UNA NACIÓN SIN RUMBO GOBERNADA POR TRIBUS Y CHAMANES

 

Hay veces que siento la tentación de exiliarme voluntariamente, aquí al lado, a Portugal o a la isla del Barón, aunque me rodee el Mar Menor, una amenaza pero que no te liquida lentamente. Ayer mismo, un día desafortunado. Un abogado en el que confías un caso tomado libremente, que cacarea cada vez que pone un huevo, y se va directo a los medios a contar una historia seria y grave. Me entero el último y me siento mal, maltratado. El mundo del Derecho en este país solo funciona cuando un juez o un fiscal cumplen como un guardia de la UCO, ese guardia que desconfía hasta de su propia sombra y cobra una miseria para ir tirando. La experiencia me ha enseñado, llevo diez años luchando contra la corrupción dentro de un equipo de lujo que nació a raíz del escándalo de la balsa Yenny, tapado, aparcado, archivado y nuevamente resucitado por la ONG MURCIA TRANSPARENTE que pilota un tío bravo que se llama ANTONIO SANCHEZ LAPAZ. Ambos formamos el primer equipo como fundadores. No nos pesa combatir a los delincuentes y a sus cooperadores, socios y cómplices, nos duelen las traiciones, las trampas, la prepotencia y la impunidad y el escaso entusiasmo de las tribus políticas en enderezar una justicia que chorrea fracasos, unos individuos mimados que se sienten satisfechos de vivir y comer en el Parlamento, sin capacidad de llegar a un PACTO DE ESTADO SOBRE EL ESTADO DEL DERECHO que en España es una vergüenza nacional, vulnerado desde dentro y desde fuera. Respecto al resto de una gran parte de países de Europa, llevamos, desgraciadamente años de retraso. Todo el trabajo parlamentario se reduce a pedradas. Ni una letra, secos de ideas y sobrados de soberbia.Y además intocables.

 

 

Más que intocables, insuflados de una vagancia manifiesta y tratados por la Justicia como si fuesen dioses. Con el complot de Cataluña se han batido récords y millones de españoles vivimos en una permanente crisis de desánimo y desilusión porque sentimos en nuestras carnes, que ellos están haciendo fracasar una Democracia que nació sietemesina pero que podría servir para salir del paso y luego reforzarla con la potencia de unos partidos y unos dirigentes cabales. Se han convertido en lobbys, en mercaderes y fantasmas, y cientos de ellos en corruptos investigados por una Justicia que ellos no  desean poner al día. Hay viejos rencores, guerras soterradas y nos venden. Nosotros, los ciudadanos de a pie, si un día se nos ocurre fraguar una conjura de café o tertulia, terminaríamos en una jodida cárcel donde los reclusos son mejor tratados que los propios funcionarios, que esa es otra cosa. Nosotros,el pueblo soberano hemos llegado a ser pelotas de tenis. Nos oyen cuando acudimos en multitud, luego siguen en la sordera más completa. El caso de la rebeldía o golpismo separatista catalán y los que se están proyectando en otras tres o cuatro Comunidades Autónomas a la espera de lo que manden Puigdemont, Junqueras, los delincuentes de las CUP y sus compinches de Bildu con Pablo Iglesias y Otegui ejerciendo de chamánes talentudos a la vera del «Gran Gurú» Monedero. Jueces y fiscales se sienten o deben sentirse instrumentalizados por el poder político. Parece imposible poner cierto sentido de orden en decenas de casos y sus procedimientos, cuando lo más fácil y contundente en una nación como es la española, sería ponerlos fuera de la ley o conducirlos directamente a las bonitas prisiones que tenemos. NINGÚN ESTADO SERIO, no conozco ni uno, permitirían esa clase de partidos dedicados a destruir al propio Estado, cambiarlo violentamente, ningunear las leyes o conspirar con el extranjero que se prepara para un cambio letal de Sistema.     
Es evidente que todos hemos entendido los mensajes de las dos grandes manifestaciones en Madrid y Barcelona. No fueron un apoyo al Gobierno de Rajoy, sino en todo caso al ESTADO DE DERECHO atacado por la canallesca golpista civil y parte de los Mossos d´Escuadra que hay que disolver o reformar sus estatutos para la seguridad de todo el pueblo catalán, y advertencia a navegantes filoetarras.
Conocemos el paño porque la Región de Murcia, según un juez en unas declaraciones a un medio televisivo, es una de las más corruptas de este país dislocado jurídicamente. La coartada de la lentitud por falta de medios es un truco archivado y repetido, y si hay un fiscal jefe que controla, es licenciado. Y si un juez confraterniza con un investigado pues hay risas y ese eslogan de que en Murcia no «passsa náaa» divierte al Gobierno murciano y al partido popular que sigue viendo rojos por las esquinas cada vez que se le critica. Los de las otras bandas, les llaman de todo perdiendo el tiempo fatigados de tanto trabajo charlatán.                                 

