A diez días del 1-O, se abre en el Congreso la vía del diálogo sobre Cataluña. La Mesa de la Cámara Baja se ha reunido este jueves por sorpresa para dar luz verde a la comisión de estudio sobre el modelo territorial que propuso el PSOE y que ha salido adelante con el apoyo del PP y de Podemos. Ciudadanos lo ha rechazado.
Así, se pone en marcha un mecanismo para que los actores en la crisis catalana se sienten a hablar y lo hagan «cuanto antes». En un principio, estaba previsto que la Mesa del Congreso se reuniera el próximo martes, pero se ha adelantado a este jueves. El motivo oficial es un viaje de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, a Angola en los próximos días, que impedía la reunión, que tenía en el orden del día también otros asuntos.
Una vez aprobada esta comisión, los grupos deberán designar a los diputados que quieren que formen parte de este órgano y, una vez la presidenta lo acepte, se fijará una fecha de constitución para que empiece a trabajar. Aunque el viaje oficial de Pastor puede condicionar los planes, según las fuentes consultadas por este periódico, el objetivo es que empiece a trabajar «cuanto antes». Cuando anunció su apoyo a esta iniciativa, el PP subrayó que el diálogo debía esperar al 1-O.
Además de los grupos que han apoyado la iniciativa con sus votos en la Mesa, el resto de partidos ya había adelantado el pasado martes que quería formar parte de la comisión, salvo Ciudadanos y ERC. El partido centrista dijo hace dos días que no estaba dispuesto a «pastelear» con «los golpistas», en alusión a PDCat, y adelantó que no iba a apoyar la creación de esta comisión, como ha hecho este martes en el órgano de gobierno del Congreso. Sin embargo, fuentes de la formación naranja apuntan a Vozpópuli que todavía no está decidida la participación en dicha mesa, por lo que no cierran la puerta.
El PSOE puso nombre a esta propuesta el pasado 4 de septiembre, cuando su secretario general, Pedro Sánchez, anunció que llevarían al Congreso la creación de una comisión para la evaluación y modernización del modelo territorial de España.En el objetivo tenían la revisión del Estado de las autonomías, pero, en el plazo corto, su intención fundamental era abrir una ventana al diálogo político ante el aumento de la tensión en Cataluña.
Nuevo discurso del PP
El PP fijó entonces como condición que las negociaciones no empezaran hasta pasado el 1-O, pero el empeoramiento de la situación en Cataluña ha cambiado de alguna manera el discurso. Después de que ayer el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, pusiera el acento en su «disposición a escuchar y dialogar desde el respeto a la ley y la lealtad», dirigentes del Gobierno y del PP han insistido durante todo el día en su voluntad de hablar e incluso han citado a la comisión propuesta por los socialistas.
Mientras tanto, el PSOE saca pecho. Tras la aprobación en la Mesa, la portavoz en el Grupo Socialista, Margarita Robles, ha celebrado su aprobación y ha destacado que esta comisión va a «abrir puertas a la esperanza en un momento en el que el diálogo es indispensable». En palabras de la diputada del PSC Meritxell Batet, es «la única alternativa al choque de trenes que se está produciendo», porque la salida a la crisis no vendrá ni de la ruptura de la legalidad ni delegando «todo al poder judicial».
Ahora, y después de subrayar que ya nace con el apoyo del 90% de la cámara, los socialistas esperan que se acaben sumando también Ciudadanos y ERC. Y que se ponga en marcha pronto, un objetivo que, según fuentes del PSOE, comparte también el PP, aunque será difícil que pueda hacerlo antes de la cita del reférendum. En todo caso, las diputadas socialistas han insistido en esta comisión es «un balón de oxígeno en la situación actual» y se han mostrado convencidas de que «dará resultados».