El lunes, la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, intervino sin aceptar preguntas ante la ejecutiva autonómica del PP y se marchó de vacaciones sin cumplir con su costumbre de celebrar antes un consejo de gobierno. El partido vio en esa doble decisión un elemento más para la inquietud. Los días pasan y nada se ha aclarado sobre las posibles irregularidades en la obtención de un máster por parte de la presidenta, reveladas por eldiario.es. Eso coloca a Cifuentes frente a un examen político de primer orden justo a un año de las elecciones de 2019: el miércoles comparecerá en la Asamblea por exigencia de la oposición. Su partido espera que aclare todas las dudas. Mientras tanto, guarda las distancias y mide su apoyo.
“Cifuentes está muerta políticamente si esto es cierto”, opina un diputado nacional de larga trayectoria en el PP. “Y saldrá muy reforzada si demuestra que no lo es”, sigue. “Que tantos profesores hayan apoyado su versión es un buen síntoma. No se van a jugar su carrera por ella”.
La cúpula nacional del PP fía el futuro político de Cifuentes a la investigación que está llevando a cabo la Universidad Rey Juan Carlos, según reconocen fuentes de la dirección. Estos interlocutores confían en que la Universidad pueda presentar el trabajo de fin de máster de Cifuentes, ya que la presidenta ha argumentado que ella no puede hacerlo porque no lo encuentra.
Desde el estallido de la polémica, en la cúpula del PP se ha pasado de la incredulidad a la preocupación, para instalarse ahora en una inquietud que va en aumento. Eso explica un viraje radical en la actitud de la formación.
Se ha pasado del apoyo sin fisuras a Cifuentes —“No todo vale en política. Las actuaciones de estos días contra Cifuentes son mezquinas, machistas y miserablesl”, tuiteó la secretaria general, María Dolores de Cospedal —, al silencio absoluto.
No hay mejor resumen de la tensión interna que el posicionamiento personal del presidente, Mariano Rajoy. El miércoles, el líder del partido respondió a un equipo de La Sexta durante sus vacaciones en Galicia. Habló de Cataluña. Y guardó silencio cuando le preguntaron por Cifuentes.
—La señora Cifuentes ahora mismo tiene que demostrar…
—Muchas gracias.
Fuentes de la dirección precisan que los apoyos a la presidenta “son medidos” y entran en el terreno más personal que político, si bien hay un deseo generalizado de que todo se aclare.
La tendencia a la baja del PP en toda España, en relación a las elecciones locales y autonómicas de 2015, no es una excepción en Madrid, donde el partido gobierna gracias a un pacto con Ciudadanos. Sin embargo, en esta comunidad sobresale la figura de Cifuentes, que está por encima de la marca PP en la valoración de los ciudadanos. La presidenta, según reconocen en la sede nacional, se ha convertido en un valor político en sí misma. De ahí que si su candidatura se malograra o se debilitara, para el PP sería una catástrofe, señalan preocupados en la dirección del PP.
Miedo a la corrupción
Sin embargo, el caso del máster no es la única inquietud de Génova con respecto a la comunidad. La dirección nacional teme que el calendario judicial de los casos de corrupción protagonizados por exintegrantes del partido acabe explotando justo antes de las elecciones de junio de 2019.
Tras ser obligada a declarar en la comisión de investigación del Congreso sobre la presunta financiación ilegal del PP, la propia Cifuentes espera que su política de “tolerancia cero” provoque la respuesta de los afectados. Señalada en informes de la Guardia Civil en el caso Púnica por participar en 2009 en una mesa de contratación que adjudicó un contrato al empresario Arturo Fernández —un concurso bajo sospecha de haber servido para financiar al PP madrileño—, la presidenta vive horas de máxima tensión. Su futuro político está en juego.
FUENTE: ELPAIS