ESTOS CATETOS
Tuve el presentimiento en la tarde noche que Tejero asaltó el Congreso de la Diputados, cuando lo vi en las pantallas de las televisiones, me avisaron del golpe chapucero cuando seguía el pase de una película sobre la vida y andanzas del Che Guevara, en el cine Gran Vía, que rara coincidencia que aquello no podía terminar bien para los salvadores. A las siete y cinco llegué a mi despacho y pedí que no me molestaran para tratar de sacar conclusiones más concretas. Una hora después llegué a la conclusión definitiva que el golpe no duraría ni un día. Cuando se pasa de las veinticuatro horas las cosas se ponen algo feas. Mi hermano periodista me hizo una llamada para darme noticias sobre el Bando del general MILAN DEL BOSCH declarando el estado de guerra, preocupado y con la voz apagada porque ya estábamos en zona nacional. Efectivamente, lo acabo de oír por la radio. Tu tranquilo. Esto no tiene ni pies ni cabeza y menos aún oyendo al «Butanito» retransmitiendo en directo el espectáculo, como haría Ferreras, que es un tio ultra. Según los manuales castrenses, uno de los primeros objetivos cuando se da un golpe es ocupar todos los medios, y ya en estos años, las emisoras de radio y las cadenas de TV, lo primerito.

