El alcalde de Mazarrón reclama más competencias y un reparto más justo de las inversiones de la Comunidad Autónoma entre los municipios
El alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, se desmarcó del resto de ponentes del I Foro Municipalismo al advertirles que un encuentro de estas características no debería servir solamente para decir «lo buenos que somos y lo que tenemos».
También se mostró crítico con las políticas autonómicas de promoción turística y echó en falta una estrategia común, que «nos ayudaría a subir el nivel del poder adquisitivo del turista que viene a nuestros municipios y estaríamos mejor situados a nivel mundial».
Según Campillo, Mazarrón, como en otros municipios, tiene dos formas de atraer turismo, una a «corto plazo, con jornadas gastronómicas, pruebas deportivas, actos culturales…» y otra, más a largo plazo a través del modelo urbanístico. «Se trata de un proceso complejo y más farragoso, por eso pedimos más competencias para ser mucho más ágiles, tanto en este tema como en otros vinculados con el medio ambiente», indicó Gines Campillo.
Con respecto al cambio de modelo, recordó que Mazarrón también tiene una cantidad importante de segundas residencias desde los años 50 y que se hace imprescindible aumentar el número de plazas hoteleras (ya hay, mencionó, contactos con importantes cadenas hoteleras) y culminar los desarrollos urbanísticos que han estado bloqueados en los últimos años.
Pero para que este cambio se produzca, el regidor mazarronero pidió que todos los municipios jueguen con las mismas armas. «La promoción y la inversión de la Comunidad Autónoma tiene que ser la misma para todos los municipios», dejó caer Gines Campillo, que añadió que «el adalid» de este trato igualitario debe ser la Federación de Municipios. «Si seguimos pegando tiros, cada uno por su lado, el desarrollo turístico de la Región de Murcia será mucho más difícil; se trata de juntar la promoción turística de cada uno de nosotros, pero vendiendo un único producto, que es la Región de Murcia», aseguró.
Sobre el modelo, abogó por un cambio que supere el clásico turismo de segunda residencia por otro con más rotación y poder adquisitivo, «y eso se consigue, como hemos dicho, con una buena oferta, con buenos hoteles y sobre todo con el turismo cultural y de patrimonio histórico».
Aunque las aguas del Mar Menor no tocan la costa de Mazarrón, el alcalde afirmó que también le afecta lo que le pase. «Si la política turística regional se ciñe al Mar Menor y el Mar Menor está mal, todo el mundo piensa que Mazarrón está mal, cuando están bien las aguas», destacó.
Medio ambiente
En cuanto a la gestión del medio ambiente, considera crucial que la Comunidad Autónoma dé el paso y asuma las competencias de Costas. También defendió que los Ayuntamiento, como el suyo, con deuda cero y cuantiosos remanentes de tesorería tengan las manos libres para invertir.
Otro punto importante para Ginés Campillo es la concienciación medioambiental del ciudadano con el reciclaje. «Lamentablemente, como suele ocurrir, esta educación llegará con el bolsillo en cuento vean, como ha ocurrido, que les sube la tasa de basura y los impuestos» . Hacía así referencia el alcalde a la reciente legislación que obliga a los consistorios a incorporar en las tasas municipales la recuperación íntegra de todos los costes de la prestación del servicio, es decir, la recogida, el transporte y el tratamiento de los residuos.
Por otra parte, considera que la gran herramienta para proteger el medio ambiente el es el Plan General de Ordenación Urbana, un proceso en el que está inmerso Mazarrón en este momento.
Primera línea de batalla
El alcalde aprovechó el foro organizado por La Opinión para reivindicar, en un par de ocasiones, que los pecios fenicios regresen a Mazarrón. «Para nosotros es fundamental que vuelva el Mazarrón 1 como el Mazarrón 2, que el próximo mes se extrae de la Bahía para tratarlo en el Arqua para que sean, nunca mejor dicho, el buque insignia del turismo cultural del municipio; son nuestra piedra angular», llegó a decir.
En su intervención final insistió en la necesidad de ampliar sus competencias. «Somos la primera línea de batalla, donde va el vecino en primera instancia con un problema y si tenemos más competencias seremos muchos más ágiles y daremos las soluciones más rápido», afirmó.
