El seísmo interno en Ciudadanos por el presunto fraude en las primarias de Castilla y León sigue teniendo réplicas. La mayor crisis orgánica del partido no solo ha aflorado las deficiencias de su sistema de votación sino también la incipiente división entre el sector más centrista y el núcleo de Albert Rivera. El papel de Luis Garicano, candidato a las europeas, apoyo clave del diputado que destapó las irregularidades en el proceso, ha causado malestar en el círculo de Rivera.
En el círculo del líder cayó mal que un miembro tan relevante de la ejecutiva como su candidato a las europeas cuestionara hacia fuera una decisión estratégica de la cúpula, en este caso el fichaje de una ex dirigente del PP que podía atraer a Ciudadanos voto rural castellanoleonés y popular, según sus análisis. «Va por libre», apuntan sobre Garicano fuentes de la dirección, que trasladan el malestar del entorno del líder. Tras el caso primarias, el gurú económico cometió además un desliz en una entrevista en la Cadena SER al afirmar que en una eventual reforma constitucional Ciudadanos propondría suprimir el fuero navarro, justo después de que Ciudadanos firmara un acuerdo de coalición con UPN para concurrir juntos a las elecciones.
La crisis de las primarias ha puesto al descubierto, de nuevo, la brecha entre el sector más centrista del partido —entre cuyos máximos representantes está Garicano— y el entorno de Rivera, que ya han discrepado antes sobre el no al pacto con el PSOE o la actitud ante Vox. Aunque en ambas partes hay un intento de tratar de pasar página. Los críticos están satisfechos con la resolución del fraude en Castilla y León (a pesar de que no se han anunciado reformas en el sistema de votación, que ha evidenciado sus deficiencias), y en el círculo del líder miran hacia delante. A corto plazo no habrá consecuencias, Garicano es ya el candidato proclamado a las europeas, pero a medio los equilibrios internos podrían cambiar. Rivera siempre pensó en él como ministrable de Economía, y ahora se acoge esa posibilidad con frialdad. Al partido se acaban de incorporar, además, otros perfiles potentes del mundo económico, como el del exvicepresidente de Coca-Cola Marcos de Quinto.