ADVERTENCIA A LOS PARTIDOS VACÍOS DE PATRIOTISMO, Y A SUS LÍDERES
Los españoles@ que nos hacen perder el tiempo y a veces hasta los nervios, en el seno de la política mediocre, observándose sus orondos ombligos de pitiminí, estamos a un paso de entrar en el campo salvaje y claustrofóbico de los manglares del odio, el rencor y el sectarismo, desafortunadamente por ellos, los que deberían ser los educadores de la opinión pública, la sociedad silenciosa o la ciudadanía, con el peor perfil de unos maestros suspendidos en las encuestas, año tras año, que nos han gobernado en la totalidad de las décadas del Siglo XX. Y de las del diecinueve corramos un tupido velo, porque en aquellos años para olvidar, la Democracia llegó a tener celulitis hasta en el paladar, a partir de las Cortes de Cádiz. El siglo veinte fue inaugurado con malos presagios, con los asesinatos de Dato y Canalejas, y anteriormente, en los límites, Cánovas del Castillo, a manos de los pistoleros antisistemas, entonces denominados anarquistas, unos seres que para lograr la paz terrenal, mataban, asesinaban o te daban un paseo, como sus adversarios de la extrema derecha, llamados nazis y fascistas. Cayó bajo las balas Pepito el Grillo, un vecino de las Hurdes, que tuvo el atrevimiento y el valor de proclamar ante el rey Alfonso XIII lo que se le venía encima a España, a S.M. y al resto de los españoles. La paz era ya un palabro vacío que quedó olvidada desde los reinados del Fernando VI y Carlos III.
Luego la caída vertical que fue de mal a peor, hasta nuestros días, aniquilada la República por sus padres machistas y el caudillo.
En este último quinquenio han llegado al galope los mongoles educados por la URSS, en la Lubianka y en la vieja Universidad «Patricio Lumumba», aleccionados en las madrasas mahometanas y sus sectas que ya conocemos, gracias a los meritorios esfuerzos de la Secta TV amarilla, color vaticanista o cirróticos separatistas jartos de vino, vodka y y marihuana traída del cercano Afganistán, en los fines de semana nadando en el alcohol, el mismo que se emplea para que arda España y Portugal. La España vacía de jerarcas que tengan categoría humana imprescindible que paren el bombardeo que nos castiga. Ya no somos una unidad de destino en lo universal, transformada en una masa cartesiana.
El estallido del separatismo catalán al que seguirán las peñas del BARCELONA C.F.(más que un club) por toda la Península Ibérica, si el pueblo y la mayoría silenciosa tocando la flauta de Hamelín en alguna ocasión de riesgo, no exige un REFERENDUM NACIONAL, acogiéndose al mandato constitucional y popular. Votemos todos, y ya.
Hemos llegado a tal punto de decadencia que ni somos capaces, con el Gobierno y los partidos constitucionalistas, de frenar la charlotada demencial del espectáculo diario de Puigdemont, que ninguna potencia europea permitiría a los payasos separatistas del Gobierno belga, cuya capital, Bruselas es la Universidad del nazismo continental y banco intermediario situado en Brujas, enarbolando a los mercaderes de tres grandes paraísos fiscales.
Las crisis separatistas, que en otras capitales del viejo continente llaman, «hispanitis crónica» va muy lejos. Entre sus cinco grandes desembarcos, incluyendo el desembarco de los coletas, hay uno clave, que no es nada nuevo.
Ya lo incluyó Jordi Pujol a cambio de apoyar a los grandes partidos en el Parlamento para gobernar o aprobar Presupuestos Generales del Estado a cambio de miles de millones de euros, que ha culminado con el llamado, de guasa, el CUPONAZO DE MURCIA, una limosna porque el separatismo murciano solo se ubica en Cartagena.
La liquidación, de cara y subterráneamente, de la lengua española que hablan más de quinientos millones de personas y cuya literatura es considerada entre las tres primeras del mundo, se mantiene y sin temblores de piernas, al menos en quince provincias. La extinción de una lengua para romper a una nación, es una operación prioritaria y a ella se dedica a los mejores estrategas, como viene planteándose en Cataluña, desde hace cuarenta años, y así mismo en el País Vasco. A la cola van las Baleares, donde gobierna el PSOE en coalición con partidillos nacionalistas que están arruinando las islas y sembrándolas de los turistas llegados de toda Europa, que se suicidan borrachos en las piscinas. El camino para alcanzar objetivos preferentes es educar a los niños y jóvenes en las escuelas, colegios y universidades para llegar a ser un buen soberanista y votar correctamente en su momento, en pocos años. Siguen Valencia, Galicia, Canarias y no me extrañaría que desembarcaran en las Columbretes.
El Estado, cegado por los partidos se inquieta, pero aquí no se trata de limpiar a España de sinvergüenzas, corruptos, separatistas, extremistas, yihadistas dormidos y delincuentes llegados de todo el mundo, las mafias que gobiernan el mundo y pagan con enormes fortunas que les facilitan los Estado que tratan de someternos a dictaduras jugando con el silencio de las aulas, en el ruido de las calles, la agitación, la violencia y la ideología espiritual, entre rezos políticos, que salen de monasterios, dando ideas, instrucciones y cobijo. Musulmanes y cristianos, en una pacto grosero que nos sitúan en riesgo permanente cuando el polvorín explosionará cuando un loco en el Poder meta fuego a la mecha. Y los hay capaces. A veces aparecen en las televisiones, y nos sonríen amablemente, interrogados por un colega del periodismo que les calienta la boca en el disparate. Un colega del diario belga LE SOIR, experto en temas europeos, se asombra de la pasividad de las autoridades españolas ante el despliegue de Puigdemont en provincias flamencas, porque entiende que el tema es tan delicado que puede terminar con el Ejecutivo de su país, pero las escenas que se dan, la permisividad a unos individuos reclamados por la Justicia de tu país es una cuestión que daña a la precaria unidad de Europa, que los rusos y los árabes radicales tratan de desequilibrar.
Lo veo muy, muy peligroso. Han logrado los catalanes internacionalizar un problema que se ha dejado crecer como un cáncer. Desde luego hay una mano, manaza negra que mueve todo este ovillo. Aquí hay rumores de todo tipo y ninguno esperanzador. Este caso de Puigdemont nunca había sido escenificado en la Unión Europea. Raro, muy raro.