TRES COSAS HAY QUE SEÑALAR EN LA AGENDA POLÍTICA QUE VIENE     

 

El hundimiento socialista en Andalucía se recordará como la victoria más amarga del centenario partido en su principal feudo. Con la amortizada Susana Díaz han perdido más de medio millón de votos de una tacada y por primera vez no han superado el millón de votantes en su territorio más fiel. Susana y sus correligionarios habrán de entregar a los conservadores la Junta de Andalucía, sí o sí, con todo lo que conlleva tras casi cuatro décadas de gobierno progresista. Las “derechas”, como la faraona del sur llamaba severa a PP, Cs y Vox para meterlos en la misma saca ideológica, la van a mandar a la oposición.                                                                                                       

Por más que los apesebrados medios  y la enfervorizada oposición, teledirigida bajo la “Sombra de Aznar” y sus benefactoras élites, se empeñen en culpar de la hecatombe y liquidar a P. Sánchez, anticipando a diario la catástrofe que se avecina tras el terremoto político provocado por la situación en Cataluña, el empecinamiento en agitar el pasado que inició Zapatero y los pactos por sacar adelante la moción de censura contra Rajoy, sin olvidar la irrupción de Vox, al socialismo andaluz lo va a sacar de Santelmo la galopante corrupción institucionalizada, el hartazgo de la gente por la red clientelar prolongada en el tiempo y el escalofriante nivel del paro en Andalucía.                                                                                                                                      

En todos los puntos de Españal, en cada sede socialista, dirigentes y militantes del PSOE intentan analizar el fiasco electoral andaluz, y corregir dicho impacto de cara a próximas citas electorales, les preocupa ingratamente la lenta recuperación del PP, el crecimiento sostenido de Cs y la inesperada irrupción de Vox. Para muchos los resultados de Andalucía no han hecho más que adelantar la que se les viene encima en todo el país. Un horizonte incierto y preocupante, por lo que se intuye de dificultad para la consecución de los incuestionables pactos por venir en las distintas instituciones. Y aquí sí que las responsabilidades serán de todos.                                                                                                                                                                    

Nadie duda que la moción de censura y la investidura de Pedro Sánchez han provocado un cambio sustancial en la política española en todos sus ámbitos, que la derechona mediática y política no se esperaba, como tampoco lo deseaba la “estirpe meapilas” de independentistas catalanes que peregrinan por Monserrat haciendo penitencia por su mala conciencia, dirigida por Torra y Puigdemont  que apuestan por “cuanto peor mejor”. El gobierno Sánchez ha significado un antes y un después respecto a los de Rajoy, pese a quien  pese. Todo esto a pesar de la innegable debilidad parlamentaria cada vez más real. Son tan solo señales pero la correlación de fuerzas no da para más.                                                                                                      

Hay una pinza política y mediática contra Pedro Sánchez que les va suponer a todos un patinazo sin parangón, un fallo de cálculo impropio y un tremendo error en las maniobras orquestadas que contra él confluyen, actuando bajo intereses comerciales de corporaciones que temen un gobierno de coalición con Podemos. Pero ni Sánchez es el malo de esta historia, ni los ansiosos líderes de la oposición son los salvadores del país. Lo que espera la sociedad del PSOE con Sánchez es que vuelva a ser un partido grande, honesto y digno de confianza para la ciudadanía. Y la gestión de Pedro Sánchez va más allá de la política actual, utilizará sus cartas justo a tiempo, que nadie lo dude. Sánchez es un fajador incansable y los socialistas lo saben, es un hombre del pueblo que está con la gente, y la gente camina con él.                                                                                 

No hay noticias perfectas pero nos quedamos con tres que vienen para sorprender a propios y a extraños, y que muy pocos quieren que se publiquen. Porque es cierto que existen poderes que influyen en la política, “los que mandan en la economía mandan en la política”, así que la noticia con el perdón incluido de antemano, es una noticia que no se quiere publicar pues expone, y “exponer es exponerse”, tres cosas que van a marcar la agenda política del año entrante: La aprobación de los presupuestos, un referéndum nacional por Cataluña y el super domingo electoral de Mayo. Sánchez es mucho Sánchez , pero, tiene que “ponerse borde y sacar los pies del tiesto”.                             

 

 

RUBÉN GONZÁLEZ