El PSOE afronta la jornada electoral del próximo domingo asumiento que el partido obtendrá unos resultados muy similares a los de abril pero tendrá aún más difícil lograr una mayoría de izquierdas. Por ese motivo, Moncloa y Ferraz planean exigir, “desde el minuto 1”, la abstención a Pablo Casado.
Los populares , junto a la de Ciudadanos -Rivera ya anunció en el debate que no impediría la formación de gobierno-, permitirían con esa abstención la investidura de Pedro Sánchez, que no necesitaría el apoyo de Podemos y los independentistas para mantenerse en La Moncloa.
Presión para Casado
Las fuentes del PSOE consultadas por este diario aseguran que, tras las elecciones del domingo, toda la presión se trasladará a Pablo Casado: “Como en 2016, España no se podrá permitir unas elecciones generales y todo el mundo pondrá los ojos en el partido que quedó segundo en las urnas, como nos pasó a nosotros”.
Ante esa circunstancia, en Moncloa y en Ferraz tienen claro el mensaje a trasladar desde el mismo momento en el que se conozcan los resultados definitivos de las generales: “Sin una mayoría del bloque de izquierdas, y sin alternativa en la derecha,corresponde al PP abstenerse para poner en marcha el Gobierno”.
El propio Pedro Sánchez, de hecho, ya apeló a ese sentido de voto de PP y Cs en el debate a cinco del pasado lunes. El presidente en funciones insistió que en varios partidos europeos el centro derecha y los liberales facilitan gobiernos para impedir avanzar a la extrema derecha, y pidió a Casado y Rivera que hicieran lo propio en España para detener a Vox.
El “factor Vox”
Tanto en el Gobierno como en el PSOE confían en que Pablo Casado dé su brazo a torcer. Entre otras cosas, apuntan, porque “no le va a a quedar otra” y porque, además de la presión de los socialistas, “los empresarios también le van a apretar”.
De hecho, añaden las fuentes consultadas, el líder popular ya se habría comprometido con importantes ejecutivos del Ibex 35 a desbloquear la investidura después de las elecciones generales.
Pese a este pronóstico de Moncloa y Ferraz, altos cargos del PSOE reconocen en privado no tener tan clara la abstención de Pablo Casado. Y aseguran, en ese sentido, que el presidente del PP no puede permitirse algo así “teniendo a Vox cada vez más cerca”.
El crecimiento de los de Abascal en estos comicios, añaden, va a ser un “factor determinante”, ya que puede influir en la decisión de Casado: “Si les ve demasiado cerca, puede rechazar la abstención para evitar que Vox le siga comiendo terreno al PP en la derecha”.
Una investidura trampa
En todo caso, señalan estas mismas fuentes, si finalmente Casado decide abstenerse, propiciaría una “investidura con trampa” para Pedro Sánchez.
Desde el Gobierno y el PSOE insisten en que “una cosa es la investidura y luego los acuerdos de legislatura”, que Sánchez trataría de cerrar tanto a izquierda como a derecha: “Se pueden aprobar medidas sociales con Podemos y Errejón, y otros proyectos con otros votos”, señalan. No obstante, esta tesis no es comprada por altos cargos socialistas.
Estos dirigentes consideran que Casado podría investir a Sánchez con el único objetivo de que se desgaste en el Gobierno, sin posibilidad de aprobar nada. De esta forma, añaden, “mientras nosotros nos desangramos en Moncloa, el PP seguriría creciendo de cara a unas futuras elecciones”. Unos comicios, concluyen, que podrían volver a celebrarse en “un año y medio” como tarde.