicación habitual si en cambio siguen una dieta estricta, lo que ha sido calificado de “hito” por la ONG Diabetes de Reino Unido, organización que ha financiado el estudio. Al respecto, Roy Taylor, profesor de la Universidad de Newcastle y director de la investigación, sostiene que “los hallazgos podrían revolucionar la forma en la que se trata la diabetes tipo 2”.
“La pérdida sustancial de peso da como resultado una reducción de la grasa dentro del hígado y el páncreas, permitiendo que estos órganos puedan volver a funcionar con normalidad. Lo que ahora vemos es que adelgazar no solo está relacionado con llevar mejor la enfermedad, sino que podría tener como resultado una remisión duradera”, afirma el profesor en el estudio.
Se habla de la dieta y del estilo de vida, pero rara vez se señala la reducción de calorías como una forma para tratar la diabetes
Los investigadores sostienen que en lugar de abordar la verdadera causa de la patología, los médicos se han enfocado en reducir los niveles de azúcar en sangre a través de medicamentos y, como mucho, han llevado a cabo cirugías bariátricas para restringir la capacidad del estómago. Esta última, aunque funciona en la mayoría de los casos, es más costosa e implica un mayor riesgo. “Se habla de la dieta y del estilo de vida, pero rara vez se señala la reducción de calorías para tratar la enfermedad. Si agarramos el toro por los cuernos y sacamos a la gente de su peligrosa situación, entonces podrán superar la diabetes”, señala Taylor.
“Ahora tenemos evidencias claras de que la pérdida de peso de 10 o 15 kilos es suficiente para superar esta enfermedad”, añade Mike Lean, profesor de la Universidad de Glasgow y coautor del ensayo. Sin embargo, los investigadores no califican el método como una cura infalible, ya que si el sobrepeso vuelve, entonces también lo hará la diabetes. Para Murray lo más difícil fue volver a la rutina, es decir, a comer alimentos sólidos. Sin embargo, asegura que ahora se restringe a 1.200 calorías diarias. “Solo quiero asegurarme de que no vuelvo a engordar. Espero haber encontrado la forma para nunca más volver a tener que tomar medicamentos para diabéticos”, asegura en una entrevista a ‘Daily Mail’.