Mientras Cartagena, San Javier y San Pedro no ven con malos ojos permitir el baño el 25 de mayo, Los Alcázares, Águilas y Mazarrón prefieren esperar

 

Algunos creen que sería precipitado porque no se cuenta con información suficiente y otros piensan que sería posible y positivo para la economía

La Región de Murcia se plantea sumarse a la petición que ha hecho la Junta de Andalucía de poder abrir las playas a los bañistas el 25 de mayo, dos semanas antes de lo estipulado en el plan de desescalada diseñado por el gobierno de Pedro Sánchez.

Así lo señaló ayer el consejero de Salud de la Comunidad Autónoma, Manuel Villegas, que cree que debe primar siempre la seguridad de los ciudadanos y que siempre será el Ministerio el que decida si se puede adelantar o no esta fase.

 En una reunión bilateral mantenida entre la Consejería de Salud y el Ministerio de Sanidad el martes pasado, el equipo de Villegas puso encima de la mesa la posibilidad de abrir las playas con antelación, el próximo 25 de mayo, en la Fase 2.

Es complicado de explicar a la población, señalaba ayer Villegas en una entrevista en Onda Regional, que «las personas puedan pasear y no puedan bañarse en una comunidad con tanta costa como la nuestra, o que si tienes una tabla puedes hacer surf, pero si no la tienes no puedes entrar en el agua.

No tiene mucho sentido desde el punto de vista científico». El Ministerio señalaba ayer a este periódico que «hay que esperar» a que el comité que estudia las propuestas presentadas por las distintas comunidades las evalúe.

Entre los alcaldes y alcaldesas de los municipios costeros de la Región, el anuncio fue acogido de muy distintas formas ya que si todos parten de que lo primero es la salud de los habitantes de sus localidades, algunos se muestran en contra de acelerar los pazos dados por el Gobierno de España.

Es el caso de la primera edil de Águilas, María del Carmen Moren, que se mostraba muy sorprendida porque «no tenemos todavía informes sobre protocolos para actuar en las playas, protocolos que está elaborando el Instituto de Calidad Turística». Moreno cree que el anuncio es precipitado y que se debería haber hablado con lo alcaldes antes.

En San Pedro del Pinatar se ven las cosas de forma muy distinta. Su alcaldesa, Visitación Martínez, señalaba que llevan ya varios días trabajando en el protocolo para abrir las playas y que ya han analizado todo los escenarios en los que nos podemos encontrar. Además aseguraba que «hemos determinado el aforo de cada una de nuestras playas y estudiado el control de accesos para hacer uso de las plataformas de baño. También sería bueno para la economía de San Pedro».

No coinciden en este análisis en Mazarrón donde su alcalde, Gaspar Miras, dice que se ha pasado en menos de una semana de pensar en alargar la fase 0 acelerar la 2. Miras afirma que «hemos empezado la adaptación de las playas para permitir los paseos de los ciudadanos, no estaríamos preparado para abrirlas el día 25 y cumplir con todas las medidas de seguridad». En cuanto al impacto económico que podría tener la apertura, el alcalde de Mazarrón cree que debe primar la salud por encima de todo.

Este planteamiento es totalmente compartido por el alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, que aunque su municipio tienen ya preparadas las playas considera que hay que alargar al máximo las distintas fases de la desescalada porque «teniendo en cuenta las posibilidades administrativas que nos permite el estado de alarma creo que va a ser un gran problema poner en marcha la seguridad y la vigilancia de esas playas». Para él, lo económico también es secundario.

En San Javier, su alcalde, José Miguel Luengo, es partidario de aunar posturas, ya que si se abre debe ser con todas las garantías de seguridad y coordinadas con una directriz clara para todos los municipios de la costa. Con todo, confía plenamente en las decisiones que tome la Comunidad al respecto y piensa que la apertura sería un impulso muy importante para la economía de su municipio.

Por su parte, la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, explica que gracias a la planificación que han hecho desde la concejalía de Infraestructuras estudiando distintas alternativas para garantizar la apertura de las playas, el trabajo está muy avanzado. Arroyo señalaba que « desde la semana pasada en los trabajos de acondicionamiento de los arenales y mantenimiento del litoral. En algunas zonas, como La Manga, las labores van muy avanzadas y ya se está empezando a colocar el mobiliario urbano como pasarelas, pérgolas y lavapiés». Los trabajos de adecuación terminarán en unos días.

Además, Cartagena tendrá en breve el contrato de vigilancia en playas que va a ser muy necesario cuando se dé una fecha concreta de apertura. Arroyo recordaba también que en el Foro Interadministrativo del Mar Menor, se solicitó agilidad para la elaboración de protocolos de seguridad sanitaria para anticiparse a cualquier decisión sobre la apertura al baño de las playas que tomen las administraciones competentes.

 

 

Comerciantes y vecinos de la costa, mirando al mar

 

El anuncio de la posible apertura de las playas de la Región el día 25 alegra a la mayoría de los comerciantes y ciudadanos de los municipios del litoral, aunque algunos temen que sea precipitado y se produzca un repunte de los contagios

 

La posibilidad de adelantar la apertura de las playas de la Región de Murcia al día 25 (fecha de la Fase 2 si todo va bien) es bienvenida por la mayor parte de los ciudadanos que viven o trabajan en los municipios del litoral, aunque muchos tienen dudas sobre cómo se podría hacer para mantener las medidas de seguridad y evitar posibles contagios, a la vez que se disfruta del mar.

