Los de Rivera presidirán el Parlamento andaluz con los de Abascal en la Mesa
PP y Ciudadanos han agotado el tiempo de negociación, pero los dos sabían que el acuerdo era la única alternativa si de verdad querían hacer realidad el cambio en Andalucía que han venido predicando durante toda la campaña electoral. Un día antes de que hoy se constituya el Parlamento andaluz y se nombre a su Mesa, los secretarios generales del PP, Teodoro García Egea, y de Ciudadanos, José Manuel Villegas, junto al presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, y el de Ciudadanos, Juan Marín, salvaron el último escollo para el acuerdo que dará la presidencia de la Junta de Andalucía al PP. Era, ni más ni menos que la presencia de Vox en la Mesa del Parlamento. Los votos del partido de Santiago Abascal serán imprescindibles. En el PP aseguran que están garantizados pese a los públicos aspavientos de la formación de ultraderecha.
Ciudadanos no quería aparecer junto al partido de Abascal bajo ningún concepto, y eso que para que su candidato –seguramente será una mujer– consiga presidir el Parlamento andaluz necesita que le voten los 12 diputados del partido de extrema derecha. Si no, la suma de PSOE y Adelante Andalucía daría al traste con sus pretensiones, y las de Moreno de presidir la Junta de Andalucía.
La actitud de Ciudadanos de no querer saber nada con Vox acabó molestando a su presidente, que el domingo, tras conocerse que el líder del partido naranja en Andalucía se había reunido con la candidato de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, estalló.
“Colocado el cordón sanitario. Cs rechaza sentarse con el partido de Ortega Lara, pero se sienta con los comunistas aliados de Otegi y de Torra. Así no se puede construir y no se va a construir una mayoría alternativa en Andalucía”, decía Abascal en un tuit el día de Navidad.
Inmediatamente, Marín llamó por teléfono a su homólogo andaluz de Vox, Francisco Serrano, y se emplazaron para ayer por la tarde, una vez que se hubiera producido el acuerdo PP-Cs, que incluyera la cesión a Vox por parte de los populares de un puesto en la Mesa.
Lo que trataba de hacer Marín es hablar con Adelante Andalucía para cederle otro puesto en la Mesa, y que así no se pudiera criticar a Ciudadanos por su alianza con Vox. Ciudadanos se defiende argumentando que su voluntad es que todos los partidos tengan representación en el órgano de gobierno de la Cámara andaluza. Una idea que no gusta nada a la coalición de Podemos e IU, que quiere estar en la Mesa, pero no quiere que sean los votos de Cs los que le sirvan para alcanzar ese puesto.
Así las cosas, lo que seguramente ocurrirá en la votación de hoy será que la Mesa del Parlamento andaluz quedará formada con un presidente de Ciudadanos y tres vicepresidencias: la primera, para el PP, que superará en votos al PSOE al contar los apoyos de Ciudadanos; una para los socialistas, y otra para Adelante Andalucía. Se completará con tres secretarías: una para el PSOE, una segunda para el PP y otra para Vox.
Este acuerdo permite a PP y Ciudadanos controlar la Mesa de la Cámara, donde tendrá mayoría con Vox, o en todo caso empataría con PSOE y Adelante Andalucía, y además contaría con la presidencia, básica a la hora, por ejemplo, de convocar la sesión de investidura y de designar al candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía si, como se espera, Susana Díaz también decide presentarse.
Pero para todo eso PP y Ciudadanos necesitan a Vox. La presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz, lo destacó ayer al conocerse el pacto para la Mesa: “Ese acuerdo sólo es posible con los votos de Vox. Sin la extrema derecha no tienen gobierno. ¿Por qué lo oculta? ¿Le avergüenza?”, decía en su cuenta de Twitter en respuesta a un mensaje de Albert Rivera en el que comunicaba el acuerdo alcanzado.
Por eso, tras los encuentros entre Egea y Moreno con Villegas y Marín, ambos se tuvieron que reunir, por separado, con Vox, por primera vez de forma oficial, aunque ya ha habido conversaciones telefónicas cruzadas, incluso de Pablo Casado con Santiago Abascal.
Abascal, molesto por la actitud de ambos partidos de no querer figurar junto a Vox, renegando de él pero dando por hecho que contaba con sus votos, decía también en Twitter el día de Navidad: “Me preocupa que los que se disponen a gobernar Andalucía no sepan sumar. A no ser que ya hayan pactado con el socialismo, cosa probable, porque en sus medidas no se incluye un verdadero cambio”.
El presidente de Vox se refería al acuerdo programático alcanzado el día de Navidad entre PP y Ciudadanos, sin ninguna concesión a los planteamientos de Vox. No hay nada que varíe la política de la Junta en materia de violencia de género. Todo lo contario. El pacto habla de que se impulsará “un gran acuerdo” en esta materia que “implemente, con dotación presupuestaria suficiente, todas y cada una de las medidas previstas en la ley 7/2018”, una ley que el programa de Vox pedía que se derogara.
Nada tampoco de renunciar a las competencias en educación o en sanidad, aunque sí se habla de la equiparación de los empleados públicos en estos sectores, y en educación se comprometen PP y Cs a implantar la educación gratuita de cero a tres años esta legislatura. En cuanto a la demanda de Vox de cerrar Canal Sur, el acuerdo entre Moreno y Marin sólo habla de crear un grupo de expertos para estudiar el “redimensionamiento” de esta televisión.
FUENTE: LAVANGUARDIA