No se aclaran nuestros apesebrados dirigentes, pero se animan en la poltrona del palomar de la 3ª Plta. y se lo creen en esto del disparate callejero y la multiplicación de actos, actividades y orquestadas visitas institucionalizadas de altos cargos sin consultarse ni pensar en colaborar. Gestionar no es idealizar o impostar sino entender la realidad y el equilibrio. Más de tres años llevan en la “Cueva de las Gangas” (algunos bastantes más), buscándose un espacio distinguido que colme definitivamente sus pretensiones personales y tapar los turbios tejemanejes establecidos al final de la anterior legislatura, de forma estable sin que se noten las corruptelas y el desbarajuste durante el mandato Mimosín, ni el elevado coste que supone a los mazarroneros sellar el pestilente muladar engendrado.                                                                               

Ya se vio en la adulterada etapa de Blaya(LOS PACOS) que someterse sin remilgos a la “logia caciquil” con el pretencioso fin de rehabilitar el espacio privado y exclusivo de la “trama clientelar”, cebados en invertir millones públicos, excluyendo inversores foráneos sin lazos con el “Sanedrín fáctico” o fuera de la órbita del 5% estipulado, no era ni lo más aconsejable o prudente, aunque después de tantos años de subsistencia irregular no hubiera ido nada mal a los clanes benefactores de las “famiglias” dominantes. Aún no ha sido la Regidora capaz de encontrar una solución a la madre de todas las corruptelas habidas, la ESTAFA DE CAMPOSOL, a pesar de la connivencia existente entre los distintos grupos municipales implicados en el tiempo en el feo asunto, y la dudosa bisoñez puesta de manifiesto por las nuevas formaciones. O es que quizás nadie le hace caso a los residentes sufridores de la fraudulenta urbanización, o no hacen los subvencionados medios regionales lo suficiente para que se lo tomen en serio. Quizás no tengan suficiente influencia, poder o peso mediático. Todo es posible. Pero ahí está la auténtica realidad para vergüenza de todos los murcianos.        

 

 

Escribíamos a comienzos de esta legislatura que si algo era necesario, vital y básico en este nuevo ciclo político que está acabando, era enmendar errores del pasado y encontrar nuevas vías de honradez institucional eficaces y participativas, establecer sinergias de cambio para arrinconar el modelo nepotista,  viciado y casposo, y ordenar espacios de encuentro entre todos, plurales y transparentes que abran las puertas y ventanas del lastrado Consistorio e ilusionen a la desencantada población.

Sin embargo, y como se ha visto, cada uno ha ido a lo suyo como queriendo afianzarse a sí mismo y sin hacer demasiado caso a los candentes problemas por solucionar ni a los demás ediles del  “Equipo de Desgobierno” o de la resignada oposición. Da la impresión de que política y pactos convergentes con los mismos socios de gobierno son imposibles, pero no por ideales enfrentados o siglas que no sienten ni respetan, sino por intereses particulares.              

No se piensa en el bien común ni en encontrar puntos de colaboración. Es aquello de “lo mío es mío y lo tuyo de los dos”.  Miren bien como están repartidas,  por ejemplo, las competencias en materia de urbanismo, hacienda y servicios,  las tres concejalías clave que se reparten el pastel (de patrimonio y policía mejor hablamos otro día), y entenderán porqué es imposible cualquier acuerdo más allá del propio palomar del cubil. No vale la pena ni intentarlo, se dirán éstos maestros de pactos que más bien son repartos tan inexplicables como la alternancia en la propia cadena de mando o laboral de funciolistos para la ocasión.      

“Y lo que te rondaré morena”. Igual es que lo de CAMPOSOL introducido con calzador en el universo del pelotazo en aquel pionero e irrepetible P.G.O.U. de Mazarrón, parido en los ochenta entre bambalinas a salto de veinte metros escasos del despacho de arquitectura sito en la plaza del Ayto.,continúa olvidado en su propio limbo o no interese demasiado más que de cuando en cuando, y van…. ¿cuántas modificaciones a la carta?, quizás no se atrevan dentro de ese maremágnum pervertido en que se ha convertido el “Antro de las Bicocas” y en el que cuesta entender quién es quién o a lo que se dedica.   

 

 

RUBEN GONZALEZ