En la zona de Los Nietos el ambiente es bastante fantasmagórico, ya que no hay ningún bar o restaurante en el que se vea actividad; en cuanto a las playas, aparecen limpias aunque el levante está trayendo algas a la orilla.

Ana Sánchez, vecina de la zona, cree que el hecho de que «la gente pueda venir no va a significar que se abran los bares. Muchos tienen el cartel de ‘se vende’».

En Los Urrutias hay más movimiento de vecinos y comerciantes, pero la actividad hostelera brilla por su ausencia. En cuanto a las playas, hay máquianas trabajando para acabar con malos olores y aguas negras que denunciaron los vecinos hace unas semanas. Julia Martínez pasea con su hijo pequeño, aprovechando el buen tiempo. No sabe si la apertura de las playas servirá para dinamizar un poco la zona, pues «no creemos que vaya a venir gente, esto está muy abandonado».

En Los Alcázares el paseo marítimo está totalmente vacío pero sí se ve actividad en uno de los restaurantes más típicos de la zona: el restaurante de La Encarnación, que está organizando las mesas de la terraza para empezar a acoger clientes el día 11. Uno de sus encargados, Alfonso Jiménez, se muestra esperanzado porque ya cuenta con algunas reservas de clientes fijos que quieren volver a disfrutar de su terraza. Según explica, «tenemos que ponernos en marcha y empezar a trabajar», dado que «creemos que la gente tiene ganas de venir».

Ellos también gestionan el restaurante balneario San Antonio y esperan abrirlo también a lo largo de la próxima semana. Si finalmente se abren las playas el día 25 creen que «la respuesta será buena y si se cumplen las normas, no debe haber ningún problema».

En la zona de San Javier, los vecinos ven con buenos ojos el poder disfrutar de las playas del municipio, pero hay quien prefiere esperar a que las fases de la desescalada estén más avanzadas. María Ballesteros tiene claro que «me da un poco de miedo ir a playa porque va a ser difícil mantener la distancia de seguridad». «Creo que esperaré», puntualiza.

En los locales de hostelería más cercanos a la orilla del mar no se observa mucha actividad. En los que sí la hay, dicen que abrieron el lunes pasado para probar si el vender comida para llevar a casa tenía éxito, pero no están contentos con la experiencia y ya ponen todas sus esperanzas en la apertura de la terrazas el día 11.

Juan García gestiona un quiosco al que no había vuelto desde que empezó el confinamiento y se afanaba en limpiarlo todo para poder poner su terraza. «Nos falta información. No sabemos muy bien cómo tenemos que actuar para garantizar la seguridad», destaca el hombre.

Esta por ver si finalmente las playas de la Región estarán abiertas o no el 25 de mayo. Lo que sí está contemplado, siempre que no haya cambios es las fases estipuladas por el Gobierno de Pedro Sánchez, es que estará permitido el consumo en el local con servicio en terraza siempre que haya suficiente separación entre los clientes que estén sentados juntos y entre mesa y mesa.

También estarán permitidos los viajes a segundas residencias siempre que estén en la misma provincia, lo que haría posible que fueran muchas las personas que se desplazasen a distintas zonas del litoral en estas fechas por lo que los ayuntamientos quieren tener muy claras las normas que deben regir estos desplazamientos y las más que probables visitas a las playas.

La Comunidad Autónoma ha sido tajante a la hora de asegurar la salud en los municipios costeros desde los primeros días de la pandemia, ya que fue en ellos donde se refugiaron residentes de otras provincias cuando en zonas como Madrid se tomaron las primeras medidas.

La vigilancia a los accesos también se reforzó durante la Semana Santa y en el pasado puente de l 1 de Mayo. Pese a todo, y a que se apeló a la responsabilidad de cada uno para evitar la propaganción del virus, no se pudo evitar que se notara una mayor cantidad de personas en las calles de estas localidades y yendo a comprar a los supermercados cercanos a sus viviendas.

La separación entre bañistas será la primera norma de seguridad

Acostumbrados a unas playas abarrotadas y en las que cuesta encontrar espacio para poner la toalla, las nuevas normas para ir a tomar el sol y bañarse nos pueden descolocar porque ahora primará la seguridad y el distanciamiento social será la piedra angular de dicha seguridad. Municipios costeros de toda España están buscando la fórmula ideal para causar las mínimas molestias posibles a los ciudadanos y apuestan por poner turnos para ir a la playa o dividir la arena en cuadrículas. Tambien se habla incluso de reservar zonas para los distintos tramos de edad.

En la Región de Murcia, la Comunidad todavía no se ha decantado por una fórmula u otra y cualquiera por la que se decida va a ser complicada de aplicar y, sobre todo, de cumplir. Los ayuntamientos costeros quieren compatibilizar seguridad y tiempo libre, por lo que piden que se establezca una normativa lo antes posible para que se estudie cómo aplicarla de forma efectiva y que se acuda a la playa a disfrutar y no a sufrir.

 

 

DANIEL ROCA