Es el hombre elegido por Arrimadas para defender la postura política del partido en las próximas semanas en un momento clave, cuando está en el centro de todas las miradas
Inés Arrimadas comunicó al comité ejecutivo de su partido en la reunión de este lunes la incorporación de cuatro personas más a la dirección. Entre ellos, Edmundo Bal. En principio, ninguna sorpresa —la presidenta ya había dejado claro que el abogado del Estado formaría parte de su ejecutiva en cuanto los requisitos de afiliación previstos en los estatutos lo permitieran—, salvo porque la decisión en realidad va más allá: Bal es el elegido para copar todo el protagonismo cuando en unos días Arrimadas deje la primera línea para dedicarse durante algunas semanas a su baja por maternidad.
Aunque la líder naranja lleva días insistiendo en que no habrá problemas de liderazgo en su ausencia —“el partido va a seguir trabajando exactamente igual siguiendo las directrices marcadas”, insiste—, en estos momentos la posición de Ciudadanos ha adquirido especial relevancia, sobre todo tras garantizar la cuarta prórroga del estado de alarma, situando el partido como indispensable y centro de una negociación que continuará.
De hecho, uno de los puntos acordados pasa por mantener contactos semanales con el Gobierno para informar a Ciudadanos de las medidas que se vayan tomando en el marco del plan de desescalada. Diálogo y pactos.
A pesar de que la formación no desvela lo que hará ante una eventual quinta prórroga —como todo parece indicar—, Arrimadas sabe que en los próximos días comenzará una nueva negociación en torno a esta cuestión y que el partido naranja seguirá previsiblemente en el foco. Por eso, lo quiere tener todo previsto. El pasado miércoles, fue ella misma quien acudió a defender la posición del partido al Congreso, y ya advirtió de que sería la última vez por un tiempo, porque en breve dará a luz. Eso convierte a su sustituto en el centro de todas las miradas.
Bal ya ha defendido en otras ocasiones la postura naranja en el hemiciclo pero, según ha podido saber este diario, la decisión de la presidenta pasa por que el diputado adquiera un mayor protagonismo y sea quien esté al frente de las intervenciones políticas en los medios a partir de su marcha. También en la toma de decisiones que afecten al partido.
Al mando de la dirección naranja y las decisiones estratégicas continúan como hasta ahora, eso sí, Carlos Cuadrado —vicesecretario— y José María Espejo, su adjunto y secretario general del grupo parlamentario. Ambos pilotaron las negociaciones con el equipo de Sánchez durante la pasada semana y se han convertido en el verdadero núcleo duro de Arrimadas al frente de Ciudadanos. Pero Edmundo Bal es el hombre elegido para defender las posturas políticas en un momento crucial, por encima de otros portavoces del partido.
Arrimadas sabe que el debate está centrado de manera exclusiva en el devenir del estado de alarma y en la desescalada de las comunidades autónomas. Más allá de la presencia en gobiernos autonómicos, en el partido saben que es necesario tener a un dirigente de referencia al frente de las intervenciones, hasta ahora copadas por la presidenta, y todos los caminos conducen a Bal, que además de ser el diputado que normalmente ejerce como portavoz en sustitución de Arrimadas, cuenta con una trayectoria y una solvencia que lo avalan.
PALOMA ESTEBAN