Dando por acertadas las dos grandes tendencias que marcaban las encuestas que fuimos conociendo a lo largo de la campaña (que el PSOE sería el primer partido y que el PP sufriría un enorme batacazo) las elecciones debían despejar, sin embargo, una cuestión fundamental de cara a las municipales: si los socialistas podrían gobernar con el apoyo de IU y Podemos o si necesitarían además contar con el sostén de UIDM, juntos como antaño, cuando llevaron a Campillo, PACTO DE BAHIA mediante y contrato entre bambalinas en “despacho imfluencers”, a la Alcaldiaia de Mazarrón.

 

Con los resultados de estos comicios aún calientes y extrapolando los resultados a “la que se avecina” en un mes, sabemos ya que esa incógnita no quedó ayer despejada con claridad: la suma de los votos  del PSOE y de IU-Podemos no supera los obtenidos por PP, Ciudadanos y Vox, lo que significa pura y simplemente que el candidato socialista no sería investido sin el apoyo de los indepes de UIDM más la extrema izquierda y con alguna calculada abstención. ¿Podría el PSOE gobernar del mismo modo que lo hizo Campillo? Eso ya es harina de otro costal. Y es que lo primero a lo que el líder socialista tendrá que renunciar si quiere seguir teniendo alguna posibilidad es al objetivo que había marcado su nuevo “asesor” una y otra vez , antes y durante la campaña electoral: aquella mayoría pretendida para poder gobernar y sacar a las derechas del poder.

Como si “UyDios Mio” fuese ahora la panacea progresista de Mazarrón . Como suele decirse, va a ser que no. Si los socialistas quieren -y han dicho que quieren cada vez que han tenido la ocasión, formar parte de ese posible gobierno “Franquestein” a la mazarronera,  dejaría al PSOE en puertas del pacto más tendencioso y corto que haya alcanzado nunca en Mazarrón.

La solución de un gobierno de coalición entre  UIDM, IU-Podemos y el PSOE, que hoy lunes 29 de abril parece del todo imposible vistos los resultados y el subidón de Cs, puede ser mucho más compleja de lo que en C-Progreso suponen, sin poner muchas más piedras en el camino de la nueva legislatura de las que previsiblemente podrá poner una oposición derrotada tras la suicida desunión de la derecha en tres partidos: VOX, PP y UIDM.Y es que el PSOE, IU- Podemos y los indepes tienen  culturas políticas muy distintas y en muchos terrenos opuestas.

El PSOE ha sido desde 1977 un partido con vocación de gobierno y UIDM nació como una fuerza cuyo objetivo era echar a los mercaderes del templo y no ayudarles a administrar el tenderete. Es verdad que su líder ha demostrado desde que se convirtió en protagonista de la vida política mazarronera que carece de proyectos e ideario (lo suyo son los intereses y tres años lo corroboran) pero no es menos cierto que una cosa es gobernar durante 36 meses utilizando el Consistorio para hacer campaña electoral y consolidarse, y otra muy distinta enfrentarse a la complejidad de una labor ejecutiva que ya no va a poder funcionar como una tómbola ni probablemente repetir. Y más con socios como IU-Podemos que ni entre ellos se aclaran, serían desde el principio desleales competidores del Partido Socialista y artífices del premeditado «cambalache». El PSOE mazarronero solo ha conseguido la mitad de su objetivo, muy pronto, me temo que pesará más que la otra mitad.

 

 

RUBÉN GONZÁLEZ