Los padres del cámara acusan al médico de un supuesto delito de falsificación de documento público, al considerar que la firma que aparece tras examinar el cuerpo y la del que informe del día siguiente «no fueron realizadas por la misma persona»

 

Demoledor. Los familiares de Mario Biondo, el cámara que apareció sin vida en su domicilio madrileño el 30 de mayo de 2013, -cuando estaba casado con la presentadora Raquel Sánchez Silva-, y que habían denunciado hace apenas cuatro meses al forense que levantó su cadáver por falsificación de documento público, han conseguido su objetivo: un juez español ha admitido este jueves 31 de mayo de 2018 la querella criminal presentada por Santina D’Alessandro y Pippo Biondo. (El demoledor informe que prueba que Mario Biondo fue asesinado con un cable).

La querella iba acompañada de cuatro informes periciales de expertos italianos -junto con la traducción jurada de cada uno- y el elaborado por un criminalista español, con una clara conclusión: Mario no murió ahorcado y alguien preparó una escena para que lo pareciese. (Mario Biondo fue asesinado: ¿quién de su entorno mató al marido de Raquel Sánchez Silva).

El cuerpo sin vida de Mario yacía suspendido parcialmente de una estantería metálica por una pashmina. No había señales de violencia. La somera investigación de la Policía concluyó que si parecía un suicidio era un suicidio y el médico forense estampó la firma rubricando la misma hipótesis.

Carpetazo y así se truncó la posibilidad de que en España se abriese un ‘caso Biondo’. Los padres jamás creyeron que su hijo se hubiese suicidado.

Aun así, y según da cuentaLa Vanguardia‘, ha sido un sexto informe el que ha movido a la juez a admitir la querella y a solicitar al juzgado de instrucción que entendió de la muerte que le remita sus diligencias. (Las 15 fotografías que demostrarían que Mario Biondo fue asesinado).

En la querella se incorpora el dictamen de uno de los más reconocidos peritos en grafología españoles. Su inquietante conclusión es que tras el estudio de la firma plasmada en el documento médico forense del 30 de mayo y la del documento judicial del día siguiente, el informe de autopsia, el experto concluye que

«con carácter indiciario, las firmas de uno u otro documento podrían no haber sido realizadas por la misma persona a las que inicialmente se las atribuye».

Los otros cinco expertos de probada solvencia recopilan un cúmulo de torpezas en sus respectivos informes que, de por sí, serían motivo de investigación. Pero es que, además, señalan mentiras apabullantes, entre otras, que nunca llegó a abrir el cráneo de Mario ni tampoco su estómago; bazo, riñón, vejiga e hígado no fueron seccionados y las piernas del cuerpo no estaban semiflexionadas.

Los cinco han manejado no solo los datos de su autopsia sino la que realizó en Italia el forense Paolo Procaccianti, quien la calificó de «deficiente».

El Dr. Livio Milone, especialista en Medicina Legal, doctor de Investigación en Ciencias Biológicas Forenses y profesor asociado de Medicina Legal en la Universidad de Palermo, afirma lo siguiente:

«La inspección externa en el proceso de inspección y la autopsia madrileña, fueron realizadas de manera absolutamente pedestre, indigna de un especialista en Medicina Forense y de forma tal que no pueden ser considerados válidos para los objetivos forenses».

El doctor Corrado Cugno, especialista en Radiodiagnóstico y consultor técnico del Tribunal de Palermo, habla de asfixia producida por un tercero y explica con detalle como los dos surcos en el cuello de Mario, uno compatible con un cable de 0,8 mm.

«La autopsia evidencia groseras imperfecciones, sintomáticas de impericia y negligencia grave de parte del querellado»,

señala Giuseppe Iuvara, experto en Medicina Legal y de Seguros, especialista en Ortopedia, Ordine dei Medici di Ragusa.

Finalmente, Lluís Duque, especialista en Policía Científica e Investigación de Delitos, diplomado en la Escuela de Policía de Cataluña, diplomado en Criminalística, Infoanálisis y Técnicas Avanzadas en Ciencias Forenses, Máster en Criminalística en la UAB y profesor de Criminalística en la UdG reconstruye cómo pudo ser la muerte de Mario para terminar considerando que

«el homicidio tiene connotaciones premeditadas y pasionales, ya que se lleva a cabo en un entorno íntimo, esperando el momento adecuado de indefensión de la víctima y se ejecuta metódicamente».

 
 
 
 

 

 

FUENTE: PERIODISTADIGITAL