«Estamos en guerra desde hace meses contra los narcos. Queremos que lo sepa la opinión pública. Y también que los buenos vamos a ganar a los malos porque estamos poniendo todos los medios a nuestro alcance para ello». Quien así habla es una fuente autorizada del Ministerio del Interior, que confirma a este periódico que el Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido ha diseñado un plan de choque para poner fin a la actividad criminal en la zona del Estrecho.
En el Campo de Gibraltar se vive una escalada de violencia y tensión desde que las distintas organizaciones criminales decidieron rebelarse contra la presión policial, aliándose entre ellas y estrechando lazos con cárteles colombianos y las mafias de los Balcanes.
La preocupación en el Gobierno por la situación es máxima, especialmente tras la conmoción social provocada por la muerte, el pasado día 14, de un menor en Algeciras tras ser arrollado por una lancha vinculada a personas con antecedentes por drogas. Por ello, el Ejecutivo ha decidido convertir el polvorín de La Línea y Algeciras en un asunto de Estado.
Según ha podido saber EL MUNDO, el plan que ultima el Ministerio incluirá, entre otras medidas, «renovar y modernizar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), potenciar el uso de material de videograbación y contar con embarcaciones semirrígidas de mayores dimensiones y potencia» para poder interceptar a las narcolanchas de gran cilindrada. Esta última es una de las principales reclamaciones de los agentes de vigilancia aduanera y de la Guardia Civil. También «se está ultimando un proyecto de regulación de las narcolanchas con vistas a su prohibición a través de un decreto».
Otra de las quejas de los sindicatos policiales es la falta de efectivos y la falta de estabilidad de la plantilla que impide a los agentes profesionalizarse sobre el terreno, además de unas condiciones salariales que no son atractivas para quienes saben que el Campo de Gibraltar es ya una zona de guerra. Desde Interior explican que las plantillas «están próximas a incrementarse una vez que se incorporen los agentes procedentes de las nuevas promociones».
Con todo, los narcos no se rendirán tan fácil. «Si quieren guerra, la tendrán», comenta una persona vinculada a una de las organizaciones criminales que operan en el Campo de Gibraltar. Y lo cierto es que cada vez tienen más caballería. «Las bandas de narcotraficantes están especializadas, cuentan con mejores medios y son más agresivas y peligrosas. Cuentan con una importante logística: medios de transporte marítimo y terrestre, medios de comunicación y de vigilancia, lugares de ocultación y custodia, numeroso armamento, incluido el clasificado como de guerra, medios de protección individual y hasta prendas de uniformidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad», deslizan desde Interior.
Los narcos también cuentan con un cierto apoyo social, dado que riegan con importantes sumas de dinero una zona deprimida con la tasa de paro más alta de toda España. Hay jóvenes sin estudios que han hecho del narcotráfico un modus vivendi que les permite un elevado tren de vida. Es habitual ver en localidades como Marbella a veinteañeros manejando Porsches o en las mejores mesas de las discotecas más exclusivas. «Por aquí vienen y hacen gala de su poderío. No se esconden y son los mejores clientes», afirman desde una conocida discoteca de la Costa del Sol que se vería muy resentida si sus mejores clientes pierden la guerra contra el Gobierno y acaban entre rejas. El objetivo de Zoido.