Se cruzan apuestas en el hipódromo de Madrid sobre la capacidad de resistencia de Mariano Rajoy ante el año que comienza. Un año que será lento, áspero e inclemente . Un año de desgastes tácticos. Doce meses de guerra de posiciones a la espera del súper domingo electoral de la primavera del 2019, en el que se agruparán las elecciones municipales, las autonómicas (en trece comunidades) y las europeas. Y acaso las generales, si a Rajoy ya no le queda cuerda. Puede haber, entretanto, comicios en Andalucía y tal y cómo están las cosas no descartemos una repetición electoral en Catalunya. 2018 se nos hará largo, muy largo.

Se cruzan apuestas en el hipódromo sobre la capacidad de resistencia del Partido Alfa, que sale del episodio catalán cansado y envejecido. Algunos observadores ya lo dan por derrotado. El goteo de los casos de corrupción (Gürtel, Lezo, Púnica….) en sede judicial será constante. Habrá más confesiones ante los tribunales. Ricardo Costa ha abierto la veda esta semana, reconociendo que el Partido Popular valenciano se financió con dinero negro.

Muchos apostantes creen que el Partido Popular ha iniciado un declive irreversible en beneficio de Ciudadanos, el gran triunfador de las elecciones catalanas, según la óptica dominante en la capital de España. Ciudadanos es hoy el partido de moda, sin duda alguna. Más de seiscientas personas acudieron el pasado miércoles a la conferencia de Albert Riveraen el Fórum Europa del Ritz de Madrid. A la misma hora, Rajoy cometía un error importante en la entrevista que concedió al periodista Carlos Alsina en Onda Cero: el presidente tiró pelotas fuera sobre la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Rajoy está perdiendo contacto con la contemporaneidad, dicen los más críticos.

Comienza una competición insomne entre Ciudadanos y el PP por la hegemonía nacional española

Hay cruce de apuestas en el hipódromo. Los más cautos siguen creyendo en la capacidad andreottiana de Rajoy de sobreponerse a las más difíciles circunstancias. Durar, durar, durar. Esta semana ha batido un récord: es el hombre que más tiempo ha estado en el poder –como ministro y presidente– desde la restauración de la democracia: 4.908 días. Trece años y cinco meses. El Andreotti español aguantará hasta 2020, pronostican veteranos observadores del poder. Habrá que ver si la poderosa vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría también consigue resistir. Sáenz de Santamaría se sabe en riesgo. Esta semana se ha puesto de manifiesto.

“No hay duda que es el momento de Ciudadanos. Han conseguido un resultado muy importante en Catalunya y no tienen ningún desgaste, puesto que no gobiernan en ninguna instancia relevante. Ayudan al PP en Madrid y al PSOE en Andalucía. Apenas tienen alcaldes. Nada les desgasta, en este tiempo en el que gobernar es tan complicado. Creo que Ciudadanos seguirá subiendo en los sondeos, con fuerte apoyo mediático. Hay un dato que llama mucho la atención: están consiguiendo dar el salto del electorado digital (jóvenes) al analógico (mayores). Están comenzando a atrapar a jubilados que votaban al Partido Popular. En sus mejores tiempos, Podemos nunca consiguió dar ese salto”. Este es el pronóstico de Narciso Michavila, presidente de GAD3, la empresa demoscópica que el pasado 21 diciembre acertó los resultados en Catalunya, en la encuesta publicada por La Vanguardia al cierre de los colegios electorales.

“Ciudadanos se está convirtiendo en la oferta de cambio tranquilo, frente al cambio incierto que representa Podemos. Hace tres años, Podemos desnudó los graves problemas de la sociedad española. Señaló donde estaban las llagas y provocó al poder. Era el partido de la ira. Una vez expresada la ira y ante una mejora gradual de la economía, gana puntos quien sea capaz de ofrecer un cambio tranquilo. En estos momentos, Ciudadanos se ha colocado primero en casi todas las provincias. Su subida, después de las elecciones en Catalunya, es muy fuerte”. Así lo ve el sociólogo José Juan Toharia, presidente de Metroscopia.

Jaime Miquel, el analista electoral que anticipó la fuerte crisis del bipartidismo, se muestra un poco más cauto. “Ciudadanos ya subió después de las elecciones catalanas del 2015. Subió y después volvió a bajar. Ahora su subida es más vigorosa y puede que sea más duradera. El Partido Popular ya está por debajo de los seis millones de votos, pero sigue teniendo una resistencia generacional muy fuerte. El PSOE debe definirse. Pedro Sánchez sigue teniendo posibilidades de encarnar una opción de cambio. Hay una evidente depresión en la izquierda después de lo de Catalunya. Podemos ha retrocedido, pero resiste. Podemos no ha muerto y puede volver a crecer si acierta en la lectura de los tiempos que vienen. La clave del futuro político español está en las mujeres. Las mujeres nacidas en los años sesenta, mujeres modernas, las madres de una generación joven que este país está maltratando y dejando sin perspectiva. Las mujeres decidirán”.

Hay nervios en el Gobierno y se han manifestado en el atropellado recurso a la investidura de Puigdemont

Este es el nuevo contexto: una competición entre el Partido Popular y Ciudadanos por la hegemonía nacional-española que pronto se volverá insomne. Los catalanes ya sabemos lo que es una densa e inacabable pugna entre dos partidos por la hegemonía nacional. El Gobierno se siente acechado. El Gobierno está nervioso. Rajoy y su vicepresidenta temen las arenas movedizas del 2018. En este contexto hay que situar el gran embrollo jurídico de estos días. El primer gran resbalón de la Brigada Aranzadi desde que en la Moncloa decidieron que el tiempo y los jueces –y no la política– resolverían la cuestión de Catalunya.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: LAVANGUARDIA