Las tres derechas sumaron suficientes escaños tras las elecciones del 26M y, tras distintos vaivenes, órdagos o una investidura fallida, finalmente, como sucedió en Andalucía, han acordado unir sus fuerzas para que el primer gobierno de coalición de la Región de Murcia sea una realidad. El pistoletazo de salida está fijado para el próximo viernes 26 de julio, fecha en la que el popular Fernando López Miras será investido presidente de la Comunidad con los votos favorables de Cs, su futuro socio de Gobierno, y Vox, que confirmó la semana pasada su apoyo. Antes, el miércoles 24 de julio, el candidato a la presidencia realizará su discurso de investidura en el parlamento murciano para exponer un programa de gobierno para que Murcia «siga avanzando y progresando en libertad», dijo López Miras al líder de Vox, Santiago Abascal, en la red social Twitter, al mismo tiempo que alabó la actitud del partido de extrema derecha en las negociaciones por «poner en valor lo que nos une más que lo que nos separa».

Todas las dudas sobre las políticas que llevará a cabo el nuevo Ejecutivo en los próximos cuatro años están resultas después de numerosas reuniones y «documentos programáticos» que los tres partidos han exhibido desde la última cita electoral. PP y Ciudadanos firmaron el 20 de junio un acuerdo de gobierno con 72 medidas en el que se comprometen a «defender la unidad de España y la igualdad de todos los españoles», poner en marcha políticas contra la corrupción o la limitación de mandatos del presidente y los consejeros a ocho años. Por otra parte, los dos partidos centrarán gran parte de la legislatura en promover la reducción de impuestos en aras de conseguir una «dinamización económica e industrial» y en «garantizar» los conciertos educativos y «el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos», refleja el programa  firmado por PP y Cs.

El reparto de carteras del nuevo gobierno de coalición también está cerrado. Ambas formaciones firmaron otro documento el 24 de junio en el que se acordó que el Partido Popular tendrá 6 miembros en el Consejo de Gobierno, incluida la presidencia de la Comunidad para López Miras, y la formación naranja ostentará 4 sillones, entre ellos la vicepresidencia, que estará asumida por Isabel Franco, candidata de Cs y líder del partido en la Región de Murcia.

El PP asumirá las competencias en materia de Hacienda, Sanidad, Educación, Agricultura, Presidencia, Turismo y Cultura, aunque estas dos últimas estarán supervisadas por Cs al elegir estos el cargo de secretario general de ambos organismos. Por su parte, la formación naranja estará al frente de la portavocía del Ejecutivo y de las consejerías de Fomento, Transparencia y Administración Pública y Empleo.

Vox introduce sus propuestas: violencia intrafamiliar, control de la «educación moral» y la «aportación de España a la civilización»

Los de Abascal, con sus 4 diputados en la Asamblea Regional, han sido el principal escollo para que el Gobierno de López Miras e Isabel Franco saliera adelante con celeridad. En un primer momento, solo el PP se mostró abierto a pactar con Vox, mientras que Cs, a sabiendas de que necesitaba su apoyo , afirmaba públicamente que «no tenían nada que negociar con ellos» y rehuían hacerse ‘la foto’ en una mesa negociadora. El primer paquete de medidas que presentó el partido de extrema derecha tensó la cuerda con Ciudadanos, sobre todo a raíz de una de las medidas más polémica que exigió Vox para apoyar la investidura: derogar la Ley LGTBI.

«Preferimos desaparecer por haber sido fieles a nuestros principios que por haberlos traicionado», declaró Luis Gestoso, el negociador de Vox, y votaron ‘no’ a la investidura de López Miras para forzar un nuevo acuerdo en el que, esta vez sí, las ideas del partido fueran tenidas en cuenta.

El bloqueo de la investidura en Murcia, y también en Madrid, provocó que Ciudadanos cambiara de opinión. Los encuentros a tres bandas ya no eran un problema para la formación naranja. Vox cedió y retiró la eliminación de la Ley LGTBI de sus líneas rojas para votar a favor de la investidura de López Miras.

Sin embargo, el partido de extrema derecha hace valer sus casi 62.000 votos y consigue imponer una buena parte de sus ideas. Algunas de ellas son que el termino de violencia «intrafamiliar» sustituya al de «violencia de género», evitar «el adoctrinamiento político en las aulas» (en alusión a, por ejemplo, las charlas de educación afectivo-sexual) o la incorporación del conocimiento de «la aportación de España a la civilización como elemento clave de la Historia Universal». Otra de las compromisos que consigue Vox es que el nuevo Ejecutivo revise la creación de nuevos centros para albergar a menores extranjeros (‘menas’).

El Gobierno que saldrá adelante el próximo 26 de julio asumirá las exigencias de Vox, tal y como confirmaron los dirigentes del PP y Ciudadanos. «Estoy en disposición de anunciarles que puedo asumir ese documento», expresó López Miras. En la misma línea, Isabel Franco espetó que el documento «no es incompatible» con el acuerdo programático que tienen con el PP para formar un gobierno de coalición e indicó que «las políticas liberales y de centro llegarán a Murcia».

Para desbloquear la investidura, los miembros de Vox en la Región de Murcia anunciaron que renunciaban a entrar en el Gobierno y que, inmediatamente después de la proclamación del nuevo presidente, pasarían a la oposición, aunque no descartaron realizar apoyos puntuales durante la legislatura. La influencia de Vox en el nuevo curso político será imprescindible para sustentar el Ejecutivo de coalición. El marco de las negociaciones para votar los futuros presupuestos será otro escenario ideal para que los de Abascal, al igual que en Andalucía, puedan añadir más medidas de su programa ultraconservador que, de momento, han quedado en el tintero.

 
 

FUENTE: ELDIARIO