JUAN CARLOS MERINO

 

Pedro Sánchez firmará mañana el decreto de disolución de las Cortes y la convocatoria electoral del 28-A. Entrará en vigor al día siguiente, 54 días antes de la cita con las urnas, como dicta la ley. Y el presidente del Gobierno desplegará desde este mismo lunes lo que sus asesores denominan “una campaña de tierra”, en la que recorrerá “de manera estratégica” las 52 provincias y ciudades autónomas.

Combinará así esta “campaña de sprint”, como la califican, con los “viernes sociales” en los que el Consejo de Ministros seguirá aprobando sus decretos ley, y unos debates en televisión que consideran decisivos en su estrategia.

El comité electoral del PSOE tiene ya definido el marco de la campaña: “¡Todos contra Sánchez!”. También el eje sobre el que pivotarán sus mensajes, con “una España que avanza frente a otra que retrocede”, y que presenta a Sánchez como el futuro y pretende ubicar en el pasado a sus rivales de “la triple derecha”: PP, Cs y Vox. Y con un lema, “La España que quieres”, que los estrategas de Sánchez creen haber clavado. “La pregunta de estas elecciones no es Catalunya, es España”, aseguran. “El tema es España”. Por eso, los discursos del presidente se centrarán en hablar de una España moderna y diversa, frente al interés de “las tres derechas” por explotar la situación de Catalunya.

 

Estas ideas serán claves para los debates televisivos que ya prepara el equipo de Sánchez, encabezado por José Luis Ábalos e Iván Redondo. Así, en la cita a cinco contendientes en Atresmedia prevista para el 23 de abril, Sánchez quiere “retratar a la triple derecha”. Y poner en evidencia que Pablo Casado, Albert Rivera y el ultraderechista Santiago Abascal forman un bloque en su contra. Por eso, al PSOE le viene de perlas la invitación cursada al líder de Vox. “Nosotros no ponemos vetos a nadie”, resaltan.

Y con un cara a cara entre Sánchez y Casado, que se está analizando en Ferraz, Sánchez buscará reforzar al PP y ningunear a Rivera. En el comité electoral del PSOE aseguran contar, para la campaña y los debates televisivos, con “una herramienta poderosísima”, y es que Sánchez es el presidente del Gobierno. “Sólo puedes utilizar un lenguaje presidencial si eres el presidente, y puedes así condicionar muchos debates”. Y ven también como una gran ventaja que “el líder de la oposición no está definido”. “El teórico líder de la oposición no se ha trabajado ese perfil”, aseguran sobre Casado, que habrá de competir con Rivera y hasta con Abascal.

El equipo de Sánchez se felicita del “éxito” de la expresión “triple derecha”, que creen que traspasó ya las fronteras de la política y se instaló en la sociedad. Y consideran que aclara ese marco de campaña de “todos contra Sánchez”. “Lo clarificó la manifestación de Colón, y después Rivera le dio más sentido al anunciar un cordón sanitario contra el PSOE”, afirman. Una decisión del líder de Cs que califican de “muy arriesgada”, y que “le penalizará en el centroderecha formal y en el votante más desideologizado”.

Este es uno de los objetivos de Sánchez para poder lograr “una mayoría sólida” que le permita gobernar tras el 28-A. Los asesores del presidente creen que Sánchez representa a un amplio espectro del centroizquierda. “Estamos en posiciones muy marcadas de centro, esa es nuestra apuesta”, aseguran. Y así confían en aglutinar el voto progresista, pero también a los electores “más desideologizados”. “La España en silencio”. La que en los sondeos no se define. Y es que este 28-A, para el comité electoral de Ferraz, la pugna no será tanto en el eje de izquierda y derecha del bipartidismo clásico, sino que en la actual “democracia a cinco” lo quieren plantear como “dos culturas políticas que se enfrentan, dos miradas distintas”. “Y ninguna de las dos está monopolizada por un solo partido”. Por eso sitúan el eje en avanzar o retroceder, futuro o pasado. “El 28-A no se decantará por motivos ideológicos, sino por uno de estos dos modelos”, aseguran.

El calendario lo tienen ya definido. En marzo pretenden “delimitar el territorio en el que se produzca la campaña” y consolidar el ascenso electoral del PSOE. “Será el mes de la consolidación”. Y abril será “el mes de la máxima movilización”. Con una campaña “muy austera y muy moderna”, combinando actos íntimos con otros masivos, en la que, pese al protagonismo de Sánchez, “lo más importante será proyectar el mensaje”. Un mensaje centrado en “las personas y en el modelo de país”.

Pero prima la prudencia. “Hay que ser muy prudentes, porque vamos a una campaña muy ajustada, no nos confiamos”, advierten. Con una alerta permanente: “Ellos pueden sumar”. La triple derecha.