“Señora Díaz ha dejado usted caer como que yo tengo problemas de formación diciendo que la economía tampoco es lo mío. Yo no he tardado diez años en terminar la carrera. Si nos la buscamos pues nos la encontramos”. Se lo dijo Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía, a la presidenta de la Junta. Puede ser el broche de esta legislatura a una relación imposible que en términos políticos tiene muchas consecuencias. El PSOE andaluz no puede mirar a su izquierda para formar Gobierno tras las elecciones autonómicas y eso preocupa y mucho, no sólo en Ferraz sino también en círculos de la izquierda en Andalucía, entre líderes sindicales o asociaciones y colectivos que tradicionalmente han sido fieles a las siglas socialistas y que se preguntan por qué el PSOE andaluz sigue mirando a Cs como único socio posible.
Aún sin fecha para las elecciones, las encuestas internas que manejan los partidos políticos en Andalucía certifican una nueva victoria del PSOE tras 36 años en el Gobierno y el fin de las mayorías absolutas. Para gobernar habrá que pactar. En las anteriores elecciones, Susana Díaz pasó 80 días bloqueada. Ahora el escenario puede ser aún más complicado en un clima político nacional que no ayuda. Ese es uno de los argumentos que maneja el PSOE-A para adelantar las andaluzas, que tocarían en marzo, alejarlas de mayo y de unas generales para que la investidura no se contamine. Si tras los comicios andaluces PP y Cs suman más de 55 diputados (mayoría de 109), no habrá margen para que los socialistas sigan en el poder. Sin embargo, ni las encuestas más favorables apuntan a ese resultado.
Los sondeos ponen en duda el ‘sorpasso’ de los de Albert Rivera al PP. Cs como tercera fuerza política permitiría a Susana Díaz cerrar su gobierno dando entrada a unos socios que en esta legislatura no se lo han puesto demasiado difícil. Los socialistas andaluces admiten que sería el mejor escenario posible.
El día después
Sin embargo en Ferraz hay preocupación, según fuentes consultadas de la ejecutiva federal, porque haya un cerrojazo político que obligue a repetir elecciones: “Pase lo que pase, el PSOE andaluz enfrenta una pérdida de poder porque deberá pactar y Cs se lo puede poner muy caro. Perderemos espacio e iremos hacia atrás”. “Si el mayor mal después de 36 años de gobiernos ininterrumpidos es ceder espacio en el Gobierno…”, replican con socarronería desde las filas andaluzas. En Ferraz admiten que “la mayor inquietud no son las elecciones sino lo que pase el día después”. Por eso, en el equipo de Pedro Sánchez no ocultan que les gustaría que se buscaran interlocutores y se tendieran puentes a la izquierda del partido.
Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha señalado en sus últimas entrevistas, lo hizo en la ‘Ser’ y en ‘El País’, que ha llegado el momento de entrar en los gobiernos y que está muy cerca de cerrar un acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado, como también lo creen en el Ministerio de Hacienda. En Andalucía, pese a que la ahora ministra, María Jesús Montero, era la misma interlocutora como consejera andaluza de Hacienda, ni siquiera ha habido negociaciones serias para estos tres últimos presupuestos autonómicos, todos cerrados con Cs. En este momento, Susana Díaz tampoco ha tocado a la puerta de Podemos para hablar de las futuras cuentas, a pesar de que Cs ya ha dado por roto su acuerdo de investidura.
«Ni muertos»
“No vamos a entrar en un Gobierno del PSOE ni muertos”, asegura Teresa Rodríguez, parafreseando su propia intervención en un pleno del Parlamento, que indignó mucho a los socialistas: “Con el PSOE ni muerta”. La alianza de Podemos e IU, ‘Adelante Andalucía’ marca sus líneas rojas. No apoyarán gobiernos de derecha pero no pactarán una legislatura con el Gobierno socialista. “No vamos a permitir que Andalucía vaya de Guatemala a Guatepeor”, indica la líder de Podemos, que defiende que tenderán la mano para acordar “cada medida, cada ley, cada propuesta”. “Hemos demostrado que no permitimos gobiernos de derechas en Sevilla, Marbella, Jerez o Córdoba”, asegura Rodríguez.“Eso lo tenemos super claro”, insiste, aunque el PSOE no para de insinuar una pinza de Podemos con el PP en Andalucía.