 

 

Es el parón murciano en todo, y la justicia en primera línea como efecto del boomerang nacional y la escasa efectividad del Tribunal Superior de Justicia que preside un señor tranquilo o quizás inerme ante un Poder Judicial controlado por unos políticos tramposos. La opinión pública ha llegado a tal punto de incredulidad, fatiga mental e incluso desprecio por los líderes nacionales, que  temo lo peor. El caos, el vacío de poder y la vuelta a la miseria humana. La democracia, como diría Cicerón, está en peligro inminente, y no es una frase, se respira y se dice en la calle. Lo apuntaba ayer el escritor y periodista RAÚL DEL POZO: «Pronto veréis – se dice en el prólogo de LOS INTERESES CREADOS – como cuanto sucede en la farsa no puede suceder nunca». La farsa se ha convertido en un Carnaval impúdico, en un pasteleo monumental y en una crisis existencial. Asistimos en estos años a la crecida degradación, al abandono rápido de los fundamentos éticos y morales, ideológicos, principios fundamentales que siempre han sido consustanciales a la civilización y la cultura occidental. Vivimos en una sociedad  maltratada en la que el Derecho y la Historia se han convertido en armas arrojadizas desde las plataformas del circo, el teatro parlamentario y el poder mediático en manos de los grandes capitales, el dinero que no entiende de necesidades ni de ideas nobles, son los que han colaborado eficazmente en convertir la política limpia en un espectáculo televisivo denigrante que ha rasgado la cara hermosa de una Democracia que no nos gusta pero que puede embellecerse. Nos están imponiendo un nuevo clima de derrumbe, ese clásico que ya hemos conocido en otras épocas de nuestra agitada historia. La disyuntiva es clara: O levantamos el vuelo con un Estado de Derecho idóneo o el país se irá a la UVI de una dictadura, previo derrumbe del régimen democrático. Una dictadura populista siguiendo el guión de la CUP nuclear. En esto están.                                                                                                                             

 

 

                                                                                                                                     
EPÍLOGO. Brillantes discursos del bloque constitucionalista. Rajoy repitió la promesa del rey, SALDREMOS ADELANTE. Margarita Robles hizo una defensa encendida del PSOE como partido de Estado. Y Albert Rivera, dentro de su línea de vitalidad y energía. Pedro Sánchez, el líder socialista no intervino porque no tiene la condición de diputado. Sobre el Hemiciclo sobrevoló la aplicación del Articulo 155 de la Constitución y quizás la Ley de seguridad Nacional. Por su interés insertamos seguidamente dicho artículo. Que dice textualmente: 1. Si una Comunidad Autónoma NO CUMPLIERE LAS OBLIGACIONES DE LA CONSTITUCIÓN u otra leyes le impongan, o actuare de forma que atente GRAVEMENTE AL INTERÉS GENERAL DE ESPAÑA, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general. 2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno PODRÁ DAR LAS INSTRUCCIONES A TODAS LAS AUTORIDADES DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.                               

 

 

 

J.J. CANO VERA