Álvaro Pérez, El Bigotes, ha declarado este jueves que el entonces presidente valenciano Francisco Camps, del PP, conocía el gran fraude orquestado presuntamente en torno al Gran Premio de Fórmula 1 de Valencia, que la Generalitat anunció que saldría gratis a los ciudadanos y ha acabado costando más de 300 millones de euros a las arcas autonómicas. Pérez también ha afirmado que el fue número dos de Camps en el Gobierno autónomo, Vicente Rambla, le dio planos del trazado del circuito antes de que se hubiera licitado. Una información privilegiada con la que Pérez intentó hacer negocio.
El Bigotes, delegado en Valencia de la trama Gürtel que ha sido condenado en dos juicios por graves delitos de corrupción, ha llegado a declarar al Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia en un furgón policial desde la cárcel de Valdemoro, en Madrid. Los abogados de las defensas han apuntado que tales circunstancias, unidas al hecho de que Pérez no hubiera contado durante más de una década la versión que ha ofrecido este jueves, restan credibilidad a sus palabras, que han atribuido al resentimiento por afrontar largas penas de prisión —la actual, de 12 años—, mientras Camps y Rambla han salido, de momento, airosos de la ola de escándalos que ha barrido la Comunidad Valenciana.
La declaración de El Bigotes ha sido, sin embargo, devastadora para los dos antiguos dirigentes del PP, ambos investigados en la causa, porque se apoya en una prueba objetiva y espontánea: una grabación realizada en 2006 por el denunciante del caso Gürtel, José Luis Peñas, en las que se escucha al líder de la trama, Francisco Correa, y a su lugarteniente, Pablo Crespo, contar que El Bigotes ha conseguido los planos del circuito antes de que sean públicos. Y que tienen la posibilidad de obtener beneficio con la instalación de las gradas para los 120.000 espectadores previstos.
Pérez había rehusado, hasta este jueves, confirmar la veracidad de aquella conversación. En ella se escucha a Crespo advertir de que para sacar tajada de la información privilegiada tienen que moverse rápido y encontrar una empresa capaz de montar unas gradas de tales dimensiones. Correa propone probar con la empresa que suministra las de las 500 Millas de Indianápolis. «Aquí hay pelas para todos», dice Correa, «una pastuqui importante».
Reunión en el despacho de Camps
El Bigotes afirmó este jueves que un día de 2006 Camps lo llamó para que fuera a verlo «urgentemente» a su despacho en la Generalitat. El entonces presidente lo invitó a entrar a una habitación donde diversos altos cargos estaban definiendo cómo sería el futuro circuito de Fórmula 1, inaugurado dos años después, en 2008. Lo hizo, según El Bigotes, porque Camps era «su amigo». El cabecilla de Gürtel le dijo que quería participar de algún modo en el Gran Premio con su empresa, Orange Market, la firma que la trama Gürtel abrió en Valencia. Siempre según la declaración de Pérez, Camps le señaló que podía encargarse de las gradas y que se dirigiera a Rambla de su parte para arreglarlo.
Según Pérez, Rambla le entregó los planos del circuito, donde constaban las características que deberían tener las gradas, antes de que se «adjudicaran o licitaran». El negocio, sin embargo, no fructificó pese a los intentos de la trama. El Bigotes presentó un presupuesto a Jorge Martínez Aspar, excampeón de Motociclismo y responsable de Valmor, la empresa que supuestamente fue utilizada como pantalla para organizar el Gran Premio de Valencia. Pero Aspar le dijo que se olvidara porque las gradas ya estaban reservadas para otra empresa.
El Bigotes también afirmó que Alejandro Agag, yerno del expresidente del Gobierno José María Aznar, participó con Camps y el entonces patrón de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, en reuniones en Londres para tratar sobre la celebración del Gran Premio de Valencia. Agag, ha dicho El Bigotes, fue quien le presentó a Camps. Y quien le metió en la cabeza al expresidente valenciano la idea de organizar el Gran Premio de F-1.