MADRID. CRONICA DE JOSEP R. VILASECA
MADRID.- De vértigo. Puigdemont rechaza convocar unas elecciones regionales porque imponer el artículo 155 está fuera de la Ley, y no se van a someter a los dictados del Gobierno del Estado Español. La Vicepresidenta Soraya de Santamaría, desde el Senado ha repartido mandobles, sin tregua, durante diecisiete minutos, a Artur Más, el malo armador de la trama y al pobre Puigdemont, manipulado por los separatistas de la CUP, ERC y sus aliados, se supone que se refería a los podemitas de Pablo Iglesias. La acusación de mayor peso de la vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, se ha sustentado en el argumento de haber aparcado esfuerzos en colaborar para salir de la crisis y elevar el nivel de vida de los catalanes, el Gobierno regional se ha dedicado casi exclusivamente a reforzar un separatismo radical que trata de debilitar a España y por ende a Europa. No a construir sino a destruir y acumular deudas: «Han colocado el Govern al servicio del separatismo. Artur Más decidió hace mucho sacrificar la convivencia de Cataluña en un Parlament paralizado». La suerte está echada, parece, porque se ignora cual será el siguiente paso del president, si es que los jueces se lo permiten.

Si cayera en la tentación de poner el titulo de una buena película al barullo estrafalario catalán protagonizado por los políticos y sus cómplices antiespañolistas, desenmascarado por la Prensa decente, la que no se ha dejado alquilar por los mercaderes de dinero negro llegado desde lejanos países, le colocaría este » I Know Where Im». Una comedia de escoceses que aparecen como intrigantes en permanente estado de embriaguez, fabuladores y protagonistas de personajes de seriales. Una serie por capítulos de perfil aldeano como los que estamos siguiendo en directo codo con codo con militantes de la CUP que llaman a Puigdemont traidor, porque los rumores de radio Macuto intoxicaban afirmando que el capo aceptaría convocar elecciones para el veinte de diciembre. Basura sólida, ya que hasta ese sujeto con planta de matón parlamentario, que se apellida RUFIAN, le había enviado un whatsapp ofreciéndole ciento cincuenta monedas de plata, comparándole con Judas Iscariote, precipitándose sin contrastar. Es el juego sucio de las hordas de los herederos de Junqueras que hasta se hacen trampas entre ellos. Meten miedo y meten el alma en un puño cerrado amenazante, los mismos que organizan huelgas infantiles en los colegios catalanes. Sin escrúpulos. Formando equipo con los norcoreanos de la CUP y los militantes al servicio del dictador mimetizado Pablo Iglesias, a los que les importa España lo que la región de Murcia a los peperos de Génova 13. En nuestro caso el filme apropiado seria LA SOGA, del sabio Hitchcock.
Lo de hoy ha sido un drama entre trepidante y sádico, como si fuera un parto con fórceps que no se merece la bella Cataluña gobernada por golfos de todas clases que nos roban, a nosotros y a los catalanes desinformados por televisiones amaestradas en las mentiras.

Cinco horas de espera, frenesí, dudas, suspensiones, aplazamientos, crispación, insultos, tumultos y asomo de violencia de expertos en agitación callejera, la otra kale borroka que ya se ha hecho internacional, suspense y crisis de hipertensión. Solo faltaba Ferreras, el urdidor y guionista de novelas y reportajes del Oeste americano. ¿Nos merecemos tanta ignorancia ?. Eso si, había rostros preocupados de señoritas que dejarán de cobrar sus sueldos de lujo ocultos en la selva salvaje de predadores que nos comen a impuestos, pagamentas e injusticias. Pero esta película no ha terminado. Han envenenado a otras comunidades autónomas y las flechas de las tribus mafiosas apuntan a la vieja piel de toro de España. Mañana, subirán hacia el corazón de Europa a la sombra de las masas yihadistas. Hace siglos llegaron ante Viena y rompieron la barrera natural de los Pirineos. Pero fueron rechazados, derrotados y expulsados. Nosotros lo haremos en las urnas para proteger la paz, la democracia y el Estado de Bienestar. No consentiremos otra aventura brutal como esta que atenaza a Cataluña, en donde el Parlamento se ha convertido en un búnker armado, sin leyes ni principios. El escenario de un golpe cuyos muros de odios y fanatismo aún no han sido arrancados.

Ahora toca pelear sin demora y no consentir cobardías, trucos y promesas vacías, en el otro Parlamento, el del Estado español. Y que se haga justicia. Todas las Comunidades Autónomas estamos en la misma gran plaza. España, libre, viva e igual. Sin chantajes ni golpes bajos. Y políticos a los que podamos votar sin dudas, con una Ley Electoral que aleje el caciquismo de los partidos, y sus negocios privados, llamados corrupción generalizada. Un estado de derecho aseado y hasta utópico, en paz. Cuando salgo del Senado una vez aprobada una de las tres enmiendas socialistas y en espera de las otras dos para la sesión de mañana, no me llego a imaginar un último cambio de escena con la muerte del actor principal. De locos que estos independentistas descerebrados por un taquillazo sin parangón organicen otro pucherazo como ya nos tienen acostumbrados. Si Rajoy y Sánchez, con el guión de Iceta que hoy se mostró como un político de talla, muerden el anzuelo, la inmensa mayoría de españoles no les perdonarían tan tremendo disparate. Gran error de cálculo y olfato.

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