Tanto Rodríguez como el coordinador de IU Andalucía, Antonio Maíllo, aseguran que han podido hablar con Iglesias sobre este asunto y que lo tiene claro. “Pablo Iglesias y el resto de la dirección estatal tienen muy claro quién es Susana Díaz y qué es el ‘susanismo’”, sentencia Rodríguez. En la última investidura, Iglesias, a quien Díaz llamó directamente puenteando a la cúpula andaluza, sí quería un acuerdo con el PSOE y Rodríguez lo bloqueó. Después, entraron en gobiernos como el de Castilla la Mancha.
Podemos asegura que pesan los 36 años de gobiernos socialistas y que haya dos generaciones de políticos “criados en el poder y en el aparato”. Maíllo (IU) lo deja claro: “Susana Díaz es un obstáculo para cualquier acuerdo”. La última experiencia de gobierno de PSOE e IU en Andalucía, de 2012 a 2015, acabó muy mal. Los puentes no se han reconstruido ni hay intención de hacerlo.
Roces con IU
Los socialistas atacan a Maíllo por haber “entregado” IU a Podemos y han hecho guiños a sus votantes. Incluso ha habido contactos con los alcaldes de IU que no están cómodos con esa confluencia para que se integren en las filas socialistas. “Quieren desgastarnos buscando referencias. Eso es de muy mal gusto y además ya no funciona”, sostuvo el líder de IU preguntado al respecto en una entrevista en ‘Ondaluz’. El último gran fichaje de estas características en Andalucía fue el de Rosa Aguilar, actual consejera de Justicia.
Podemos ha aprobado con el PSOE las leyes de servicios sociales, discapacidad, memoria histórica, LGTBi, el decreto de las 35 horas y, en el último pleno, las normas de cambio climático y audiovisual. Sin embargo optaron por marcar diferencias en un tema donde lo lógico hubiera sido unidad: la ley de igualdad, votando en contra.
“No ha habido ningún gesto de Susana Díaz hacia nosotros. Ni lo habrá”, sostiene la líder de Podemos Andalucía. “Ellos lo tienen claro, lo verbalizó el exsecretario general del PSOE de Málaga en ese audio que salió a la luz: ‘El PP es el adversario pero Podemos es el enemigo’”, recuerda. “Ellos saben que el único cambio posible está en nuestra mano y Susana Díaz quiere un socio cómodo y de derechas como Cs”, zanja Rodríguez.
En el PSOE-A entienden que es Podemos el que hizo volar los puentes y no creen que vayan a encontrar la mano tendida a su izquierda
Enfrente, la versión del PSOE andaluz es totalmente opuesta. Se remiten a las negociaciones de la investidura y aseguran que tenían un acuerdo casi cerrado con Podemos que Teresa Rodríguez hizo saltar por los aires cambiando los interlocutores. “No son de fiar”, asegura un dirigente próximo a Díaz, que no cree que haya que modular el tono respecto a Podemos que se mantuvo en la anterior campaña, en la que se erigió en el azote más duro, junto a Felipe González, de la formación morada. Desde la ejecutiva andaluza también aseguran que Ferraz sabe bien “que Teresa Rodríguez no es Pablo Iglesias” y admiten que han conversado sobre este asunto “de forma informal”. “Nuestra actitud ha sido en función del comportamiento de Podemos”, señalan. Ni hay puentes entre ambos partidos ni va a haberlos. Como último ejemplo, los socialistas señalan que Podemos haya aplaudido que el PP llame a Susana Díaz a comparecer en el Senado el próximo 8 de noviembre después de que, en Madrid, los diputados de esta formación abandonaran esta comisión de la Cámara Alta por considerarla «un circo».