“Mazarrón, lastrado por la corrupción y la inoperancia política sigue en  sus horas más bajas de competitividad económica”

                                                                                                                 

Nada más iniciarse esta nueva legislatura creo que ya expusimos de forma expresa y clara las ideas que nos iban asaltando al ver las declaraciones de alguna de sus señorías que, muy alegremente, nos venía a decir que el Ayuntamiento tenía muchísimo dinero y que esto no podía ser así de ninguna manera. Menos mal que (para albricias, jolgorios y alegrías de todos los mazarroneros) nos hallamos frente a un equipo lo suficientemente preparado que, estoy casi convencido de que hará lo posible para poner remedio a este gran problema que tiene el pueblo de Mazarrón.

Claro, como ustedes entenderán, no se puede consentir que haya en las arcas municipales doce millones de euros parados, el dinero está para dinamizarlo o, empleando el término de los que han venido a salvarnos de esta situación tan mala, para gestionarlo. Así que, prepárense que vamos a asistir a la mejor gestión de nada más y nada menos que doce millones de euros.

Y cómo me gustaría equivocarme a veces, porque cuando a uno le da la razón la realidad sepan que casi nunca es motivo de alegría. Con la ironía que acostumbramos, nosotros manteníamos en esta columna de opinión el parecer que, al paso que íbamos, en vez de gastarnos el dinero en esta legislatura ya veríamos si nos quedaría algo para cuando se acabara el año. Y ahí está, ya lo tienen. Y para que vean que no les miento les haré una pequeña cuenta: cuatro millones de euros para el museo de los barcos fenicios, otros cuatro millones para arreglar las pedanías y uno más para la casa de La Cañadica. A ojo de buen cubero la cuenta ya me va subiendo por los nueve millones y, si en cinco meses escasos ya nos hemos gastado eso, en el mes que queda nos da perfectamente para programar el gasto de los otros tres. Total, a nada que se nos ocurra cualquier otra idea… ya los tenemos. En resumen, a la vista ya contamos con una previsión de gasto de nueve millones de euros, lo que nos da una media de dos millones por mes. A este paso, necesita el Ayuntamiento de Mazarrón más de sesenta mil euros diarios para sufragar tanto proyecto.

Como bien vimos en el transcurso del pleno, algunas de sus señorías preguntaba que de dónde se va a sacar tanto dinero. Y aquí es donde volvemos a encomendarnos a la providencia divina porque, claro, supongo que no saldrán de los fondos que el Ayuntamiento tenía ahorrados de la legislatura anterior. Ya sabemos que el ahorro no fue debido a la magnífica gestión realizada ni porque el equipo anterior tuviese ningún don especial, antes al contrario, si hoy existe ese superávit en las arcas municipales fue a causa de la desidia manifiesta de un equipo que no supo ponerle coto al enemigo que, dicho sea de paso, tenían en casa.

Pero eso ya son cuestiones pasadas. Lo que tenemos que pensar hoy es en la forma de dar gracias porque nos van a gestionar hábilmente varios millones y que, gracias a ello, Mazarrón va a lucir preso de gran prosperidad y futuro. Imagino que con la misma que ha brillado durante estas Fiestas Patronales, gracias a la manía de meter la carpa y los conciertos en pleno centro del pueblo para no dejar dormir ni a dios que, dicho sea de paso, también le pilla de lleno.

La inutilidad e “inoperancia es tan manifiesta” que han pasado por el Ayuntamiento generaciones, y digo generaciones, de responsables en materia de festejos y todavía no he encontrado a ninguno que haya sido capad de definir un recinto ferial, acondicionado, equipado y estable para Mazarrón. Y mira que es grande el pueblo, pues nada. Unos se dedican a infartar la arteria principal del municipio, cortando la circulación por la única travesía que tenemos; otros, en el colmo de la genialidad, vuelven a montar la carpa en medio de la plaza del Convento, como si estuviéramos en los tiempos de Franco montando los caballitos en la puerta de la iglesia. Hay que ser lerdo para no darse cuenta de que el pueblo ya no es el de hace setenta años y que ahora tiene otras necesidades, así que habrá que ir dejándose ya de tanta tontería y a ver si por una vez, pensamos las cosas bien antes de hacerlas.

Lo malo es que todas estas mentes pensantes, herederos de la más pura tradición JASP (jóvenes aunque suficientemente preparados, ¿recuerdan?), se creen el summun de la verdad absoluta y eterna, cuando no alcanzamos más allá de hacer la ‘o’ con un canuto. Así nos luce el pelo. Pero bueno, como estamos en Navidad vamos a tener la fiesta en paz, nunca mejor dicho, y vamos a perdonar esas ignorancias supinas de las que acostumbra a hacer alarde el personal y no saber ni lo que dice, ni se entera de nada y, además, sería bueno que para el año entrante esas almas vivas se plantearan algún curso de reciclaje para ir actualizando conocimientos… desde Primaria, diría yo. Y esto siendo magnánimos por las fechas en las que estamos.

Desde esta columna de opinión deseamos a todos ustedes, nuestros fieles lectores y a todos los que nos seguís a través de la radio e Internet, que cada vez sois más, que paséis una Feliz Navidad.  «Asuntos que deprisa se convinieron, mil disgustos dieron.»                                        

 

EDITORIAL “LA VOZ DE MAZARRÓN”