Este baile de sillas que protagonizan a veces nuestros políticos hace un flaco favor a los partidos. Es algo que debería saber el propio Partido Popular porque lo ha sufrido en sus propias carnes. Por eso, debería haberse negado y marcar distancia. La inclusión de Toni Cantó en la lista de Isabel Díaz Ayuso para la Comunidad de Madrid, que se da por hecha, no parece un buen giro a esta trama.

Lo recordé hace unos días: el movimiento de Ángel Garrido hace dos años supuso un durísimo trago para el PP. El ‘popular’ Garrido llegó a ejercer como presidente de la Comunidad de Madrid tras la abrupta salida de Cristina Cifuentes del gobierno regional. Sin embargo, en abril de 2019, cuando su nombre había sido incluido en la candidatura del Partido Popular como número 4 para las elecciones europeas del 26 de mayo, saltó la sorpresa.
Cuatro semanas antes de la cita con las urnas, sin previo aviso y quejoso porque el PP había apostado por Díaz Ayuso para la Comunidad, Garrido anunció que cambiaba de filas: se integró como número 13 en el proyecto de Ignacio Aguado, candidato de Ciudadanos a la Asamblea de Madrid.
Feo, feo, feo. Como feo es el movimiento que realiza ahora Toni Cantó pero en sentido inverso. Anunció hace unos días que renunciaba a su acta de diputado en las Corts Valencianes y dimitía de la ejecutiva de Ciudadanos. Y ahora asegura que irá en las listas del PP por Madrid. No ha dejado ni que el cadáver se enfríe.

Que la maniobra es controvertida y presenta aristas lo demuestra el silencio de Isabel Díaz Ayuso que, al momento de cerrar este artículo, todavía no había confirmado la jugada. Después está la bochornosa hemeroteca que, sobre todo en casos como este, saca los colores al más pintado. Porque también Toni Cantó tiene una jugosa lista de frases lapidarias contra el partido donde ahora recala. Veamos sólo algunos ejemplos:

Febrero de 2020: “Nos diferencian muchas cosas del PP. En la lucha contra la corrupción, el PP aún se ve salpicado por su pasado. En la lucha contra el nacionalismo, hasta hace nada el PP pactaba con el PNV o CiU. Y por último, somos un partido que decimos lo mismo en toda España”.

En 2019: “Impuestos confiscatorios. Facturas más caras a los autónomos. Menos libertad fiscal. Esto nos espera con PP y PSOE. Si no queremos llevarnos las manos al bolsillo, llevémoslas todos a las urnas el próximo #28A y hagamos juntos Presidente de España a @Albert_Rivera”.

En 2019, en El Mundo: “Yo también estoy muy cabreado de ver cómo el PP y el PSOE nos han engañado una y otra vez, se han entregado al nacionalismo y nos han quitado libertades”.

En una entrevista para TVE en 2018: “Los españoles que quieran un partido que no luche contra la corrupción, que voten al PP”.

En ‘Al Rojo Vivo’ de LaSexta: “El PP en la Comunidad Valenciana era una máquina de corrupción masiva, todos lo teníamos clarísimo, y a mí me parece vergonzoso que el señor (Francisco) Camps diga que no lo sabía (…) Es obvio que la maquinaria estaba totalmente podrida y fue fundamental para la elección de Rajoy en 2018. Estamos hablando de un PP cuyas ‘X’ se van despejando, y cada vez nos iremos acercando más. Me parece inconcebible y vergonzoso que puedan decir que no sabían nada”.

Pero también hay hemeroteca en sentido contrario. En abril de 2018, el Partido Popular pidió la dimisión de Toni Cantó como diputado de Ciudadanos en el Congreso por falsear su currículum:

— “A Toni Cantó se le cayó el título de pedagogo de la web del Congreso en el cambio de chaqueta (en el cambio de UPyD a Ciudadanos). A parte de «trabajar» una décima parte”.

Por eso digo que este tipo de movimientos sólo sirven para que los ciudadanos vayan perdiendo la confianza en nuestros gobernantes, capaces de decir una cosa hoy y mañana sostener lo contrario… con tal de seguir saliendo en la foto. Penoso.

Javier Fumero