El PSOE se perfila como claro ganador en las elecciones generales del 28 de abril, según un sondeo de GAD3 para La Vanguardia, realizado entre los días 12 y 15 de febrero, aunque PP, Ciudadanos y Vox se acercan a la mayoría absoluta. Ciertamente, los socialistas capitalizarían visiblemente sus casi nueve meses al frente del Ejecutivo, pero el hundimiento de Podemos dejaría al PSOE sin ninguna posibilidad viable de ensayar una nueva mayoría con los nacionalistas. Ahora bien, el centro y la derecha tampoco podrían articular una mayoría a la andaluza. Concretamente, mientras PSOEy Podemos sumarían 151 escaños (cinco menos que ahora), el tridente electoral que configuran PP, Cs y Vox se quedaría en 173 (cuatro diputados más de los que suman hoy populares y naranjas), pero sin socios viables para alcanzar los 176 asientos de la mayoría absoluta del Congreso.

De hecho, PP y Ciudadanos reunirían hoy solo 157 diputados (doce menos que en el 2016) y sus opciones quedarían totalmente a expensas del resultado de Vox, que obtendría 16 escaños. El problema para los socialistas es que una mayoría alternativa al centro y la derecha exigiría incluso el apoyo de Bildu para alcanzar la meta de los 176 diputados. Sin el concurso de los radicales vascos, y en el supuesto de lograr el respaldo de ERC, PDECat, PNV y Coalición Canaria, Pedro Sánchez podría reunir una amalgama de 175 escaños, la mitad de la Cámara y el símbolo más evidente de la situación de bloqueo político.

Corrimiento en la izquierda

El PSOE ganaría 34 diputados, pero Iglesias perdería 39 y casi nueve puntos en tasa de voto

La aritmética parlamentaria solo brindaría una sólida mayoría absoluta (de 179 escaños) a través de una entente entre PSOE y Cs, aunque esa hipótesis parece hoy poco verosímil a la vista del enconamiento alcanzado a cuenta del conflicto territorial.

En cualquier caso, los corrimientos de voto que explican un resultado tan laberíntico responden a sendas convulsiones a izquierda y derecha. Por un lado, el PSOE añadiría casi seis puntos y 34 diputados a su resultado del 2016 (y rozaría los 120 escaños), pero, al mismo tiempo, Podemos cedería casi 40 actas, con una caída cercana a los 9 puntos en cuota de voto o el equivalente al 41% de su actual capital electoral. Por su parte, en el espacio del centro a la derecha, Pablo Casado perdería casi diez puntos en cuota de voto y 40 escaños con relación al resultado de Mariano Rajoy en el 2016. Pero Albert Rivera sólo se haría con una parte de esas pérdidas (pese a que Cs duplicaría su actual contingente de diputados, al pasar de 32 a 60). El principal beneficiario del retroceso popular sería Vox, que pasaría de un ínfimo 0,2% del voto en el 2016 a casi el 9%, ahora.

Convulsión en la derecha

El PP cedería hasta 40 escaños, aunque Cs sólo añadiría 28, mientras que Vox totalizaría 16

El resto del panorama político registraría pocos cambios. El más sensible lo ofrecería ERC, que mejoraría en dos escaños su cómputo del 2016 y acentuaría su ventaja sobre su principal competidor en el campo independentista, el PDECat, que caería de 8 a 6 diputados y cedería a Esquerra un 30% de sus votantes. Sin embargo, ERC difícilmente se convertiría en la fuerza más votada en Catalunya, ya que la previsible fuga de sufragios desde Podemos al PSOE podría devolver al PSC la condición de primer partido catalán en las generales.

El resto de indicadores del sondeo guardan una desigual consonancia con el avance que la encuesta atribuye al PSOE. Por ejemplo, el actual presidente sigue encabezando las preferencias para repetir en el cargo. Hasta un 26% se inclinan por Sánchez, mientras que Rivera ha caído desde noviembre del 20% al 10% como presidente preferido, al tiempo que Casado ha subido del 9,8% al 13,1%. Asimismo, las preferencias sobre el partido ganador de las elecciones alcanzan al 28,4% de los consultados en el caso del PSOE, al mismo tiempo que caen del 19% al 15% en el supuesto de Ciudadanos y del 17% al 15,7% en el del PP.

Estos indicadores configuran en Catalunya un universo algo distinto. Si lo que se plantea es la preferencia sobre el futuro presidente, el apoyo a Sánchez pasa del 26% en el conjunto de España a más del 33% en Catalunya, en paralelo a una caída del 13% al 5% en el caso del líder del PP. Finalmente, algo similar ocurre con el partido preferido como ganador: el PSOE pasa de un 28% de apoyos en el conjunto de España a más del 34% en Catalunya, donde también amplía su respaldo Podemos. En cambio, Cs lo reduce ligeramente (del 15% al 13%) y el PP se derrumba del 16% al 5%.

 

 

FUENTE: LAVANGUARDIA