IMPUESTOS PA RATO

 

¿Recuerdan cuando primero el presidente de la región el dimitido PAS anunció a bombo y platillo que el Impuesto de Sucesiones sería reducido a la mínima expresión a los incrédulos murcianos acostumbrados a la lluvia fina de la propaganda institucional?  Claro que sí, porque ese impuesto es aún una auténtica apropiación indebida de los dineros ciudadanos que durante largos años se dedicaron  a pagar impuestos que cargaban la vivienda familiar y hasta nuestros propios hogares familiares, y cuando llegaban las herencias o donaciones recibidas de los padres a los hijos o a la esposa, arrasaban y hasta llegaban casos concretos, miles, que ante la imposibilidad material de pagarlos, el Estado o las Comunidades Autónomas subastaban las propiedades, el espejo de ahorros de montones de años.
 
 

 

 

 
 
Claro que si nos acordamos los españoles -fue hace un mes y medio- cuando el Ayuntamiento de Murcia capital, en un Pleno de entusiastas políticos de todos los colores, aprobaron eliminar el impuesto municipal de Plusvalía, otro golpe al bolsillo de los contribuyentes, y hasta un poco más abajo, un montón de euros, pagados anualmente y creciendo sin barreras emocionales. Personalmente tengo la experiencia de acoquinar unos cinco mil euros, poco menos de un millón de pelas, a pesar de mis protestas y exhibir en la mano la portada del diario LA OPINION que anunciaba con todo brío, que el maldito impuesto municipal quedaba eliminado. Se rieron de mi cuando les pregunté, infelizmente, que entonces cuando entraba en vigor o si había entrado ya. Encogian los hombros y me respondían brevemente con el consabio: No se crea lo que dicen los periódicos y sus pastores de la política, que comen de nosotros. Pague o tendrá un recargo acojonante, amigo. Los ayuntamientos, las diputaciones, los gobiernos y demás vividores, no son  ONG ni Cáritas. Ni la Media Luna Roja ni la Cruz del mismo color.
 
 

 

 

 
 
La situación se va tensando, la crecida de protestas es ya una riada imparable y hasta los ancianos jubilados, sin fuerzas y huesos desgastados, protestan ante el Congreso de los Diputados y Diputadas, que no tienen ni un minuto de descanso para poder ducharse, que los pensionistas si se bañan pero no ven en la oscuridad de sus casas, porque tienen apagadas las bombillas eléctricas de Iberdrola, las estufas de calor negro y en verano ni un soplo del viejo ventilador en las largas tardes y noches de hornos insufribles para gente mayor o los zagalicos de corta edad. Eso sí, dinero hay, Iberdrola ha ganado este pasado año unos MILSETENCIENTOS MILLONES, los bancos sin duda, las compañias de móviles es un saco de meter billetes y las cajas B de los partidos pagan bien convertidos en empresas, sociedades anónimas, con concejales de urbanismo ricos que son un buen partido, como aconsejo a mis nietas Alba y Marina. Y si es un diputado europeo, es la releche padre.
Poco después, desanimado de tanta codicia oficial, me refugié en el water y me eché a llorar, porque en las anteriores elecciones había votado.
 
 

 

 
 

 
 

COLECTIVO «OPINIÓN PÚBLICA»