DAVID BARREIRA
La Historia de España también quiere jugar un papel relevante en las elecciones del 28-A. En una coyuntura ciertamente anómala, con el presidente de México enrocado en su anacrónica petición de perdón por los supuestos excesos de la conquista liderada por Hernán Cortés, de la que se cumplen 500 años, sumada a otras polémicas históricas, una buena parte del pueblo se revuelve contra esas mentiras de origen extranjero y reclama un discurso amparado en hechos, no en exageraciones. Una historia en positivo.
Haciéndose eco de esta situación, Ciudadanos ha detallado en su programa electoral un Plan de Apoyo a la Difusión de la Historia Española con el que se pretende combatir todas las falacias de la Leyenda Negra y, por lo tanto, fomentar el conocimiento sobre el papel que ha desempeñado nuestro país a lo largo de los siglos. La receta es fácil de comprender: desarmar con datos todos los ataques foráneos, promover investigaciones históricas desde una perspectiva netamente objetiva y divulgar hacia dentro, sobre todo con el punto de mira en los jóvenes.
«Lo primero que hay que hacer es informar del diagnóstico, contar cómo España sufre hoy en día las consecuencias de la propaganda de la Leyenda Negra, que incide en nuestra imagen internacional y nos desprestigia», explica a este periódico Guillermo Díaz, número uno de Cs al Congreso por la provincia de Málaga y principal impulsor de este tipo de medidas de la formación naranja. No solo se refiere a las corrientes que tachan al conquistador Cortés de «genocida» o al intento portugués de arrogarse el mérito de la primera vuelta al mundo, también a ese leyendanegrismo más contemporáneo que los secesionistas enarbolan por Europa adelante.
¿Cómo combatir entonces todas estas acometidas? «Creemos que tenemos que hacer una labor didáctica interna para que los españoles conozcan los hechos de nuestra historia con mayor profundidad y, por otro lado, una labor externa, con el apoyo del Ministerio de Exteriores, en la que España defienda cuál fue nuestro papel internacional despejando la propaganda», expone Díaz. «Ya está bien, el Gobierno no debe permanecer de brazos cruzados. La sociedad española está saliendo en defensa de su historia y es inconcebible que los políticos no lo hayan hecho«.