Sánchez quiere hacer ver al Ejecutivo germano y al holandés que los problemas de los miles de residentes en las islas «también son suyos». La vuelta a Málaga y la de miles de británicos a Alicante tardará más

El Gobierno se va a dar prisa en reabrir «en cuanto pueda» los pasillos aéreos que unen a Europa con Baleares y Canarias, para que puedan volver los miles de alemanes, británicos, holandeses y austriacos que disponen allí de segunda residencia en la que viven gran parte del año, según se ha sabido por fuentes gubernamentales. No se trata de turismo de temporada, matizan estas fuentes, sino de personas que «hacen vida» en las islas con los locales.

La razón no es solo económica, también política: se trata de hacer ver al norte de Europa que los problemas en España y el sur «también son política interior» alemana u holandesa, a los efectos de ablandar las rígidas posiciones de la canciller, Ángela Merkel, y sobre todo del primer ministro de los Países Bajos, el halcón Mark Rutte, para evitar que el plan de rescate redunde en una peligrosa escalada de endeudamiento. 

El pasado martes cientos de propietarios de chaletsfincas o pisos en Mallorca, así como inmobiliarias, enviaron cartas a la presidenta de Baleares, Francina Armengol, para quejarse de que no se les vaya a dejar regresar a la isla «incluso después de que se levante el actual estado de alarma», lo cual consideran una «violación» del derecho de la propiedad; «se está causando -añadían- daños irreparables a Baleares, al mismo tiempo que se genera una inseguridad jurídica a los potenciales inversores».

Ábalos quiere que la vuelta de alemanes, holandeses y austriacos a las islas sea «una realidad» cuanto antes

Inicialmente, Armengol se tomó mal la presión de ese grupo germano por lo que supone de agravio comparativo con el resto de españoles e incluso de europeos. Pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez está decidido a aprovechar el malestar de los germanos en beneficio propio. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aprovechando la idea que ya tenía el Ejecutivo en mente de usar Baleares y Canarias como banco de pruebas del regreso a la normalidad aérea, autorizará en breve esos vuelos directos sin tocar territorio peninsular.

«Como es de nuestro interés mantener este turismo, tenemos que ver si podemos abrir algunas vías de compromiso y responsabilidad entre ambos países (Alemania/España) con garantía de la seguridad sanitaria, para que esto pueda ser una realidad», sostiene Ábalos.

En Baleares viven permanentemente casi 19.000 alemanes y 15.000 británicos, cifras muy inferiores a las que se dan en Canarias, donde los alemanes van muy por detrás de los 249.000 británicos y 227.000 italianos, pero que, en cualquier caso contribuyen a dinamizar un sector turístico que representa más del 30% del PIB en ambos archipiélagos donde el impacto económico del confinamiento va a ser terrible y sus gobiernos están presionando a La Moncloa para acabar cuanto antes con esta situación:

El presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres, aprovechando que su comunidad es de las menos afectadas por la Covid-19, con solo 130 fallecidos, pretendía recuperar la normalidad casi en su práctica totalidad este lunes 27, justo cuando se ha había autorizado solo paseos de niños durante una hora acompañados de sus padres, pero el Ministerio de Sanidad se ha negado en redondo.

El desconfinamiento va a ser lento, insiste el mando único, y aunque las autonomías y los ayuntamientos tendrán márgenes de actualización, no van a poder «ir por libre tanto como les gustaría» porque eso tiene peligro para el conjunto de la población.

Ximo Puig quiere que la desescalada diferencie turismo estacional y «residencial», para facilitar la vuelta de miles de extranjeros e igualdad de condiciones que los españoles con casa en las playas de levante

Más complicada se plantea la vuelta de los cientos de miles de británicos que disponen de casa en la Costa del Sol (Málaga) y Alicante, porque ambos son territorio peninsular, menos controlable por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que las islas, y porque no solo ellos, también cientos de miles de españoles poseen casa en Levante y Andalucía.

Las diversas fuentes consultadas admiten que «no se entendería que un británico pueda volar desde Manchester a Málaga y un madrileño no pueda ir en coche o en AVE» a su segunda residencia. «Eso no es tolerable y nos crearía un problema de opinión pública interno»

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha defendido en las últimas videoconferencias de presidentes que lo primero que hay que diferenciar es turista temporal y turista residencial, y darles tratamientos diferentes en la desescalada. El primero conlleva riesgos en tanto que demanda servicios de hotel y hostelería que van a seguir cerrados un tiempo, y el segundo no deja de ser un residente más en igualdad de condiciones que los locales.

 

GABRIEL SANZ