Todo está más abierto que nunca ante la cita electoral del próximo 21 de diciembre. El sondeo de GAD3 para La Vanguardia, realizado entre los días 30 de octubre y 3 de noviembre (y por lo tanto ya bajo el impacto parcial del encarcelamiento de ocho miembros del cesado Govern) dibuja un escenario de participación récord (superior al 80%) y en el que la suma de escaños de ERC, PDECat y la CUP podría quedarse en 66 diputados dela Cámara catalana. Es decir, por debajo de la mayoría absoluta, cifrada en 68.
Eso sí, los comicios tendrían un claro ganador, Esquerra, con más del 29% de las papeletas, aunque seguida de Ciutadans, que rozaría el 21%, casi tres puntos más que hace dos años. Esas estimaciones de voto supondrían unos 45 diputados para ERC y hasta 28 para Cs. El tercer puesto sería para el PSC, que incrementaría su voto en casi dos puntos y podría obtener hasta 20 escaños (cuatro más que en el 2015).
La cuarta posición la ocuparía el PDECat, que obtendría poco más del 10% de los sufragios, en una caída abismal si se compara con su resultado en los últimos comicios autonómicos a los que concurrió como oferta diferenciada (aunque entonces en coalición con Unió), las autonómicas del 2012. Si entonces obtuvo casi el 31% de las papeletas y 50 escaños, ahora obtendría un tercio de aquel capital electoral y entre 14 y 15 diputados (o sea, 36 menos).
La principal consecuencia de esa caída y del paralelo retroceso de la CUP (que podría perder casi dos puntos en cuota electoral y hasta tres escaños), es que la actual mayoría soberanista de 72 diputados en el Parlament que forman Junts pel Sí y los anticapitalistas se vería reducida ahora a una horquilla de entre 69 y 66 escaños. ERC y PDECat sumarían una décima más (39,7%) que JxSí en el 2015, pero el conjunto de los partidos independentistas reuniría ahora el 46% de los sufragios –1,8 puntos menos que hace dos años–, frente al 43,9% de Cs, PSC y PP, que sumarían cinco puntos más.
Diputados independentistas
La horquilla de escaños de ERC, PDECat y la CUP oscila entre 69 y 66, sin asegurar los 68
Este panorama electoralmente convulso se completa con una evolución a la baja de los comunes, ya que la formación heredera de Catalunya Sí que es Pot (CatComú) podría perder hasta dos escaños de los once que logró hace dos años. A su vez, el PP repetiría levemente al alza su resultado del 2015 y podría ganar o perder un diputado de los once que obtuvo entonces.
Ese desenlace se inscribe en una participación que, como ya se ha señalado, sería récord: del 81%. Y ese incremento de la movilización podría explicar el avance de Cs y PSC, amén de los trasvases de voto. En este ámbito, los más perjudicados serían la CUP –que transferiría un 20% de sus votantes a ERC–, y CatComú, que cedería un 25% de sus sufragios a Esquerra o el PSC.
La gran pregunta que, no obstante, sigue pendiente a la hora de dibujar el horizonte electoral afecta a los dos principales partidos del bloque soberanista: el PDECat y Esquerra, que concurrieron el 2015 dentro de la coalición Junts pel Sí. ¿Volverán a hacerlo ahora? Tienen hasta el martes para decidirlo, pero sus respectivos seguidores se muestran hoy mucho más divididos al respecto que hace algo más de dos años.
Correlación respecto al 2015
El soberanismo reuniría un 46% de los votos, 1,8 puntos menos, y Cs, PP y PSC, el 44%, cinco más
Lo único que suscita unanimidad es la conveniencia de presentarse, más allá de que entre un 22% y un 29% de los consultados prefiera que los soberanistas no concurran a la cita del 21-D. Sin embargo, entre los respectivos votantes, más del 90% de los de ERC y el PDECat (y el 80% de los de la CUP) consideran que esos partidos deben concurrir. De hecho, si la CUP no se presentase, un 60% de sus votantes apoyaría a ERC y un 18% al PDECat.
La pregunta clave, por tanto, gira en torno a si el PDECat y Esquerra han de concurrir juntos o por separado. Y ahí el 50% de quienes creen que sí deben presentarse a los comicios opina que deberían hacerlo por separado, y menos de un 29%, juntos. Ahora bien, la opinión que más cuenta es la de los respectivos votantes, y ahí es donde aparece una visible división.
El 50% de quienes prevén votar a ERC cree que esta formación debería concurrir con el PDECat. Pero un 43% prefiere que lo haga por separado. Entre los votantes del PDECat, el apoyo a una lista unitaria roza el 60%, aunque con un 32% de opiniones favorables a las listas separadas. Y, finalmente, entre los votantes de la CUP son mayoría (un 55%) quienes apuestan por candidaturas separadas.
Lista unitaria y soberanista
Los votantes de ERC, el PDECat y la CUP están divididos sobre si acudir juntos o por separado
En este contexto, cobra especial relevancia el candidato que finalmente presente el PDECat. Y ahí, entre la opinión pública tiene ventaja Carles Puigdemont (lo prefiere casi el 27% de los consultados), aunque seguido a menos de diez puntos por Santi Vila (17,4% de preferencias), mientras que Neus Munté, Josep Rull o Mercè Conesa apenas registran apoyos. La correlación cambia, no obstante, cuando se pregunta a los votantes del PDECat.
En ese colectivo, un 67% se inclina por Puigdemont y sólo un 10% apuesta por Vila, casi empatado con Rull (8%). El cesado president sería también el candidato del PDECat preferido por los votantes de Esquerra (64%) o la CUP (55%). Finalmente, la valoración de los principales líderes ha sufrido una sensible caída desde la encuesta anterior, en julio pasado. Hoy ninguno aprueba.
PDECAT: Candidato preferido
Casi el 27% de los consultados prefiere a Puigdemont pero algo más del 17% a Vila